Concepto estadístico
Enviado por chycagym • 29 de Noviembre de 2013 • Tutorial • 7.672 Palabras (31 Páginas) • 381 Visitas
Introducción
Acrónimo pegajoso, como pocos, el de los NiNis (o jóvenes que ni estudian ni trabajan) es un término que se ha posicionado con éxito notable en la prensa y medios de comunicación. A su vez, los acontecimientos de la primavera árabe y los motines de Londres en agosto del 2011 lo han mostrado como un fenómeno global de vastos alcances, mucho más allá de México.
Las primeras declaraciones al respecto lo situaron en alrededor de 7 millones-7.5 millones de jóvenes.1 Se asume (o se supone) que para la población joven sólo tiene sentido trabajar o estudiar, es decir, estar en la economía de mercado —el ámbito de interacción donde se ofrecen y adquieren servicios laborales— o estar preparándose para ello; de no ser así, tal pareciera que se tratara, en primer término, de recursos humanos desperdiciados.
El dato de 7 millones es casi tan nemotécnico como el acrónimo. En nuestro país (como seguro ocurre en otros), la cifra más grande o acorde con una noción de lo catastrófico es la que normalmente se posiciona y se sitúa más allá de todo abordaje crítico. A esto se suma que para el tipo de discurso que predomina en México —sea en éste u otros temas— lo que importa no es tanto el rigor conceptual sino, más bien, visibilizar un problema; por ello, la cifra de los 7 millones cumple bien con alertar sobre algo real y urgente, pero que dista mucho de tener alguna precisión. Así, una cosa es entender el mérito que tiene el detonar un debate y otra quedarse sólo con aquello que tiene shock value, sin pasar a una fase de análisis.
Para que el término pase de una etiqueta orientada a visibilizar un problema a un concepto estadístico que realmente permita medirlo, se debe transitar por un proceso de discusión, comenzando por tener una idea de los puntos problemáticos que supone el hacer una identificación correcta de este segmento poblacional.
La precisión en la forma de construir un dato sólido no es para satisfacer una manía puntillosa; tarde o temprano, una cifra pasa de ser una bandera a la base sobre la cual se calculan montos y presupuestos de programas.2
Conforme a estas consideraciones, el presente artículo se divide en cinco secciones: la primera se dedica a la génesis del término y cuál es su situación actual en el contexto de las estadísticas oficiales; la segunda llama la atención sobre los puntos problemáticos en torno a la noción de NiNi; la tercera muestra cómo se puede obtener la cifra de 7 millones en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), pero con el plus del marco conceptual que dicha encuesta aporta para ir analizando, capa por capa (cual si fuera una cebolla), el agregado de 7 millones y contribuir a una mejor comprensión de lo que amerita ser conservado en la cuenta y aquello a lo que es injustificado seguirle poniendo la etiqueta NiNi; la cuarta ilustra, también con datos de la ENOE, lo que representaría una problemática adicional no abordada en la segunda sección y que, formulada a manera de preguntas, sería: ¿cuánto tiempo en estado NiNi se necesita para ser considerado como tal?, ¿debe ser ésta una condición estable para ameritar la etiqueta? Por último, el quinto apartado ofrece una visión alternativa sobre la cuantificación de la población joven que merecería una intervención de política pública usando criterios diferenciados por edad y argumentando por qué el término, en realidad, sólo debiera aplicarse en México al grupo de jóvenes adultos y sin descartar la posibilidad de un comportamiento de preferencias reveladas por parte del segmento que prioriza los quehaceres domésticos.
I. Orígenes del término NiNi
Es una traducción de la voz NEET o Neet (Not in Employment Education or Training) utilizado por primera vez en 1999 en un informe de la Social Exclusion Unit, que es una oficina de apoyo al gabinete del primer ministro de la Gran Bretaña. El término reemplazó a partir de ese momento a Status Zer0 empleado en los reportes previos de esa oficina y que, en realidad, tenía la misma connotación.3
En el país donde nació el término no ha estado exento de críticas. Un comentarista de la BBC no ha titubeado de calificarlo de buzzword o concepto aparatoso acuñado para deslumbrar y designar simplemente a los jóvenes rechazados o desertores del sistema escolar.4 Otras más ponen el acento en la parte laboral y consideran que el vocablo llegó para desplazar la discusión específica centrada en el desempleo juvenil;5 sin embargo, hay opiniones que han tratado de conectar la insuficiencia conceptual del término con la inadecuación de las políticas públicas que puedan desprenderse de él.6 Este último tipo de crítica subraya el problema de definir a un segmento de población no por lo que hace sino por lo que no hace, infiriéndose de ahí, erróneamente, que no hace nada, siendo un punto central que será abordado en el artículo y se verá que, para clarificarlo, es esencial hacerlo con el aparato conceptual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual rige a las encuestas de fuerza laboral en el mundo; en el caso de México, la ENOE.
El asunto aquí es que se puede llegar en nuestro país a un primer universo de 7 millones por más de una encuesta o instrumento de captación, siempre y cuando su diseño de muestra sea el adecuado para representar robusta e insesgadamente a un segmento de población; sin embargo, sólo con un repertorio conceptual muy bien desarrollado se pueden hacer las distinciones al interior de esta cifra que permitan identificar qué parte de esa primera aproximación corresponde a la preocupación subyacente tras el término NiNi y, así, servir de orientación a las políticas públicas. Es lamentable que en México no todas las encuestas adopten esos marcos conceptuales de referencia y, por ende, no ofrezcan elementos para fundamentar la sospecha de que el trabajo estadístico requerido para abordar el tema sea uno que debe decantarse a través de aproximaciones sucesivas.
El hecho es que el término NiNi no ha sido, como tal, discutido de forma multilateral como otros conceptos estadísticos; hasta ahora, no ha figurado como tema de ninguna Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) que la OIT convoca en Ginebra, Suiza, para definir qué es y qué no es trabajo, así como las distintas categorías que clasifican a la población por condición de actividad. Tampoco se ha discutido en otros foros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Así, lo que ha sucedido en este mundo hiperconectado es que el término ha prosperado más bien por contagio: países como Japón y Corea lo han hecho suyo, organizaciones no gubernamentales en España hacen eco del mismo y tal parece que desde ahí cruzó el
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