EL PERU ACTUAL Y LA DEMOCRACIA

ENSAYO

EL PERÚ ACTUAL Y LA DEMOCRACIA

“La estabilidad de las democracias modernas depende en gran medida de las cualidades y actitudes de los ciudadanos en tanto construyen su sentimiento de identidad y de valoración y tolerancia de todas las formas de identidad nacional, étnica, local, etc.” 
Will Kymlicka (Filosofo Canadiense). 

Actualmente mucho se ha discutido sobre la democracia en el Perú como un ideal que no se ha alcanzado o al menos ha sido duramente resquebrajado por gobiernos dictatoriales y militarismos a lo largo de la república, debilitando el ejercicio de la ciudadanía. Sin embargo la debilidad en la ciudadanía y la democracia en el Perú se deben a su conformación y sus bases.

El principio sobre el que se basa el orden republicano era que “la soberanía reside en el pueblo”; sin embargo lo que se estaba formando era una república en las que una gran mayoría tenía deberes y obligaciones, frente a una minoría políticamente poderosa que tenía derechos y privilegios, totalmente contrario a lo que propugnaron las constituciones políticas con un supuesto ideario democrático. Durante las siguientes décadas, no hubo una elite capaz de conducir el gobierno del país y hubo graves crisis económicas y sociales, lo que entre otras cosas- permitió la existencia de gobiernos militares autoritarios que gobernaron en el país. Uno de ellos tuvo importantes consecuencias sociales, el gobierno de Velasco Alvarado, un nacionalismo militar que realizó algunas reformas con el objetivo de igualar la condición social de los indígenas, pero con lo cual ocasionando consecuencias económicas. 

En estas últimas décadas han sido síntoma y signo de las debilitadas sobre las que se ha construido nuestra república, una crisis de representatividad, crisis económica, grandes desigualdades económicas, sociales y políticas, un aparato institucional corrupto y el racismo que aún se arrastran como herencia de lo pasado. No es coincidencia que un 75% de victimas fueran indígenas cuya lengua materna era el quechua o una lengua originaria y que el 20% no tuvieran documentos de identidad, es decir no existían formalmente, esto solo nos dice del formato de exclusión y desigualdad que siguen sufriendo estas poblaciones y que la hacen más vulnerables a la violencia y la opresión. A esto se sumó el gobierno dictatorial de Alberto Fujimori, que resquebrajó las libertades y derechos fundamentales inscritos en la ciudadanía y en la democracia. 

Luego de las últimas décadas a las que ha tratado de sobre vivir nuestro país, se ha intentado restaurar la democracia, las libertades, y los derechos civiles, políticos y sociales; sin embargo el centralismo existente en Lima y en el poder político y económico de un sector aun criollo y aun de espaldas a la gran mayoría andina y amazónica del país, imposibilita la construcción de una verdadera democracia que se oriente a un desarrollo endógeno.

Según el Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo hay cuatro aspectos centrales de la democracia: Elecciones limpias e institucionalizadas; inclusividad; Sistema legal que respalde y proteja los derechos y libertades políticas y un sistema legal que prescriba que ninguna persona puede eliminar o suspender los efectos de la ley; a esto hay que sumarle la capacidad que recrea la relación democracia y desarrollo y que está basada en la capacidad de hacer un desarrollo endógeno, fortaleciendo la ciudadanía y nuestras instituciones, además de respetando las identidades culturales internas. ¿Cuántos de esos aspectos conforman nuestra democracia? Al parecer tan solo somos una democracia electoral, e incluso esto ha sido dañado; sin embargo y a pesar del sentimiento negativo que nos hace sentir este repaso por la historia- hay una conciencia actual en cada vez más gente y organizaciones de constituir un verdadero espacio público de respeto, una de estas evidencias es el debate abierto que es impulsado sobre estos temas y sin mayores tapujos, además del impulso económico de sectores sociales emergentes que están contribuyendo a la inclusión.

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