Informe Sobre El Fracaso Escolar

Informe sobre el Fracaso Escolar.

“El fracaso escolar es un fenómeno contemporáneo de la escolarización masiva.” (Terigi, 2009, 25)

Con el surgimiento de la escuela moderna, portador de rasgos como la simultaneidad, la presencialidad, la descontextualización y la masividad, aparece en consecuencia el fenómeno del fracaso escolar.

“El modelo homogeneizador experimento tempranamente grandes dificultades para escolarizar exitosamente grupos específicos de sujetos. En estas circunstancias, la educación apeló a la psicología para contar con parámetros de normalidad que le permitieras explicar porque no aprendían quienes no aprendían, identificando en los sujetos (los alumnos con escolarizaciones fallidas) los atributos que habrían de explicar la dificultad. La utilización de procedimientos psicológicos para legitimar decisiones escolares constituye una forma de relación entre las prácticas educativas y las psicológicas, en las que las segundas vienen a dar respuesta a vacíos en la educación como campo disciplinar frente a problemas surgidos en las propias prácticas educativas.” (Terigi, 2009, 29).

Es decir, que la psicología fue considerada ciencia de fundamentos para el campo educativo. Primero lo fue para la pedagogía y luego para la didáctica. Se constituyó así lo que llamaron modelo patológico individual que desarrollo una psicología individualista con una metodología individualista (pruebas de inteligencia, etc ) para explicar el problema del fracaso escolar, y en la medida en que se fue integrando a los psicólogos y psicopedagogos a la escuela, la intervención de éstos para con los sujetos en sus problemas, era con un abordaje de tipo clínico (Terigi, 2009).

Si bien hay un acuerdo en lo que usualmente se llama fracaso escolar (desgranamiento, repitencia, bajo rendimiento, dificultades de aprendizaje, sobre edad, logros diferenciales según género, sector social o etnia), se plantea un desacuerdo con el modo de interpretarlo. Se pide recuperar las perspectivas interaccionistas, sistemáticas, situacionales, contextualizadas para producir una crítica teórica al modelo patológico individual (Terigi, 2009).

“En los últimos años la psicología ha profundizado la perspectiva interaccionista, lo que se conoce como giro contextualista, que pondera la especificidad del aprendizaje escolar. Afirma que el sujeto es incorporado a sistemas de actividad específicos que tienen efectos productivos sobre sus formas de actuación, sobre sus aprendizajes y su desarrollo, e insiste en el carácter situado que deben asumir las investigaciones sobre el aprendizaje escolar” (Terigi, 2009, 30).

Dentro de la perspectiva situacional, Baquero formuló una critica teórica al apoyándose en la tradición vigotskiana, identificando la falacia de abstracción de la situación. Cambia la lectura del fracaso cuando se incorpora al análisis la hipótesis situacional,

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