El CONFLICTO EN COLOMBIA Y LAS TECNICAS QUE HACEN FALTA PARA SU RESOLUCIÓN
Enviado por Erika Alejandra Florez Quito • 28 de Junio de 2019 • Ensayo • 2.175 Palabras (9 Páginas) • 234 Visitas
EVIDENCIA: RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Autor:
Erika Alejandra Flórez Quito
Presentado a:
NORMA CONSTANZA DIAZ GARCIA
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE
FORMACIÓN VIRTUAL
PROMOCIÓN Y EJECUCIÓN DE LOS DDHH, PARA UNA CULTURA DE PAZ Y RECONCILIACIÓN (1917419)
BOGOTÁ D.C
2019
El CONFLICTO EN COLOMBIA Y LAS TECNICAS QUE HACEN FALTA PARA SU RESOLUCIÓN.
Antes de traer a colación la importancia que tiene para un líder el manejo de herramientas como mecanismo pacificador y de conciliación comunitaria, es preciso presentar el concepto de conflicto y qué lo caracteriza, para después describir de manera concisa como la población colombiana tras décadas de estar expuesta a ambientes de violencia, ha asumido un rol violento y de conflicto en sus modos de relación con el mundo. A partir de ello, se valorará qué tan importante resulta para un líder en el contexto colombiano el manejo de las “Doce técnicas para la resolución de conflictos” elaboradas por Helena Cornelius y Stella Cornelius.
El origen etimológico de la palabra conflicto “deriva del latín «conflictus», que a su vez proviene de «confligere» que significa chocar, combatir, luchar o pelear” ( Internationale Weiterbildung und Entwicklung gGmbH , 2008, pág. 13); en correspondencia y de acuerdo a lo emitido por el diccionario de la Lengua Española, de la Real academia en su última edición de 1994, conflicto se define en su primera acepción como “combate, lucha, pelea”, en su segunda como “enfrentamiento armado”, en su tercera como “apuro, situación desgraciada y de difícil salida”, finalmente en cuarto lugar como “problema, cuestión, materia de discusión” (Alzate, 2013).
Recurrentemente relacionamos la palabra conflicto como algo negativo y desagradable, vinculado a la violencia, sin embargo existe una diferencia ente conflicto y violencia como se ilustra a continuación.
Conflicto:
[pic 1]
Incompatibilidad o desacuerdo que existe entre personas o grupos. (Universidad Rafael Landivar y Coordinadora de ONGs y Cooperativas Congcoop , 2011, pág. 11)
Violencia:
[pic 2]
Es una forma en que se vive o se manifiesta el conflicto. Puede entenderse como atravesar el espacio que la otra persona ocupa. Es violar o limitar los derechos e integridad de alguien. La integridad del cuerpo de una persona, sus derechos, el hogar, pueblo o país puede ser violada. (Universidad Rafael Landivar y Coordinadora de ONGs y Cooperativas Congcoop , 2011, pág. 11)
El conflicto es un rasgo y ocurre en las relaciones sociales, como en los cambios socio-económicos y transformaciones políticas de un país, o los relacionados con la insatisfacción de las necesidades básicas; sin embargo en toda relación social el conflicto surge al azar, por ejemplo: las causas que en un momento dado han provocado un conflicto, puede ser que no lo produzcan en otro momento, así la situación parezca ser la misma. Es decir, no se pueden definir unas causas específicas para el conflicto, ya que éstas no son iguales y pueden estar mezcladas con razones sociales, psicológicas, políticas, religiosas u otras.
Los conflictos ocurren en cada sociedad como un fenómeno global, independientemente del trasfondo cultural y cada sociedad establece su propia “cultura de conflicto”. Como es el caso colombiano, donde el conflicto de la violencia ha estado vigente durante tantos años que ha permitido que las ciudadanías naturalicen y asuman, la guerra, las muertes, los discursos intolerantes y guerreristas, he inmensas atrocidades, como una forma válida para relacionarse con el mundo. La población colombiana se ha acostumbrado tanto a la violencia, que se ha vuelto violenta y ha permitido que trascienda a sus propios hábitos y cultura; el país cuenta con generaciones que desde su infancia hasta la tercera edad han estado rodeadas de situaciones de violencia.
Existen diferentes situaciones que describen los diferentes conflictos que se viven en el país, como por ejemplo las cifras relacionadas con casos de violencia a la infancia que “según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en el periodo comprendido entre febrero de 2015 y febrero de 2016 se reportaron 7732 casos” (Almonacid González,2016, p. 71), a lo que se suman las cifras de “abandono y violencia sexual contra la infancia que según la Defensoría del Pueblo (2016) se registraron 1297 casos de abandono durante 2015, y entre enero y febrero de 2016 se reportaron 2594 casos de presunto abuso sexual, de los cuales 84 % se registraron en niñas” (Almonacid González,2016, p. 71).
Así mismos se reconoce que en Colombia existen registros relacionados con la violencia intrafamiliar, de acuerdo la Policía Nacional durante el año 2015 se reportaron 54.936 denuncias por este hecho, mientras que 827.000 casos se registraron como casos de violencia contra la mujer entre 2007 y 2014. En relación a los homicidios, estos ascienden a 532.474 casos entre 1990 y 2013; los casos de muertes por riñas llegaron a 72.228 para 2014 (Almonacid González,2016).
Diferentes causas generan situaciones de conflicto y una de ellas son los comportamientos dotados de fanatismos, como los seguidores de equipos de fútbol que por defender una idea, color o escudo se enfrentan dejando heridos o muertos; o los seguidores de corrientes políticas radicales y de cultos religiosos que en ultimas buscan desacredita unas creencias o ideales y legitimar otros, muchas veces con discursos de intolerancia y rechazo. Otro generador de conflictos es la forma de relacionarnos con el otro, en Colombia se presentan enfrentamientos a diario en las calles entre conductores y peatones, o entre usuarios de medios masivos de transporte público; de la misma forma se presenta en los colegios de primaria y secundaria una profunda problemática en lo que tiene que ver con el bullying, o matoneo, pues según cifras de la Uniandes el 60% de los estudiantes de estas instituciones del país son víctimas directas de todo tipo de violencia sin que sus padres o acudientes lo sepan (Almonacid González,2016).
La guerra y los discursos de violencia se han naturalizado en el desarrollo del país bajo la mirada del Estado, que le permiten “legitimar la operación de mecanismos de control cuidadosamente diseñados para sustentar la adjudicación de inmensas cantidades de dinero a través de la idea de garantizar la seguridad, el accionar violento de instituciones como el ESMAD, de la Policía, y el ejército; y un sistema que continuamente está moldeando la opinión pública de las ciudadanías, dando apoyo a la creación y reproducción de músicas y programas de televisión que insertan en la población el deseo de conseguir poder y dinero fácil a través de armas y narcotráfico” (Almonacid González,2016, p. 74).
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