Fondos Buitre

Para realizar un análisis, es necesario remontarnos a los antecedentes históricos, a las causas por las cuales hoy hablamos de fondos buitre, problemática económica, política y social que afecta a varios países del mundo, incluyendo a la Argentina.

Antes de la crisis de 2001, Argentina intentó salvar su economía con dos operaciones financieras. Primero, con el Blindaje, Argentina recibió un préstamo ficticio de 40 mil millones de dólares, tiempo después se aplicó lo que se conoce como Megacanje, que intercambió bonos viejos por nuevos. Ambas operatorias fracasaron, el país entró en default y muchos de los que tenían bonos, se vieron obligados a venderlos. A quienes compraron esos bonos (a un precio  mucho menor), se los conoce como fondo buitre.

En los años 2005 y 2010, Argentina reestructuró su deuda, pero estos fondos, no quisieron aceptar la negociación.

 En diciembre de 2011, el fondo buitre NML presentó una denuncia contra la Argentina en la justicia norteamericana, queriendo cobrar el valor total de ganancia, un año después el juez Thomas Griesa falló a favor del fondo buitre y ordenó pagarle el 100%. Argentina apeló y un mes después, el Tribunal de Nueva York suspendió la orden de pago del fallo de febrero. En septiembre de 2012, la Corte de Apelaciones (una instancia judicial superior) confirmó la orden de pagarle a NML. Frente a esta situación, Argentina volvió a apelar, pero la Corte de Estados Unidos rechazó esa apelación y ordenó que el Estado argentino cumpla lo que había fallado el magistrado de primera instancia.

Este tema, en los últimos meses, ha recorrido infinidades de medios de comunicación, sobre todo argentinos. Como bien se sabe, nuestro país no es justamente conocido por la objetividad o la independencia de opiniones en los medios de comunicación, con lo cual, la forma de hablar del tema, de tratar la causa a la hora de un debate, fue extremadamente ilógica, por el sólo hecho de informar queriendo ensuciar al gobierno de turno, contagiando esas ideas a aquellas personas que, sin conocimientos sobre el tema, optan por repetir o creer lo que esos medios de comunicación cuentan.

Al no ser éste, un tema meramente político, sino económico (y judicial si se quiere), se pasa por alto el reconocimiento al oficialismo, por ser el primer gobierno que asume la responsabilidad de pagar deudas ilegítimas contraídas por otros mandatos, y es absurdo que se cuestione la decisión más cuerda que fue la de no pagar los 225 millones de dólares que exige la justicia norteamericana, a pagarle a estos fondos, trayendo consigo una sola consecuencia: quebrar economía del país.

Curiosamente, quienes se manifestaron totalmente en contra de que Argentina decida no pagar esa suma de dinero, fueron economistas neoliberales, quienes realizaron análisis de diversas índoles, llegando a la conclusión de que lo único que había que hacer, era pagar y volver a la normalidad. Sería importante aclararles entonces, que si le llaman normalidad, ver a un país desbastado por economías neoliberales que varios antecedentes más que negativos han tenido en la historia argentina a causa de políticas a corto plazo y con un Estado ausente de cualquier tipo de políticas económicas, pues no queremos esa normalidad. Preferimos hacernos respetar, y hacer valer nuestro país, completamente ajena a cualquier idea de títere o marioneta de países imperialistas “potencias”, cuya intervención en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, no ha causado más que pobreza, desempleo y crisis.  

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