LA ANTROPOLOGÍA COMO CONTRIBUYENTE Y DE DIFÍCIL RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN

ENSAYO:

LA ANTROPOLOGÍA COMO CONTRIBUYENTE Y DE DIFÍCIL RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN

 La antropología y  la educación  son dos conceptos paralelos pero que a su vez están unidos en el  estudio físico,  manifestaciones sociales y culturales que desarrolla el ser humano en toda su extensión de sus actividades cotidianas. En  la historia de la Antropología de la Educación, su importancia a la hora de aportar los conocimientos que pertenecen al bagaje cultural-profesional de un educador y que le pueden preparar para hacer frente al estudio de algunos problemas en su ejercicio profesional; las relación con las costumbres de moda que suponen un estudio de la persona y de las comunidades en su capa más superficial, con la ventaja de que supone un aprendizaje fácil en el análisis y reflexión sobre lo cultural, pero con el peligro de que lo educativo en lo que tiene de afección y acción en las personas-pase a un segundo plano..

Considerando que la antropología  y  la educación están basadas en el plano teórico como en el práctico. Entre las ideas acerca del ser humano, su condición educable conduce a plantearse cuestiones antropológicas de relevancia y así se funda sobre lo humano, y sobre lo educable humano, el fundamento de la educación -punto de partida, medios, fines, contexto, etc.  La teoría acerca de la educación como proceso tiene contenidos antropológicos. Esta relación se registra en obras de tipo filosófico e histórico, desde la Antigüedad. En el tiempo en el que las disciplinas se separan y aparece la especialización y concreción práctica, se confirma esa mutua interrelación, y así por ejemplo, los datos obtenidos por una Antropología de corte empírico se usan para adoptar medidas educativas, y la información lograda en investigaciones sobre el fenómeno educativo aporta datos útiles para la búsqueda antropológica.

desde el inicio de la andadura de la Antropología de la Educación, sobresalen tres grupos temáticos: el estudio de los estilos de aprendizaje -con muchas referencias al currículum, a la enseñanza de materias básicas como lengua y matemáticas, al bilingüismo-; reflexiones sobre la etnografía, que replantean esta metodología y proponen nuevas técnicas y planos de análisis; y la investigación sobre la transmisión de la cultura -contextos culturales, valores, dependencia cultural, cultura de las instituciones educativas.

Cuando se habla del vínculo entre lo antropológico y lo educativo que aparece desde la Antigüedad, combinada con las relaciones de otros conocimientos -económicos, matemáticos, jurídicos, filológicos, etc. que posteriormente también se dan por separado, muestra su parte diferencial en el momento de la especialización. La desigualdad que observamos entre la Antropología y la educación al decir Antropología de la Educación, también llamada Antropología educacional o educativa, Antropología Pedagógica, Pedagogía antropológica, arrastra y acumula la tracción en el seno de la Antropología y en el seno de la Pedagogía. Esta perspectiva es digna de tener en cuenta como paso previo al recorrido de los diversos caminos epistemológicos útiles a la distinción entre  cultura y civilización. La primera es un elemento de la segunda. En otras palabras, la civilización engloba la cultura, la concepción del mundo, aunque no se reduce a ella. Contamos además con todo el ámbito del saber hacer, de lo tecnológico, así como de lo institucional, de la organización del mundo pero que también sin duda alguna formando los dos conceptos antropología-educativa y afirmando su  armonización tanto en el aprendizaje como en el desenvolvimiento en su contexto general del ser humano.

Indudablemente que la  cultural y lo científico en estos momentos del  conocimiento, incita a los educadores en la reflexión y en su práctica a desconfiar del pensamiento filosófico, a hacer uso de las culturas de las letras, no tanto en el medio de las ideas si no  en la práctica, con aplicación de la técnica, y esta a su vez llevar el conocimiento comprometido para solucionar los problemas que se le plantean en el contexto real en el que se desenvuelve, o se aleja de los postulados tanto científicos como prácticos , o si se envuelve en ellos deja de procurar educar porque el nihilismo conceptual de estas teorías paraliza, no orienta hacia la práctica. La alternativa escogida en este caso es conducir la educación por los derroteros utilitaristas en los que prima un valor: la destreza en la adquisición y transmisión de la información. Lo más genuino de la educación muere por que se no presentan  fundamentos  firme a ningún valor y defender sólo lo utilitario.

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