La calidad de los sistemas educativos

Planteamiento del problema:

La calidad de los sistemas educativos, si bien es consecuencia de múltiples factores, que descansan en gran medida en la calidad de las docentes. Hoy en día, el estudio de las representaciones y actitudes de la docente acerca de las formas de integración, relación y trato hacia los niños de educación preescolar dentro del aula, se indagó en las observaciones, a las que hemos ido, donde percatamos que existen factores que intervienen en su forma de implementar su clase, así como la forma a la que dirige a los niños. No es raro encontrar en este informe datos que avalan la correlación entre mejor preparación y calidad del docente y por consecuencia mayor nivel de rendimiento en los alumnos, sin considerar que existen sesgos de orden cultural, socioeconómico y de contexto, que pueden alterar esta relación, sin embargo permite pensar en la necesidad de mejorar de manera permanente la preparación de los docentes y encontrar las mejores vías para lograrlo. Metodológicamente, la investigación cuyo diseño es el estudio de casos y/o situaciones, donde la aptitud y motivación de las maestras. Las profesoras evidencian en sus prácticas pedagógicas actitudes de indiferencia, sobreprotección, bajas expectativas y aceptación. Sus valores son pocos, pues siendo poco equitativas, emprendedoras y muy poco profesionales en el área de trabajo. Por lo cual, las Escuelas Normales surgieron como respuesta a la gran necesidad de maestras de educación preescolar, han sufrido cambios importantes en los diseños curriculares, que han respondido a las condiciones socio-históricas y la evolución de la pedagogía y los campos disciplinarios; en las épocas recientes los cambios tecnológicos, el uso constante de información a través de internet y la concepción de aprendizaje permanente, han propiciado la incorporación de cambios en la Educación Normal, a través de proyectos como la creación de cuerpos colegiados, los grupos académicos nacionales por especialidad, matemáticas, historia, ciencias y lenguaje, los cuales son muestra del interés por profesionalizar a la planta docente que labora en las instituciones, además de vincular a otras de nivel superior con los proyectos académicos que surgen en las escuelas formadoras de docentes. Ya mencionado antes, las maestras de hoy tanto como en su formación y persona, no cuentan con la inculcación de valores, motivación o algo que les haga hacer su trabajo como deberían; el docente debería ser poseedor, en el grado de sus capacidades, de las siguientes características en las áreas que a continuación se mencionan: espiritual y moral, intelectual y cultural, afectiva y social, psicomotriz y artística, cívica y de espíritu de vocación. El compromiso de la educadora, ante el panorama al que se enfrenta, debe revalidarse, re conceptualizarse, ‘’El compromiso radical de la escuela con la educación del ser humano no puede eludir su posición crítica con las políticas de injusticia y desigualdad. (Martínez, 2001.)

El papel del educador en la Educación Infantil es quizás uno de los elementos más determinantes de todo el proceso educativo ya que es él, en última instancia, quien va a guiar de forma directa el aprendizaje de un grupo de alumnos. El maestro/a no sólo pasa gran parte del tiempo con el niño/a, sino que además sus relaciones con éste tienen un carácter marcadamente educativo. El maestro/a organiza el tiempo, el espacio y su propia relación con el niño/a en función de los objetivos educativos que desea lograr. Es por ello que las características personales de cada educador, sus vivencias, la forma peculiar de interactuar con los niños/as, marcarán de forma singular todo el entramado de relaciones que es establezcan en el grupo.

La formación de la docente no debe ser considerado una versión de fórmulas didácticas o un adiestramiento en disciplinas específicas, sino que debe ser un espacio que acoja la inquietud del profesor por transcender, mediante la reflexión de la problemática

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