Discapacidad
Enviado por llubii • 15 de Mayo de 2015 • 1.864 Palabras (8 Páginas) • 340 Visitas
Las personas con discapacidad, han sido siempre ubicadas en una escala social inferior al resto, debido a los pensamientos de la mayoría, que por tradición y miedo a lo desconocido promulgan ese rechazo hacia este colectivo.
Los Pensamientos positivos generan el uso de un lenguaje positivo que va apoyar y con ello a mejorar, las relaciones interpersonales entre diferentes grupos, la recepción y emisión de un lenguaje positivo tiene como consecuencia comportamientos y actitudes igualmente positivas. El uso de un lenguaje peyorativo o estereotipado genera un pensamiento con connotaciones claramente negativas, y con ello acciones negativas y situaciones interpersonales que podrían resolverse con beneficios recíprocos para todos los implicados, puede terminar obteniendo resultados objetivamente negativos para alguno de ellos. Estas situaciones negativas, lo viven de forma diaria personas con discapacidad, intelectual, física, sensorial o social.
El uso correcto y positivo del lenguaje, sumado al conocimiento del significado real de las palabras, la actitud y el pensamiento positivo dignifica a la persona que lo aplica y lo convierte en una característica más de su personalidad, y más aún dignifica a la persona que recibe las consecuencias del uso, del conocimiento, de la actitud y pensamiento positivo, llevándola a un trato igualitario.
Aún más, el uso de ese lenguaje positivo y normalizador, incide en que poco a poco se vayan modificando las actitudes y conductas hacia el colectivo de personas con discapacidad, que es el fin último que se persigue para conseguir la verdadera inclusión social.
Las personas con discapacidad, expertas en mejorar constantemente y en adaptarse a los cambios, transformar sus habilidades en diferentes contextos, son un claro ejemplo de que si se pueden enfrentar a tales dificultades en las circunstancias en las que lo hacen, labor de la sociedad es aportar su granito de arena, procurar ir cambiando pensamientos y actitudes que puedan corresponder y estén al nivel de tales esfuerzos.
No olvidemos que todos podemos sentirnos “incapaces” de desarrollarnos en contextos inhóspitos, en situaciones desconocidas, produciendo situaciones de pánico que nos hacen vulnerables y que
puede introducirnos en situaciones de indefensión aprendida que nos conviertan en discapacitados sociales.
Actitudes de la sociedad hacia las personas incapacitadas
Perspectiva histórica
Durante los últimos cuarenta o cincuenta años ha habido numerosos cambios en nuestra sociedad con respecto al manejo y tratamiento de las personas con incapacidades. También ha habido muchos avances en el cuidado médico. Como resultado, la mayoría de esos individuos residen en la comunidad en vez de estar en instituciones, y dependen de practicantes privados orientados a la comunidad para el cuidado de su salud oral.
¿Cómo ocurrieron estos cambios?
Antes del siglo veinte, las actitudes sociales reflejaban el punto de vista de que las personas con incapacidades no eran saludables, sino que poseían defectos o desviaciones. Por siglos, la sociedad entera trató a esas personas como objetos de repulsión o lástima. La actitud prevale-ciente era que dichos individuos eran incapaces de participar o contribuir en algo en la sociedad, y que por tanto debían ser relegados a la beneficencia pública o de organizaciones de caridad.
Hablando de manera general, a fines de 1800, las personas con retrasos mentales, paralisis cerebral, autismo, o epilepsia residian en sus casas y eran cuidadas por sus familiares. La esperanza de vida para aquellos que padecian discapacidades mas severas no era mayor de lo que es ahora.
A comienzos del final de 1800, el estado y las agencias administrativas locales construyeron instituciones para albergar a personas discapacitadas. Estos asilos eran edificados usualmente en las afueras de la ciudad. Fue la segregación social la que alimento este tipo de manejo y desafortunadamente es esta misma segregación social la que estigmatiza a la gente.
La “Hacienda Colonial de la Florida para los Afectados Mentales y Epilépticos” se construyó en Gainesville, Florida, en 1920. El manejo de sus residentes -o asilados- estaba basado en un modelo de “custodia”. Ellos no eran integrados a los programas comunitarios. Es obvio que la segregación por parte de la comunidad es estigmatizante.
Actitudes cambiantes
Muchos cambios legislativos y sociales ocurrieron en las décadas de los 1960 y 1970, y éstos han tenido gran influencia en el tratamiento y en las actitudes hacia las personas incapacitadas.
* Un panel presidencial establecido por el presidente John F. Kennedy, afirmó que el retraso mental no es una condición sin esperanzas, sino que está sujeta a prevención y mejoría.
* El presidente Kennedy aprobo en 1963 el “Acto para la construccion de adecuaciones para personas con retardo mental y de Centros comunitarios de Salud Mental”. Esto alento el establecimiento de la universidad con adecuaciones especiales para proveer ayuda medica a personas discapacitadas.
* El Medicaid y el Medicare fueron establecidos a la mitad de la década de 1960, haciendo posible el acceso a un seguro medico a muchas personas discapacitadas y sus familiares, al igual que otros cuidados de largo término en sus comunidades.
* El presidente Lyndon Johnson estableció un comité presidencial permanente sobre el retraso mental, en 1965.
* El “Acta de los Derechos Civiles” fue pasada en 1964, puntos de la cual fueron subsecuente-mente aplicados a varios grupos sociales en desventaja, incluyendo personas con incapacidades y faltas de desarrollo mental. El movimiento de los derechos civiles se expandió y sus seguidores comenzaron a organizarse.
* El apoyo legal por parte de grupos tales como el A.C.L.U en el “interés público”, termino en numerosas decisiones judiciales expandiendo los derechos de las personas discapacitadas.
* El presidente Nixon establecio como meta la movilización de un tercio de los 200.000 individuos con retartdo mental intitucionalizados a viviendas comunitarias soportadas financieramente. El expidio directrices presidenciales al Fiscal general para que se fortalecieran los derechos de las personas con retardo mental y para que el departamento de H.U.D creara las formas de mejorar sus viviendas.
* Un mandato incluído en el “Acta de Rehabilitación” de 1973 requirió a los estados a colocar como prioridad los problemas de rehabilitación vocacional de los severamente incapacitados.
* La creación del “Seguro
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