Influencia de la ciudad y los sistemas regionales en los estándares de educación en ciencias sociales

Universidad del valle

Sonia piedad Martínez. Código: 1632694

ENSAYO 1

Influencia de la ciudad y los sistemas regionales en los estándares de educación en ciencias sociales

La educación es uno de los principales focos del acuerdo de paz en Colombia (Alto Comisionado para la Paz, 2016); así, un país con la aspiración de un alto desarrollo social y económico debe proporcionar una educación inclusiva y de calidad. Y aunque el gobierno actual ha implementado múltiples reformas para mejorar la educación, una de las principales brechas que aún tenemos es con respecto a la educación rural; este fundamento radica en la profunda desigualdad existente entre las zonas urbanas y rurales de Colombia, y esta última enfrenta altos niveles de analfabetismo, baja asistencia a la escuela e infraestructura débil.

Al respecto, el ministerio de educación nacional sostiene que, “la formación en ciencias en la Educación Básica y Media contemple el abordaje de problemas que demandan comprensiones holísticas (como por ejemplo la pobreza, la contaminación ambiental, la violencia, los modelos de desarrollo, el desarrollo tecnológico…)”(Ministerio de Educación Nacional, 2004), y no hay duda de que el futuro de Colombia depende de mejorar las condiciones que promueven la igualdad, y la educación de calidad es crítica.

Ahora bien, en lo que respecta a la ciudad de Cali, en materia de educación “se presentan deficiencias tanto en cobertura como en calidad, que la ubican por debajo de ciudades como Bogotá, Manizales, Pereira y Medellín.” (Fundación Corona, 2016: p1).

“Cali registra tasas de cobertura, repitencia y deserción similares a ciudades del Pacífico Latinoamericano. Sin embargo, en términos de calidad, el desempeño de los estudiantes en las pruebas PISA realizadas por la OCDE, ponen a la ciudad (en general a todo Colombia) como uno de los resultados más bajos de Latinoamérica.” (Fundación Corona, 2016: p2).

Luego, con el fin de evaluar la calidad de la educación en Colombia, el Gobierno aplica una serie de pruebas periódicamente que monitorean el desarrollo de las competencias básicas en los estudiantes de educación básica y media en diferentes etapas del proceso educativo (Pruebas Saber 3, 5, 9 y 11). Como resultado de ello, “más de 60% de los estudiantes en Colombia durante 2014 registró un desempeño insuficiente o mínimo en las Pruebas Saber 5 en las áreas del conocimiento de Lenguaje, Matemática y Ciencias Naturales. En este contexto, Cali registró en 2014 resultados mejores que el promedio nacional y de ciudades como Medellín, B/quilla, Cartagena y el municipio de Yumbo” (Fundación Corona, 2016: p3). Creo que la educación es un mecanismo esencial para cerrar todas las brechas en Colombia, especialmente las relacionadas con el género y el subdesarrollo rural.

Así que, para estudiar este fenómeno es necesario conocer primeramente ¿qué son los estándares básicos de competencias? “son criterios claros y públicos que permiten conocerlo que deben aprender nuestros niños, niñas y jóvenes, y establecen el punto de referencia de lo que están en capacidad de saber y saber hacer, en cada una de las áreas y niveles.” (Ministerio de Educación, 2004: p5).

Bien se sabe que la falta de estándares comunes para el aprendizaje de los niños dificulta el desarrollo y el potencial educativo, lo cual se ve obstaculizado aún más por las habilidades pedagógicas limitadas del personal. Además se suman a ello un Liderazgo débil del sistema y una falta de compromiso local. Por ejemplo, en la Ciudad de Cali, los niños pequeños de familias desfavorecidas es probable que asistan a modalidades de baja calidad o incluso no tienen acceso. Teniendo para ello unos recursos de aprendizaje limitados y de baja calidad, desde infraestructura básica para maestros, hasta la ausencia de escuelas ubicadas en la mayoría zonas urbanas y rurales desfavorecidas como las laderas de Siloé, y el distrito de Agua Blanca, entre otras.

Ahora bien, para remitirnos a los estándares en ciencias sociales en grado 11 de Cali, se puede observar que hay ya currículo sobrecargado y fragmentado combinado con las prácticas de enseñanza que impiden la participación de los estudiantes en la construcción de la paz; esto se agrava por el clima difícil en muchas escuelas, donde se puede observar el micro-tráfico de armas y estupefacientes, unido a las redes delincuenciales que permean al interior de estas instituciones. Por lo cual la aplicación de un estándar en ciencias sociales pasa a ser una utopía.

Actualmente en Cali, la mitad de una cohorte de estudiantes abandona debido a una amplia gama de factores, incluida la orientación profesional limitada y apoyo académico insuficiente para compensar bases de aprendizaje débiles. Las diferencias socioeconómicas y geográficas son marcadas. Solo “el 9% de los estudiantes de las familias más pobres se matriculan en educación terciaria, en comparación con el 53% de los más ricos.” (Fundación Corona, 2016:p3)

Por otra parte, situándonos desde el lado de las instituciones se puede ver que, Los requisitos de calidad para operar son mínimos y pocas instituciones buscan la acreditación de alta calidad. (Artículo 138, Ley 115 de 1994) además, sin un fuerte sistema de garantía de calidad, las instituciones de baja calidad se han multiplicado.

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