LA CALIDAD EN EL SISTEMA AGROALIMENTARIO GLOBALIZADO

LA CALIDAD EN EL SISTEMA AGROALIMENTARIO GLOBALIZADO

Con el pasar del tiempo, el sistema agroalimentario globalizado SA, se ha tornado cambiante acorde a las nuevas tendencias y necesidades del mercado, en este orden de ideas el concepto de calidad se ha venido imponiendo como nuevo eje de la competencia organizacional, siendo este un factor por mucho, más determinante que los precios ofertados de los productos, en este orden de ideas, hablar de calidad en los alimentos, es complejo, ya que, no solo abarca o lo conforman la parte nutricional y funcionalidad biológica, también conlleva el factor de identidad cultural en los diversos grupos sociales.

Por una parte, se encuentra la inminente necesidad de acoplar los procesos de producción y distribución de los alimentos a las exigencias de los consumidores actuales, los cuales mucho más cultos y conscientes de su consumo, buscan ese valor agregado del producto, esto traducido en calidad y competencia entre las organizaciones, formando  entonces una gran barrera para los pequeños productores o artesanos, dadas sus mismas condiciones de producción, económica y logística, limitan su capacidad de cumplimiento a estos parámetros de calidad impuestos en este nuevo; entre tanto, por otro lado, grupos sociales opositores del SAG, han forjado desde el ámbito social el concepto de calidad ligado al arraigo cultural, histórico y regional detrás de cada alimento.

Cada uno de los ya mencionados

En este orden de idas,  dadas las características atribuidas actualmente a la calidad alimentaria, se ha forjado un enfoque por asignar a la calidad atributos neutrales, dados por el actual consumidor, a fin de brindar a este  las condiciones económicas y culturales en las que tienen lugar la calidad en el SAG.

Por su parte, la producción de alimentos, considerado desde la  sociología económica, nos imparte calidad como una construcción que depende del entorno social, económico y político en el que tienen lugar tales relaciones, presentando variabilidad según las condiciones  específicas de espacio y tiempo.

Con la teoría de los regímenes agroalimentarios, podemos evidenciar como se ha venido dando la transición de la agricultura frente al desarrollo del capitalismo mundial, es así como  con  la evolución del S.A, la producción agrícola dejó de ser una  actividad artesanal, de pequeña escala, y se convirtió en una gran industria controlada por unas pocas corporaciones alimentarias en respuesta a la creciente demanda de insumos de agentes transnacionales.

La globalización del paso a una mayor disponibilidad de alimentos, pero también enfermedades asociadas con su mal manejo; por tanto los estándares de calidad de los alimentos, han sido ligados de manera intrínseca a la  inocuidad de los alimentos.

En términos de regulación, se ha hecho evidente como la regulación de producción, distribución y hasta la importación de materias primas paso de ser una responsabilidad del estado a ser de tipo privado, este factor cambio producto de  las naciones y las grandes corporaciones, acepta  modelo de regulación  más influyente en el SAG, e igualmente limitante para los productores artesanos.

No obstante el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) infiere en que la producción de alimentos artesanales difiere de la producción industrial por el predominio de lo manual, los pequeños volúmenes,  y el uso de insumos o recursos locales, además de la exclusión de aditivos y conservadores.

En términos históricos los modelos de producción artesanal han venido siendo desplazados desde el siglo XIX, poco a poco los  productos cada vez más procesados comenzaron a sustituir a los alimentos tradicionales generados en pequeña escala, sin embargo, las nuevas posiciones de consumo, centradas en la adquisición de productos provenientes de modelos alimentarios  artesanales, vinculados a la calidad con referencia social, brindan a este modelo una fuente de competitividad potente frente al paradigma industrial,  y estándares técnicos del SAG.

A lo largo del siglo XX con el avance del SAG, la agricultura dejó de ser productora de alimentos para transformarse en proveedora de materias primas o insumos para la industria alimentaria, para el siglo XXI, este modelo  se ha centrado en la integración de cadenas agroalimentarias de carácter global, controladas por las grandes corporaciones detallistas. El Régimen Alimentario Corporativo,  ha inducido la desestructuración de los mercados locales y el despojo de los productores, de la misma manera,   las certificadoras, se han convertido en el eje regulador de este imperante régimen, imponiendo concepciones de calidad e inocuidad muy ajenas a su conocimiento cumplimiento, pero obligadas para mantenerse en  el mercado local e internacional.

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