Construccionismo social

Construccionismo social:
Enfoque dominante en los intentos por comprender la sexualidad a partir de los 70, influyente para la historia y la sociología de la sexualidad, y especialmente significativo para pensar en el surgimiento e importancia de los significados, categorías e identidad sexuales.
Crítica el esencialismo sexual (sexualidad fenómeno biológico).
Se preocupa por los modos en que las diversas culturas forman las emociones, deseos y relaciones. Refiere a la organización histórica y social de lo erótico.

Interaccionismo simbólico (las personas nos definimos de acuerdo al sentido que adquiere ‘el individuo’ en un contexto social específico; cuestión que depende en gran medida de las interacciones que entablamos.)
Etnometodología (Se basa en el supuesto de que todos los humanos tienen un sentido práctico con el cual adecuan las normas de acuerdo con una racionalidad práctica que utilizan en la vida cotidiana. Se trata de una perspectiva que toma en cuenta los métodos que los humanos utilizan en su vida diaria para sentarse, ir al trabajo, tomar decisiones, entablar una conversación con los otros…)
Dramaturgia social (cuánto tiene que ver esta sucesión de roles con el comportamiento humano y con las reglas que controlan nuestras interacciones cotidianas. Cada vez que nos relacionamos con alguien cambiamos nuestra forma de expresarnos, nuestra imagen, nuestras palabras. Según Goffman, las personas somos actores en nuestras relaciones e intentamos mostrar la mejor máscara que tenemos. 

Estas 3 destacan la importancia de la interacción social y el lenguaje que da forma a los significados simbólicos y a la construcción social de la realidad.

Investigación sexual revela las dimensiones de la variabilidad sexual, mucha “desviación”.
Teorías posestructuralistas y deconstruccionistas problematizaron significados unívocos y estructuras.
Todo esto se recogió por la historia social que surgió en los 70 para dar una comprensión histórica de las fluctuantes ideas de identidad y la poca consistencia de las categorías que suponemos naturales.

-Rechazo del sexo como esfera autónoma, no se trata sexo y sociedad como ámbitos separados, ya no pueden oponerse.
-Reconocimiento de la variabilidad de las formas sexuales, creencias, ideologías, identidades, comportamientos, culturas sexuales. Existen muchas sexualidades.
-No podemos comprender la historia sexual en términos de represión y liberación. Sexualidades son resultado de prácticas sociales que dan sentido a actividades humanas, definiciones sociales, luchas entre los que definen y controlan y los que resisten.

Se crítica a los construccionistas sociales por nominalistas: preocupados por las palabras y los conceptos en lugar de la “realidad”, sustrato natural de lo erótico. Ante esto, ellos responden que solo es posible observar la sexualidad si entendemos la red de significados entrelazada y que forma lo que pensamos como sexual. La sexualidad no es algo dado, es un producto de significados sociales, negociaciones, luchas.

En un primer momento los puntos de vista de los construccionistas sociales se desarrollaron en relación con la homosexualidad. Punto de partida clásico: El rol homosexual, de Mary McIntosh 1968 y su pregunta ¿Por qué nos ocupamos en ver la homosexualidad como una condición que tiene causas? Mary propone considerar homosexualidad como una categoría social en lugar de una médica/psiquiátrica. Hace distinción entre comportamiento homosexual, cosa que es general, y el rol homosexual, que es diferenciado y se desarrolla solamente en algunas culturas y no abarca todas las formas de actividad homosex.
Es decir se crea un rol para volver la experiencia homosexual una cosa minoritaria, marginal, y sustentar los patrones sexuales tradicionales.

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