La Gran Apuesta, es la película sobre la burbuja inmobiliaria

La Gran Apuesta, es la película sobre la burbuja inmobiliaria y la subsiguiente crisis financiera, tiene el estilo de una comedia, con explicaciones culturales y populares de las finanzas y una respuesta humorística entre los personajes. Sin embargo, es una película dura. El escritor y director Adam McKay está claramente indignado por el engaño, la manipulación de los mercados, la colusión y el fraude que se produjo, no solo en algunos casos, sino en todo el sistema. También porque los trabajadores comunes y los propietarios de viviendas sufrieron más, mientras que los banqueros responsables no solo evadieron la prisión, sino que también recibieron rescates del gobierno para evitar que se arruinaran.

La película no sólo se centra en el establecimiento financiero, sino también en los pocos inversores que vieron de antemano que el mercado de valores hipotecarios y los productos financieros derivados eran insostenibles, quienes sabían que el sistema colapsaría. Si supieras todo eso y pudieras apostar en contra de ese mercado, podrías ganar mucho dinero. La película cuenta la saga de estos inversores (la película usa diferentes nombres para la mayoría de los principales, pero se basan en contrapartes de la vida real) y cómo ganaron sus apuestas.

Sin embargo, no parece que alguien haya ganado realmente. De los personajes principales, solo Jared Vennett (interpretado por Ryan Gosling) parece no verse perturbado por la crisis financiera y su papel en ella. Tres personajes en particular terminan emocionalmente afectados o conmocionados por lo sucedido. Sus reacciones son recordatorios de que negociar grandes sumas de dinero no es una actividad moralmente neutral. Alguien está obligado a volverse codicioso, temeroso o envidioso; las relaciones serán destruidas; la vida dejará de ser sobre el bienestar humano y, en cambio, se tratará de acumular riqueza.

El primer personaje que está perturbado por lo que sucede durante los pocos años cubiertos por la película es Michael Burry (Christian Bale), un médico y administrador de fondos de cobertura que presenta dificultades para la interacción social. Funciona en el mundo de los números, aparentemente como compensación por su incapacidad para formar parte del ámbito social. Es el primero en apostar contra el mercado hipotecario, por una suma de 1.300 millones de dólares. Su fondo pierde dinero mientras espera el colapso que seguramente vendrá, y sus inversores se impacientan. Su relación se convierte progresivamente en amenazas y demandas. Finalmente, Michael confiesa "Ganar dinero no es lo que pensé que sería. Este negocio mata a la parte de nosotros que es humana”. Finalmente es reivindicado, pero a un costo emocional tremendo.

Otro personaje notablemente afectado por la burbuja y sus consecuencias es el administrador temperamental de fondos de cobertura Mark Baum (Steve Carell), basado en la figura de la vida real Steve Eisman. Mark ha sufrido una reciente tragedia familiar, y sus penas personales y las penas de la nación finalmente se fusionan para él. No está seguro de la magnitud de la crisis. Cuando finalmente se convenció después de una conversación con un banquero que reveló despreocupadamente que el riesgo potencial era mucho mayor de lo que él podría haber imaginado, Mark instruye a un subordinado a resumir "todo lo que ese tipo ha tocado". Se retira abruptamente; cuando se le pregunta a dónde va, dice: "Voy a tratar de encontrar la redención moral". Está claramente conmocionado por el peligro para la economía mundial y su papel para acercar la crisis. Poco después, le confiesa a su esposa que el trabajo en el que se encuentra "me transformó en una persona que no podía comunicarse con alguien". Refiriéndose a la tragedia familiar aquí, pero también pensando en el destino de millones de inversores, propietarios y trabajadores inocentes (o en algunos casos insensatos).

La tercera figura problemática, Ben Rickert (Brad Pitt), es un legendario gurú financiero que ya está tan desilusionado que dejó la industria para hibernar en un refugio rural donde cultiva su propia comida. Dos jóvenes comerciantes (John Magaro y Finn Wittrock) que reconocen la burbuja, pero necesitan ayuda para acceder a los mercados financieros lo convencen de echarles una mano. Cuando en un momento los jóvenes comerciantes se entusiasman con sus perspectivas de éxito, Rickert expone con calma lo que significaría el éxito. ¿No saben, que están apostando contra la economía estadounidense? Si tienen razón, la gente perderá empleos, hogares y pensiones. Muchos sufrirán, por lo que aquellos que se benefician deberían entristecerse, no levantarse. Al final, Ben vuelve a su granja.

La Ingeniería Financiera es la utilización de instrumentos financieros para reestructurar un perfil de las Finanzas existentes y conseguir otro con unas propiedades mejoradas y más deseables. Se trata de una técnica que permite aumentar o incrementar la productividad financiera de un negocio. De acuerdo a la película los banqueros quisieron utilizar los bonos hipotecarios y los ofertaron a todo mundo con la intención de querer generar ingresos masivos y con ello ganancias, más sin embargo no estudiaban o analizaban a fondo lo que esto ocasionaría y repercutiría con estos bonos basura puesto que ocasionó la crisis financiera por sus altas tasas de intereses variables.

El colapso de los mercados fue tan drástico que obligó a la Reserva Federal (Fed) —y al Banco Central Europeo, (BCE)— a inyectar cientos de miles de millones y a bajar los tipos de interés. Los bancos centrales se adentraron en aguas nunca exploradas en la política monetaria y fiscal. Fueron medidas de choque que no atajaron las raíces del problema: los bancos estaban infectados con unos productos diseñados por matemáticos financieros que se basaban en créditos de escasa solvencia.

Dentro de la película el común de los inversores se sumergía entonces en un curso acelerado en finanzas para familiarizarse con términos como las hipotecas subprime, CDOs, swaps, los SIV o vehículos estructurados.

Las hipotecas subprime o hipotecas basura conocidas así porque se concedieron a personas de escasa solvencia a altos tipos de interés. Eran hipotecas basura porque se concedieron a personas que tenían trabajos basura: malas condiciones sanitarias, carencia de seguro médico o violaciones de la legislación, como cobrar por debajo de los mínimos legales. Mientras el mercado de la vivienda crecía sin sentido, parecía un negocio rentable.

Los CDOs (Colla teralized debt obligations) es una obligación de deuda garantizada, un tipo de instrumento financiero que paga a los inversores de un grupo de fuentes generadoras de ingresos. Una forma de imaginar un CDO es una caja en la que se realizan pagos mensuales de múltiples hipotecas.

Durante los años previos a la crisis de 2007-2008, los CDO proliferaron en lo que a veces se llama la comunidad bancaria en la sombra . Los bancos en la sombra facilitan la creación de crédito en todo el sistema financiero mundial  , pero los miembros no están sujetos a supervisión regulatoria.

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