Familia y matrimonio

CAPÍTULO I: DIRECTRICES GENERALES

1. LA FAMILIA:

1.1.1 Definición:

La familia, ha tenido una gran repercusión en el desarrollo y evolución de la sociedad y el hombre. Si tenemos en cuenta la línea de tiempo, podemos advertir que esta institución proviene desde la Grecia Antigua. Según el autor  (Pineda, 2018) citando a Aristóteles en su obra “La Política”, define a la familia como “la comunidad constituida naturalmente para la satisfacción de las necesidades cotidianas”. Así mismo, en el Derecho Romano, existía la “pater familiae”, locución latina que significa padre de familia, donde un hombre era el único que podía ejercer la autoridad y todos los mandos de la casa. Por otro lado, para el Derecho Germánico la familia tenía origen en el matrimonio y el parentesco, otorgando la oportunidad de que exista una familia extensa además de aquella reducida al núcleo, y de igual modo, la evolución alcanza al Derecho Canónico que marca un camino a lo que hoy se conoce como familia nuclear.

En un enfoque etimológico la palabra "familia" proviene del latín FAMES, que significa hombre que se satisface en el hogar (el líder), FAMA complejo de habitación, residencia o casa, y de la voz FAMULUS, que significa esclavos que habitan en casa, o esclavos que moraban y pertenecían a un hombre. Es pues un círculo de vida del hombre, con una estructura determinada, con funciones a realizar, la satisfacción de necesidades primarias y metas por alcanzar. Sin embargo, estas terminologías no muestran el verdadero significado de lo que hoy conocemos de la familia.

Según (Aguirre, 2019, pág. 19) citando a (Aguirre, R. A., Aguirre, R. L., Aguirre, M., & Aguirre, V.) “La Familia es la Institución Histórica y Jurídica de más profundo arraigo a lo largo de las distintas etapas de la civilización y su origen se remonta a los inicios de la humanidad”. Por consiguiente, observamos que el concepto de familia ha ido evolucionando de manera significativa, mostrando en el cambios sustanciales y procesales, y junto a ello la creación paulatina de los derechos fundamentales, nuevas concepciones sobre la familia y la protección que el Estado brinda frente a cualquier situación desfavorable de la eventualidad del mundo. Así mismo, en su desarrollo, ha logrado convertirse en una institución fundamental para la sociedad, dando a su vez garantías y un mayor reconocimiento para ciertos miembros de la familia. Sin embargo, aquel avance también hizo que surja la aparición de nuevos problemas como lo son: Las rupturas, los divorcios, etc.

Según Plan Nacional de Apoyo a la Familia^[1], se define esta como una institución natural y fundamental de la sociedad, su unidad básica, primer espacio de socialización del ser humano en que se generan derechos, deberes y relaciones, orientados al bienestar y desarrollo integral de las personas y donde se aprenden valores fundamentales para la convivencia social como la solidaridad y la búsqueda del bien común. Podemos comprender, que la familia viene a ser un elemento esencial para la vida en comunidad, una institución fundamental que cuenta con un conjunto de factores jurídicos, religiosos, políticos, económicos, morales, éticos educativos y psicológicos, que servirán de base para el desarrollo integral, formación e integración del ser humano en la sociedad.

En palabras de (Giraldo S. , 2019, pág. 34) la familia se presenta como una institución social al tener en su interior a un grupo de personas unidas por vínculos diversos que interactúan y coadyuvan a su desarrollo personal, sentando así las bases para la conformación de la sociedad.

1.1.2 Definición Jurídica Peruana

Para el autor (Tayo, 2018, pág. 41) desde el punto de vista jurídico, en un sentido estricto, la familia, es un grupo formado por la pareja, sus ascendientes y sus descendientes, así como por otras personas unidas a ellos por vínculos de sangre, matrimonio, concubinato o civiles, a los que el ordenamiento positivo impone deberes y obligaciones. Y en sentido amplio se puede afirmar que la familia está constituida por dos o más personas que comparten una vida material y afectiva, en la que se dividen las tareas y las obligaciones, por cuanto hace a la satisfacción de aquellas actividades que permiten su subsistencia, desarrollo y calidad de vida integral; así como la convivencia solidaria, de la ayuda mutua y el apoyo moral y afectivo, dirigido todo ello a lograr y procurar el desarrollo personal e integral para todos los miembros del grupo familiar.

1.1.2.1 A nivel Constitucional:

A través de nuestra historia republicana, la constitución de 1933 da por primera vez el reconocimiento a la tutela de la familia, así mismo, la ley señalo en ese instante la protección que se brindaría al matrimonio, la familia y maternidad.

Posteriormente, la constitución de 1979, implemento el capítulo II con siete artículos destinado a la familia, el cual reforzaría y se moldearía jurídicamente a la realidad y las costumbres, lo que significo amplificar el marco de protección a la institución de la familia matrimonial o unión de hecho, estableciendo derechos y deberes con los miembros de forma que asegure la igualdad entre ellos, suprimiendo la diferenciación entre los hijos legítimos e ilegítimos.

Según (Aguirre, 2019) diversos autores señalan que la Constitución de 1993, no precisa un modelo determinado de familia, no obstante, no podríamos afirmar, que no existe un modelo constitucional, sino que nuestra carta fundamental ha querido mostrarnos una puerta abierta para los distintos tipos de familias que conviven en nuestra sociedad.

Sin embargo, contiene ciertos elementos que permiten determinar el modelo constitucional que ampara. En este sentido, (Avalos, 2018, pág. 31) nos dice que los cambios culturales inciden directamente en la forma en la que se interpretan y aplican las normas constitucionales; por lo que el reconocimiento de otros modelos es factible, siempre que sean generadoras de familias.

1.1.2.2 Código Civil de 1984

Teniendo en cuenta que somos un país pluricultural, el imponer un único concepto o modelo de familia, no sería valido; más bien, nuestro sistema jurídico debería amparar las nuevas formas de familia a la regulación.

La familia, al ser un instituto natural, se encuentra inevitablemente a merced de los nuevos contextos sociales. (Pineda, 2018, pág. 5) señala que se deben a cambios sociales y jurídicos tales como la inclusión social y laboral de la mujer, la regulación del divorcio y su alto grado de incidencia, las grandes migraciones hacia las ciudades, entre otros aspectos, han significado un cambio en la estructura de la familia tradicional nuclear, conformada alrededor de la figura del pater familias.

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