Icse Clase 20

Clase 20_Mascarenhas y Post

Refiere a los subsidios. El análisis se sitúa en Argentina, en los casos de subsidios al gas y al transporte.

Subsidio es toda asistencia gubernamental hacia sectores privados, consumidores o empresas, respecto del cual el gobierno no recibe ninguna contraprestación consecuente. Incluye operaciones que le permiten al productor de bienes/servicios recibir compensaciones más altas que las que recibiría en una situación de mercado perfecto. Estos se determinan a partir de un balance de oferta y demanda, se consigue un precio de equilibro, que es el precio al que el consumidor puede acceder, y por haber competencia perfecta, compatible con la calidad del producto.

La idea principal de los autores es poder conceptualizar los subsidios de amplio espectro. Estos son los subsidios con alcance muy amplio, que luego se terminan transformando en “policy traps”. Son una trampa por la cual los dirigentes políticos luego no pueden retirar por temor al costo político que implicaría.

El texto argumenta que los gobernantes en Argentina tienen amplia tendencia a aumentar el presupuesto para programas de subsidio al consumo cuando el precio de insumos críticos (como alimentos importados o combustibles), cuando hay un shock de precios, un incremento sustancial de los precios. Tratan de minimizar el impacto que esos precios tienen en los servicios para que el consumidor (beneficiario indirecto) pueda disfrutar de no “registrar” ese incremento en el costo del servicio que consume.

Los gobiernos de Argentina en los últimos tiempos además están cruzados por fuertes tensiones económicas que muchas veces derivan en inestabilidad política. Por eso poder asegurar un flujo de subsidios que estabilice los costos de ciertos servicios críticos, permite a los dirigentes políticos un incentivo permanente independiente de la orientación ideológica que tengan.

Las políticas de subsidios del texto se enfocan en el transporte y en gas. Al observar los efectos distributivos de las políticas, vemos que la política de los subsidios al transporte es mucho más progresiva que al gas, ya que el mismo es utilizado por sectores menos pudientes/populares, mientras que, en el caso del gas, el subsidio no tiende a tener ese efecto redistributivo, es más regresivo, ya que quienes más tiendes a consumir gas son los sectores más pudientes (quienes tienen una vivienda más amplia, más equipos a gas, o a energía eléctrica generada con gas en centrales termoeléctricas). La matriz energética argentina tiene mucha incidencia en el gas, por lo cual los subsidios al mismo tienen una gravitación presupuestaria muy importante.

En ese universo de beneficiarios hay 2 características en los países que adoptan subsidios.

1. Son poblaciones fuertemente concentradas en zonas urbanas
2. El valor monetario de las políticas sociales más típicas, especialmente las de seguridad social, donde el beneficiario tiene un registro de quién le presta el servicio. Sin embargo, en los subsidios al consumo al transporte, y distribución de gas, esa prestación está más invisibilizada. El hecho de que estén más invisibilizadas hace que el gobierno que las presta no tenga una contraprestación consecuente (prestarlos, no le genera más legitimidad política, pero quitarlos, sí le costará).

En tanto a 2 podemos ver casos concretos en la historia reciente de Argentina. Durante los gobiernos de los Kirchner hubo un fuerte subsidio al consumo de gas (incrementalmente regresivo). Como se concentra en zonas urbanas y esos beneficiarios no votaron a la gestión de Kirchner, vemos que la masa dineraria invertida en subsidios no les generó rédito político concreto. En cambio, el costo político que pagó Macri por tratar de retirarlos (sobre todo en energía eléctrica) fue muy alto, ya que había tratado de reducirlos por su gran incidencia en el presupuesto, erosionando su imagen política. Luego Macri, ante los shocks de precios externos, y con elecciones inminentes, desistió en esa política de reducción de subsidios, e incluso los aumentó para poder atenuar el impacto en el costo político.

Concluyen que tanto los shocks de precios e incentivos de los gobiernos por no desgastarse políticamente son lo que los convierte en policy traps. Se enraízan fuertemente en los esquemas presupuestarios y luego es muy difícil retirarlos.

En el caso de argentina, la salida de la convertibilidad en el año 2001, luego de la crisis, hizo que el gobierno de Duhalde pensara y llevara adelante una política de renegociación de los contratos de concesión de algunos servicios, decidiendo congelar tarifas porque la salida de la convertibilidad había sido traumática, frenando una crisis política y social muy importante. Se entendía que el mantenimiento de las tarifas ayudaría a recuperar el tejido industrial (por el valor de la energía, le permite ganar competitividad gracias a la baja/mantención de los costos de producción).

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