Experiencias sociocomunitarias

B1- Frente a estas características de la modernidad, comienzan a emerger nuevas voces y saberes que cuestionan y critican el fundamento mismo de la modernidad dispuestos a pensar en otros posibles paradigmas. Dussel (2000) al momento en que se pone en cuestión a la razón como fundamento último de todas las cosas, a la verdad como absoluta y única, y a la historia como universal, se cuestiona qué es lo que queda por fuera, que es lo que silencia, que es lo que oprime la categoría hombre como sujeto abstracto, universal, a priori, propio de la modernidad. Se discute también, el punto de apoyo indudable, inconmovible, claro, certero, que caracterizaba a la modernidad. Al entender esto es que se produce el quiebre de la modernidad pues ya no es posible hablar de la historia universal como la historia del progreso unitario y ascendente de un sujeto universal, y cuando ya no es posible postular el carácter racional y abstracto de ese sujeto, es aquí donde entra también en crisis el proyecto educativo moderno, donde se empieza a concebir que la escuela moderna impulsadas por el sistema colonial, produce una comprensión de la historia a partir de occidente, en la que se respaldan las voces y experiencias de los sujetos dominantes, suprimiendo por completo las voces de los sujetos dominados. La historia asume un carácter desigual naturalizando la discriminación racial, de género, soslayando cosmovisiones diversas del mundo. El viraje a esta nueva concepción posmoderna comienza a gestarse cuando aparece la necesidad de una comprensión crítica de la historia, la posmodernidad nace en el instante en que una única verdad se descompone en ciertos de verdades relativas que los hombres se reparten”, es decir que podríamos concebir al fin de la modernidad y al inicio de una “posmodernidad” para algunos autores o “transmodernidad” para Dussel (2000) por ejemplo, al momento en que se pone en cuestión a la razón como fundamento último de todas las cosas, a la verdad como absoluta y única, y a la historia (europea) como universal. Se cuestiona qué es lo que queda por fuera, que es lo que silencia, que es lo que oprime la categoría hombre como sujeto abstracto, universal, a priori, propio de la modernidad en clave decolonial, la cual presupone desestabilizar y debilitar la visión eurocéntrica que posee la perspectiva de occidente, tal como nos propone Dussel (2000), abriendo la posibilidad de reconocer otras formas de ver comprender y configurar la historia universal planteada hasta el momento denunciando la violencia que subyace al mito de la modernidad. se puede ver como el europeo es entendido como civilizado y superior al hallarse en el centro del mundo, mientras que el otro, el diferente, el negro, es entendido como una bestia y como un bárbaro que se halla en la periferia. Es por ello que la emancipación de la inmadurez que propone Kant es pensada para los europeos y no para pueblos “bárbaros” como el africano o el

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