LA NARRACIÓN ORAL EN COLOMBIA: RASTROS DEL PASADO Y RETOS ACTUALES

LA NARRACIÓN ORAL EN COLOMBIA: RASTROS DEL PASADO Y RETOS ACTUALES

PRIMERA PALABRA: LOS CONTADORES DE HISTORIA

Los contadores de historia se alimentan de la tradición, de la palabra que vive y perdura al pasar de boca en boca y han contribuido a que gran parte de nuestras costumbres, creencias, imaginarios, valores y formas de comportamiento perduren en el tiempo, hasta llegar a ser parte de nuestras tradiciones, nuestra cultura y nuestra memoria colectiva. En Colombia y en América Latina, los cuenteros abundan y, gracias a nuestra natural diversidad, adquieren distintos roles sociales.

SEGUNDA PALABRA: LA NARRACIÓN ORAL

La narración oral es un acto de amor, un acto de entrega en el que el otro no es concebido como espectador, sino como cómplice, como socio, como compañero de aventura y de camino, es un hecho comunicativo que busca la inter-locución a través del lenguaje de los gestos, de los apuntes, de las sonrisas, de las miradas.

TERCERA PALABRA: LOS RASTROS

La narración oral contemporánea surge en Colombia en la década de los ochenta. Esto fue influenciado por Misael Torres en 1981 con su gran trabajo de juglaría, años después se unieron a este proyecto los extranjeros George Perla y Jean Marie Binoche, quienes dan un gran aporte con nuevas técnicas para contar cuentos y dictan talleres para que los cuenteros sean mejores.

Con todo esto surge el auge del movimiento el cual se extendió por todos los parques, plazoletas y lugares abiertos al público, además también le permitió la participación a los cuenteros en los primeros festivales internacionales. La Narración Oral Escénica florecerá por doquier. Se abren espacios permanentes en la Universidad Javeriana, la Nacional, en Los Andes, en la Católica y en la Pedagógica, surgen cuenteros universitarios y se genera un gran público conformado, en su mayoría, por estudiantes.

CUARTA PALABRA: LOS NUEVOS RUMBOS

Colombia es un país en guerra y las consecuencias de dicha guerra, han hecho que muchos nos preguntemos qué podemos hacer desde nuestras disciplinas y campos del saber por nuestro descuadernado y martirizado país. Como dice el pedagogo y bailarín Álvaro Restrepo, cada día somos más los que pensamos que es necesario liberar otro lenguaje para nombrar y transformar la realidad antes de que sea demasiado tarde esta situación, le traza hoy nuevos rumbos y nuevos retos al arte, a los cultores y a los creadores artísticos y, por supuesto, a nosotros, a los palabreros, a quienes hemos asumido la tarea, el reto y la obligación de romper la ley del silencio que nos imponen los señores de la guerra, a quienes hemos decidido nombrar lo innombrable y hacer visible lo invisible.

ESTE TEMA NOS BRINDA, UN BUEN PRETEXTO PARA CONVERSAR…        

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