Juan Carlos en la transición española
Enviado por Anita Turóczi • 30 de Octubre de 2018 • Ensayo • 3.909 Palabras (16 Páginas) • 165 Visitas
¿El elegido o el fracasado?
El Rey Juan Carlos, es la figura clave de la transición democrática en España. La historia reciente de este país no se puede entender sin explicar su papel en todo el proceso, como personaje destacado de los acontecimientos más importantes en los últimos años. La transición democrática, su papel destacado en la resolución pacífica del intento de golpe de Estado en 1981, así como su relevante papel en la política exterior española le han convertido en un Jefe de Estado valorado y apreciado por los ciudadanos mientras por otro lado, al culminar su mandato fue recriminado por sus propios seguidores. De esa manera podemos cuestionar ¿sí Juan Carlos fue una correcta elección o los acontecimientos al final de su reinado representan una caída del mismo? La muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos como Rey de España son el principio de una transición iniciado por un rey muy joven, en momentos de grandes dificultades sin embargo con un largo período de paz, de libertad y de estabilidad. Antes de esa etapa de tranquilidad el país sufrió por las consecuencias de la Guerra Civil y luego por la dictadura de Franco, lo que llevó al pueblo al fascismo. Desde el punto de vista monárquico la dictadura se puede dividir en 3 fases. El primer ciclo difunde en los primeros años del absolutismo de Franco, puesto que el rey anterior, Alfonso XIII, no había renunciado sus derechos dinásticos mientras permanecía en exilio en Italia. Después de su muerte, su hijo, don Juan de Borbón heredó todos sus privilegios dinásticos, El inició de la segunda etapa es el año 1947, cuando fue reconocida la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, por consiguiente España volvería a ser una monarquía. Aunque don Juan, el heredero del trono, se encontró en exilio envió a su hijo, Juan Carlos, quien nació en Roma en 1938, para estudiar en España. La última fase es el año 1969, cuando Juan Carlos fue nombrado oficialmente como sucesor de Franco, después de su muerte. En aquel tiempo don Juan aún conservaba sus derechos antiguos, pero aceptó la nueva situación. Lo cual realmente llego a ser oficial sólo en el año 1977, cuando don Juan renunció al trono. En el tiempo de la proclamación de la ley anteriormente mencionada, la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, y antes también en los principios de la dictadura la relación entre Franco y don Juan había llegado a un punto crítico porque por una parte el hijo del último rey se identificó con el movimiento contra la República y por otra parte fue alejándose del régimen de Franco mientras ayudaba la restauración de la Monarquía tradicional. Al final don Juan cambió su actitud intentado mejorar sus relaciones con Franco. Por lo cual en 1948 decidieron de la educación del hijo de don Juan, es decir de Juan Carlos, que tendría lugar en España. Para Franco eran muy importantes los estudios del joven, a quien le otorgó el título del Príncipe de España, lo cual fue inventado para él. Por consiguiente el Caudillo guiaba todos los pasos en su desarrollo personal y tanto militar como formar un católico fiel a Dios. Debido a los planes de Franco Juan Carlos cursó estudios, primero en Madrid y en San Sebastián, a continuación en varias academias militares, y por último, asistió a diversos cursos en las facultades de Filosofía y Derecho en la Universidad Complutense. Por lo tanto durante varios años estaba preparándose para ocupar el alto cargo, mientras según Franco contaba con diferentes puntos a su favor: pertenecía a la familia Borbón, había demostrado fidelidad a las instituciones del Régimen, era un soldado y por consiguiente gozaba de una relación estrecha con el ejército. De esa manera podría asegurar la continuidad del franquismo, aunque Franco siempre le recordaba que nunca iba a tener el mismo poder que él, porque no había ganado la Guerra Civil. Sólo era rey porque el lo había elegido como su sucesor. Hay que tener en cuenta que Franco había nombrado a Juan Carlos como su sucesor, pero ¿qué tipo de sucesor? Porque es evidente que no iba a tener el mismo poder que Franco. ¿Era el deseo de Franco que Juan Carlos fuera sólo una „marioneta”, mientras Carrero Blanco, el Presidente del Gobierno, controlaba todo? Se realizaron muchos estudios sobre el tema, pero nadie sabe realmente las intenciones de Franco. Aunque había elegido a Carrero Blanco como Presidente del Gobierno, él cual ocupó el cargo durante poco tiempo ya que fue asesinado por ETA (Euskadi ta Askatasuna), una organización terrorista. Después de su nombramiento como sucesor de Franco, Juan Carlos cada vez alcanzó más funciones del Estado. En 1971 fue nombrado suplente oficial de Franco en el caso de enfermedad, y un año más tarde se incluyó la muerte del dictador. Aunque los españoles no creían en el Príncipe, muchos suponían que no podrá conservar el trono durante mucho tiempo, pero poco a poco la nación comenzaba a verlo como sucesor del anciano dictador. En 1974 el estado físico de Franco empeoró y así traspasó las funciones de Jefe del Estado a Juan Carlos. Después de unos meses Franco se recuperó y volvió a tomar el poder máximo del país. En octubre de 1975, por el Gobierno de Arias Navarro, Juan Carlos fue nombrado otra vez como Jefe del Estado pero en este caso ya en funciones también. Aunque Franco hasta el último momento anhelaba mantener su poder ya que pretendía morir conservándose como Jefe del Estado. Al final cuando los médicos aseguraron que Franco no volvería a mejorarse, Juan Carlos aceptó la transmisión de los poderes. Tras la muerte del Caudillo, el 20 de noviembre de 1975, la Ley de Sucesión entró en vigor y el 22 del mismo mes las Cortes proclamaron como Rey de España a Juan Carlos, con el nombre Juan Carlos I. La mayoría de los españoles proponían una democracia después de la muerte de Franco, pero realmente no intuían que podían conseguir con el nuevo rey. La pregunta era: ¿si Juan Carlos I era el hombre adecuado para el cargo?, es decir que sería rey de todo el pueblo ¿o sólo un títere de Franco? ya que mucho dependía de las intenciones del Rey. Incluso se planteó una cuestión importante, la cual era ¿cómo continuar? El Rey tenía tres opciones, por un lado seguir con la dictadura,ya que como Príncipe juró lealtad a las Leyes Fundamentales del régimen. Por otro lado optar por las reformistas e imponer una evolución lenta hacia la democracia o llevar a cabo los planes de los rupturistas que serían cambios rápidos con una renovación total. Al final todos recibieron una respuesta rápida en el primer mensaje de la Corona: „Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España. Esta etapa que hemos de recorrer juntos se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva.” (El mensaje de la Corona). Con las frases mencionadas Juan Carlos y la Monarquía deja claro las intenciones del cambio dando así paso a la democracia. La primera decisión importante del Rey fue sustituir a Arias Navarro como Presidente del Gobierno por Adolfo Suárez, ya que era obvio que Arias Navarro como el último presidente del gobierno de Franco no favorecía los cambios. El Rey arriesgó todo por dar el puesto a Suárez porque tenía que elegir a la persona adecuada para lograr la democracia. Mencionando los primeros años del reino de Juan Carlos se habla del término transición. Esa expresión representa el período de la transformación del régimen de Franco a la democracia. Durante la transición España logró volver a construir relaciones internacionales. en una época llena de optimismo y esperanza. Realmente es difícil mencionar una fecha exacta que marca la transición, unos hablan de período preconstitucional entre 1975-1978, aunque unos historiadores mencionan una fecha más temprana como el inicio, es decir el 20 de diciembre de 1973, el día de la muerte de Carrero Blanco, quien era la última persona que aseguraba la continuidad del régimen de Franco, pero debido a su muerte perdieron un pilar muy fuerte sobre el cual se sustendría el franquismo sin Franco. Mientras el 23 de febrero de 1981 es una de las fechas mencionadas para el fin de la transición, cuando se produjo el intento de golpe de Estado. Podemos afirmar que la transición fue un proceso muy complejo en el que el Rey tuvo un papel muy importante, junto con las fuerzas políticas y la sociedad española. Entre los políticos el rol más importante lo tenía Adolfo Suárez, quien estaba formando su gobierno y en la primera reunión del gobierno acudió el Rey también para que todos supieran que estaba de acuerdo con Suárez. Mientras en su discurso infundió así a la gente „para hacer posible la clara y pacífica participación de todos los ciudadanos para decidir nuestro futuro.” (Preston, 358) O sea el Rey procuraba que todos los españoles comprendieran que estaba pensando en ellos, porque juntos formaban una nación. Para aprovechar esa situación y para conseguir el apoyo para la reforma democrática, viajaba mucho dentro del país, a Asturias, a Andalucía o a Cataluña, donde hablaba en catalán con la gente, así se había ganado el corazón de los catalanes. Nació una ley para la reforma democrática que fue aprobada en 1976. Dicha ley servía como un documento que disponía las bases para el proceso de democratización y al mismo tiempo la muerte del régimen antiguo, aunque las Cortes se formaron por políticos vinculados con el franquismo. Después de un año del nacimiento de la Ley para la Reforma Política España llevo a cabo las primeras elecciones generales, cuando la Unión de Centro Democrático liderada por Adolfo Suárez logró la victoria y a partir de este momento inicia el proceso de la nueva constitución. Juan Carlos I desde este momento había pasado a ser un Rey de una democracia, cuyos poderes serían limitados por la Constitución. La Constitución que entró en vigor en 1978 estableció las estructuras básicas políticas de la España posfranquista. Por ejemplo la Iglesia católica perdió su papel dominante como religión del Estado, pero seguía existiendo un problema histórico que no iba a resolverse tan fácilmente, eso es el regionalismo. Según la Constitución, España estaba compuesta por 17 regiones diferentes. Pero el País Vasco y Cataluña no compartían la misma ideología y reclamaban más independencia. Para solucionar el problema en la Constitución se estableció que cada región tendría su propio presidente, poder legislativo y sistema judicial, pero aún así sería gobernada desde el centro político y de esa manera se formaron las autonomías. Podemos mencionar no solo la minusvaluación de la iglesia sino otros cambios culturales y sociales también. Concretamente el caso del castellano, que sirve como lengua oficial y todos los españoles tienen el deber de conocerla, pero más lenguas, como el catalán, el gallego y el vasco, también son aceptadas como idioma oficial. Puesto que según el Rey la diversidad lingüística es un patrimonio cultural. Por otro lado aunque la familia es la base de la sociedad, el aborto bajo condiciones y el divorcio son legales. Mientras el cambio más importante en el ámbito cultural fue terminar con la censura. Debido a eso los españoles podían opinar tanto sobre el tiempo de Franco como de los problemas actuales. De la misma manera apareció el teatro „independiente”, que expresa critica sobre el sistema político. Cabe mencionar también que varios años más tarde, cuando la democracia ya se estableció, en los años 90 Madrid fue la Capital Cultural de Europa, en Barcelona organizaron los Juegos Olímpicos y en Sevilla establecieron la Exposición Universal y en todos de estos eventos intentaron dar una imagen de un país muy moderno y sobre todo muy diferente a la época de Franco.
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