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Cueva Del Humo Armenia


Enviado por   •  12 de Octubre de 2013  •  1.693 Palabras (7 Páginas)  •  454 Visitas

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Valeria Morales Rivera

Prensa ll

Reportaje

LOS HIJOS DE NADIE

La realidad de una sociedad

Al final de la antigua estación del ferrocarril, detrás de bodegas de arte, detrás de las oficinas de transito, detrás de un lugar valioso por su historia y por lo que guarda en el interior de las bodegas, queda Cueva del Humo, la otra cara de la moneda, un barrio temido por los habitantes de Armenia, un barrio de difícil acceso, que si ya de día es peligroso entrar, en la noche es imposible. Cueva del Humos más que un barrio o una invasión, una olla.

Su nombre, no hace referencia al gran consumo de marihuana como muchos dicen, su nombre hace referencia al año 1920, cuando el ferrocarril funcionaba y pasaba por ahí dejando grandes bocanadas de humo, bocanadas que desde lejos parecían salir de un hueco en la tierra, desde entonces los cuyabros conocen a este sector como ‘La Cueva del Humo’.

Para entrar a la cueva hay que pasar por un camino de pantano que esta detrás de una reja rota que hace un llamado de alerta y da un aspecto tenebroso. La gente de este barrio vive en casas hechas de madera, entre caminos de tierra y maleza, vive entre mosquitos y charcos, entre tiroteos y expendios, entre pequeñas calles de concreto y la basura. Las condiciones de vida en este lugar son precarias, son muy pocas las medidas de salud que se tienen.

Y aunque este barrio es pequeño y tenebroso, como en cualquier otro barrio de la ciudad, hay familias, pero estas, se han visto afectadas y desintegradas por la violencia y la pobreza extrema, la gente anda por ahí con la ropa hecha añicos, rasgada, lleva la cara sucia y las manos con tierra hasta las uñas.

Niñez desprotegida

Ahí están, sentados en un murito al lado de una puerta de madera seca y vieja. Una niña, podría ser cualquiera, su pinta no dice lo contrario, lleva cabello largo, pantalón corto de color rosado, sandalias de plástico azul y una blusa del mismo color, Se levanta y llama a los otros niños para que se reúnan y conversen, Ellos, los otros niños también son normales, niños, eso son, simplemente niños, sus caras podrían reflejar felicidad, pero no, no lo hacen, sólo están sentados serios hablando. Ellos, parecieran ser los culpables.

Ellos, los niños, no son los culpables, ellos, son las victimas de una cultura violenta y poco trabajadora, son victima de una cultura que los obliga a permanecer y mantener el status que tienen. Ellos, los niños de la cueva no son los culpables de las desgracias de sus padres, del maltrato que aquellos recibieron, ni del abandono que debieron aguantar, pero aun así, pagan por esto como si hubieran sido ellos los culpables.

Los pequeños de la cueva quedan huérfanos, las autoridades se llevan a sus padres gibaros, estos niños viven carne propia el hambre, la violencia y el abandono, infinidad de veces se encuentran en la escena donde se desarrolla un asalto o se comete un crimen, presencian y viven la violencia y nadie hace nada para evitarlo, para estos niños la violencia y las drogas son lo normal. A algunos de ellos se les ve caminando con los tarros de pegante en las manos, y no están haciendo el mandado, sus pequeñas bocas llevan el rastro del bóxer.

El abandono y la negligencia de los padres hacia los hijos es extremo, los niños juegan hasta tarde en las calles, sin control, sin quien se preocupe por su comida, su salud, su bienestar, los niños llevan las manos talladas de los cuchillos y pequeñas quemaduras, pues deben pelas las papas para poder comer. Los padres son los encargados de estar en el hogar, pero no de acompañar, estos niños parecieran ser los hijos de nadie, los hijos de la calle.

Estas pequeñas criaturas no conocen más que la violencia y por desgracia imitan los comportamientos de los adultos adoptando la violencia como fundamento de vida y la agresividad para contrarrestar la inseguridad en sí mismos, en el entorno, y en la sociedad que los margina y los hace a un lado.

La única alternativa que les queda a estos pequeños es convertirse en malos, para poder hacerse fuertes y luchar en contra del mundo, ellos creen que sacando pecho y no dejándose de nadie están haciendo de buenos, están como -las bestias, tratando de sobrevivir-

Al ser la guerra uno de los juegos más deseados por estos niños queda claro que tratarse de hijueputa y de pirobo es lo normal, queda más que claro que la violencia es más que solo violencia, es una forma de expresión, de sacar complejos, traumas y perjuicios.

María Eugenia Beltrán, psicóloga, especializada en niños opina que este ambiente tan violento puede afectar todas las etapas del crecimiento de los niños, puede afectarlos física, mental y emocionalmente, crecer ignorados, maltratados y rechazados por la sociedad los marca profundamente y al

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