Historia de las Relaciones Internacionales

Capítulo 5 - La cuestión de Oriente

CLASE: Inicia en 1830 con la independencia de Grecia y termina hasta después de la segunda guerra mundial cuando del imperio solo queda la península de Anatolia.

Los rusos querían salida al mar caliente, pero los otomanos y los ingleses no lo van a permitir, por lo que intentan buscar salida por medio de las regiones eslavas, con el pretexto de querer ser sus guardianes y así poder conseguir su salida.

Se explica a partir de factores internos y externos. La región fundamental es el mediterraneo y las potencias eran Rusia e Inglaterra. Otras como Francia,  se queda con Argelia y Túnez.

Al interior le van quitando soberanía al imperio. Ingleses, francés y alemanes le van quitando sus recursos económicos y la soberanía a partir de préstamos, de créditos.

Desde la Independencia griega, la autonomía de Egipto, hasta los acuerdos finales después de la Primera Guerra Mundial.

El Imperio otomano en el ochocientos comprendía un espacio inmenso extendido por tres continentes y centrado en el Mediterráneo oriental. El imperio cubría la totalidad del sureste del continente entre el Danubio y la península de Morea, las islas griegas y, por extensión, un territorio inmenso en Asía y África desde Anatolia (Turquía), el Cáucaso (Montañas entre el mar Negro y el mar Caspio;Armenia, Azerbaiyán y Georgia), Mesopotamia (entre Tigris y Éufrates; Irak y Siria) y Arabia a los confines occidentales de Argelia, incluido casi todo el Próximo Oriente (o Medio Oriente, Región más cercana al mediterraneo) y el norte africano (Argelia, Túnez, Libia y Egipto).

En total fueron 27 estados:

7  en los Balcanes (Grecia, Serbia, Rumania, Bulgaria, Macedonia, Montenegro y Albania), sin incluir Turquía y Chipre. 9 en Asia (Siria, Líbano, Israel, Palestina, Jordania, Iraq, Kuwait, Arabia Saudí, Yemen , aparte de Omán y los Emiratos Árabes Unidos, sobre cuyos territorios los turcos no ejercieron soberanía estable. Y 5 África (Egipto, Sudán, Libia, Túnez y Argelia).

1.3 Una compleja realidad etnico-cultural

Se le conoce como cuestión de Oriente al declive lento pero imparable del imperio, centrado en los Balcanes. El imperio otomano, se quería modernizar pero sólo logró pobres resultados. Los Estados balcánicos de Grecia, Serbia, Bulgaria, Rumania, Montenegro y Albania se independizaron entre 1829 y 1913, así como Egipto en 1841, país que perdieron definitivamente en 1882 al convertirse en protectorado británico.

Sin embargo, el problema básico del imperio no fue la enorme extensión y dispersión de sus territorios por tres continentes, la disparidad de razas, pueblos y religiones, la ausencia de solidaridad entre tan variados componentes, y ni siquiera la voracidad de Rusia y las otras grandes potencias, o que las minorías fuesen ganadas por el nacionalismo, con ser todos ellos factores enormemente preocupantes. El problema básico  hestuvo en la incapacidad otomana para abordar con éxito el reto de la modernización mediante reformas estructurales en el contexto de un Estado laico, algo wue era imposible sin antes desmantelar  el modelo estatal-religioso existente fundamentado en el Islam.

La sharia o la ley islámica regulaba las relaciones sociales. La ley islámica contemplaba el respeto a los seguidores y otras grandes religiones monoteístas. Podían practicar libremente sus creencias, a cambio de la correspondiente de tributos económica. Sin duda, era un sistema mucho más tolerante que en el occidente europeo. Las ocasionales matanzas de griegos, serbios, búlgaros y armenios en ningún caso obedecieron a motivaciones religiosas sino a causas políticas.

Extranjeros disfrutaban de derechos de protección de sus instructivos cónsules, así como también de la extensión total o parcial de cargas fiscales. Éste sistema se abusó con largueza, lo que representa para Turquía un cáncer que demoraba sus mejores recursos humanos y económicos.

1.4 La dinastía Osmanlí

Turquía se regía por una monarquía absoluta y es hereditaria. El poder, se llevaba manos de dos personas el soberano y su vicir. Esto así como la propia estructura feudal del imperio, conllevada las más graves deficiencias estructurales y de funcionamiento.

La organización del territorio comenzaba con provincias (al frente estaban los gobernadores). Debajo de las provincias existían distritos más pequeños – ziamets y timars– regidos por gobernadores. Gobernadores eran militares y su función consistía en la puntual percepción de los tributos. Los ejércitos eran de suma importancia, eran entre el profesionales y mercenarios. La organización social y económica no era avanzada. Era puramente feudal. Sin embargo, el sistema agrario otomano, prohibía expresamente la servidumbre del cultivador, por lo que resultaba más avanzado que el ruso y esto fue una clave para la vitalidad del Estado turco.

1.5 El reto de la modernización

El último aspecto a considerar dentro de los factores internos de la caída del imperio, es la incapacidad del Estado para autoregenerarse. Imposible crear reformas sin la supresión del sistema mismo. Esto no sucedió hasta 1922 con la abolición del sultanato y el califato, y la implantación de una república laica. El reto de la modernización favor dado en el siglo XIX. Se tradujo en reforma estarías incompletas y de alcance limitado. La reforma osmanlí , se centró en tres campos: la administración pública, la reorganización del ejército y la reforma fiscal. Continúa pág 119. Sin embargo, la causa última de los fracasos cosechados en la mayor parte de las reformas, fue la falta de recursos económicos.

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