EVALUACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO
Enviado por vasquezhernandez • 5 de Mayo de 2017 • Ensayo • 2.020 Palabras (9 Páginas) • 252 Visitas
EVALUACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO
INTRODUCCIÓN
Se entiende por sistema educativo al conjunto de instituciones y actores (tanto individuales como colectivos) que participan de la transmisión de saberes y disposiciones certificados como públicamente relevantes.
La evaluación del sistema educativo de México es realizada por el Consorcio Latinoamericano de Evaluación de los Sistemas Educativos (CLESE), y a fin de llevar adelante el Proyecto de Evaluación de Sistemas Educativos de Latinoamérica, seis países han constituido el CLESE. El mismo está integrado por los viceministros responsables de la Educación Básica de Chile, Brasil, Argentina, Colombia, México y Costa Rica, quienes serán la voz y los representantes de los sistemas educativos de dichos países. Esta organización ha sido creada especialmente para la evaluación de los sistemas educativos de la región y su base constitutiva radica en el compromiso asumido por cada uno de los viceministros.
El CLESE es representado por el coordinador técnico, el Lic. Gustavo F. Iaies, del Centro de Estudios de Políticas Públicas, centro que es el encargado de la ejecución, desarrollo y presentación de informes y resultados del proyecto. Así pues, el programa parte del supuesto de que resulta fundamental poner el acento en el análisis de los elementos estructurales de los sistemas para comprender su posibilidad de impacto sobre las políticas que se pretenden implementar. Desde ese supuesto, se propone evaluar la pertinencia de los sistemas educativos con los objetivos de política propuestos en cada caso.
En este sentido, la herramienta de evaluación pretende plantear un análisis de los elementos constitutivos y organizadores del funcionamiento ordinario de los sistemas, en la búsqueda de una lógica común, de cierta sinergia, entre los elementos ideológicos, pedagógicos, políticos y financieros. Es decir, se plantean interrogantes acerca de cuáles son los niveles de coherencia entre los parámetros organizadores de los sistemas, de modo que, en un sentido muy general, el propio sistema protagonice el proceso de plasmación de los objetivos propuestos.
Se trata de construir una herramienta capaz de “leer” y analizar los valores e incentivos que la propia organización que el sistema presenta, es decir, de qué
modo su propia conformación tensiona sus objetivos, desarrollando una herramienta de evaluación de estructuras y no de políticas.
Por lo tanto, desde el punto de vista metodológico, se trata de un abordaje estructural, es decir, el ordenamiento del sistema como tal, para comprender los modos en que el mismo condiciona las políticas educativas, donde se ha obviado el análisis de impacto como metodología, incluso el trabajo de encuestas en el interior del sistema considerando el mismo como una herramienta para tomadores de decisiones. En tal sentido, no se hace del sistema una “caja negra”, porque es sobre él que los actores deberán intervenir.
DESARROLLO
3.1 Interés actual por la evaluación de los sistemas educativos.
Estados Unidos recibió el impulso en el desarrollo de la evaluación como disciplina y como práctica profesional durante los años sesenta, primero como onsecuencia de la aprobación de la Primary and Secondary Education Act en 1965 -para asegurar la evaluación de los programas puestos en práctica en aplicación de la misma- y posteriormente bajo la influencia de los debates generados por la publicación del Informe Coleman, en 1968. La canalización de notables recursos económicos hacia las actividades de evaluación fue motivada por la demanda de respuestas objetivas y fiables a las cuestiones suscitadas acerca del sistema educativo estadounidense produciendo como consecuencia un gran impacto sobre su desarrollo académico y profesional por lo que a partir de finales de la década de los sesenta la evaluación educativa experimentaría apreciable desarrollo influyendo en forma progresiva a otros países.
Así también, otro factor que influyó en el interés de la evaluación de los sistemas educativos se encuentra en la experiencia de construcción de indicadores internacionales de la educación por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (O.C.D.E.). Así, en los años setenta dichas organizaciones, que agrupa a los países con economías más desarrolladas, inició un proyecto con esa finalidad, en conexión con un intento más ambicioso de construcción de indicadores sociales cualitativos. Las limitaciones del proyecto, las fuertes críticas que recibió y la parquedad de sus resultados demostraron su carácter prematuro (Nuttall, 1992). Sin embargo, a finales de los años ochenta, la O.C.D.E. retomó la idea y puso en marcha el Proyecto denominado INES, de Indicadores Internacionales de la Educación por lo que hasta el momento, el proyecto ha producido tres volúmenes de indicadores bajo el nombre de Education at a Glance / Regards sur l’éducation, un conjunto de publicaciones de carácter teórico-práctico que incluye las visiones más actuales sobre la construcción y el cálculo de indicadores en diversos dominios educativos, además de originar una amplia red de especialistas y un conjunto relevante de conocimientos (CERI, 1994). Así, desde finales de los años ochenta y durante los noventa se han puesto en marcha mecanismos institucionales, centros u organismos de evaluación de los sistemas educativos de países como Francia, Suecia, Noruega, España, Argentina o Chile; se han desarrollado planes sistemáticos de evaluación en el Reino Unido, Holanda, Francia, Argentina, Chile, República Dominicana o México; se han elaborado indicadores nacionales de la educación en Estados Unidos, Francia, Dinamarca o Suiza. También los organismos internacionales han reaccionado ante esto, poniendo en marcha programas vinculados al desarrollo de las políticas de evaluación educativa. Tanto la ya mencionada O.C.D.E. como la UNESCO, la Unión Europea o la Organización de Estados Iberoamericanos, OEI, han traducido dicho interés en proyectos concretos.
Un observador como E.R. House confirmaba con estas palabras el cambio registrado:
«Cuando comencé mi carrera en evaluación hace más de veinticinco años, reuní todos los trabajos que pude encontrar en una pequeña caja de cartón en un rincón de mi despacho y los leí en un mes. Desde entonces, la evaluación ha pasado de ser una actividad marginal desarrollada a tiempo parcial por académicos a convertirse en una pequeña industria profesionalizada, con sus propias revistas, premios, reuniones, organizaciones y estándares». (House, 1993:1) |
...