Glosadores y comentaristas: ¿Opuestos o complementarios?

Glosadores y comentaristas: ¿Opuestos o complementarios?

Pese a las creencias que existen, la escuela de los Glosadores no es contraria a la de los comentaristas, ambas se encuentras simultáneamente complementadas, solo que con objeto de estudio diferente.

Existen ciertos antecedentes que nos demuestran una nueva época y redescubrimiento del derecho romano clásico, a partir del siglo X, existe una mejora en la calidad de vida europea, vuelve a establecerse la vida urbana. En este contexto, es que se hace necesario contar con un derecho de mejor calidad. En la segunda mitad del siglo XI se redescubre por completo el Corpus Iuris Civilis de Justiniano, nacen las universidades y con ellas, la enseñanza de la jurisprudencia. El resultado de estos sucesos fue el nacimiento de  la Escuela de los Glosadores.

La escuela de los Glosadores fue fundada en Bolonia, a partir del siglo XII, el fundador de esa escuela fue Irnerio (1085 – 1125) quien,  junto con el método de trabajo (basado en la glosa) y el proceso de sacralización al que fueron sometidos los textos de Justiniano, planteaban que éstas podían responder a cualquier género de problema jurídico que se planteara. (Bernal, 2009).

Acurssio hizo una compilación que fue reconocida como la Magna Glossa, la cual contenía 96.000 glosas, ésta manifiesta el esplendor de esta escuela, y al mismo tiempo verifica que se “agotó” el trabajo propio de esta escuela. Los glosadores también realizaron otros géneros literarios además de las glosas: vocablos, lecturas o comentarios, sumas y cuestiones disputadas.

A mediados del siglo XIII surge la escuela de los Comentaristas o Post Glosadores quienes tienen un nuevo método: los comentarios. Ellos van a aprovechar el contenido del derecho romano, para acomodarlo a la realidad. Pretenden generar un derecho superior que va a mejorar el derecho actual, o suplirlo en algunos casos excepcionales.

La transición de la escuela de Glosadores hacia la de los Postglosadores ha sido gradual, aunque solemos considerar la publicación de la Glosa ordinaria, o Gran Glosa, obra de Acursio que comienza a circular en 1230, como la piedra mojonera que separa la primera de las otras dos escuelas. Efectivamente, uno de los rasgos que distinguen a los Postglosadores de sus predecedores, es el hecho de que suelen referirse a la  Glosa Ordinaria, y solo raras veces a las obras individuales de los glosadores. (Margadant, 1986)

Los principales géneros literarios que desarrolla esta escuela son los Comentaria, Consilia y Tratactus.

Los comentaristas  van más allá del simple comentario del texto, pues no sólo los estudian sino que buscan aplicarlos a casos de la vida real. Tratan de realizar una tarea de orden práctico, abordaron los textos romanos con mayor libertad, no se proponían explicar la letra sino indagar la razón de ser de la ley.

Existe un preocupación mayor por la aplicación práctica del derecho romano, los juristas se atreven a usar los textos como normas y a usarlos por analogía en casos semejantes, manipulan el D° romano para que sea útil, en cambio, los glosadores no se atrevieron a modificarlo.

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