La obra sociológica de Pierre Bourdieu se destaca como una de las más imaginativas y originales de la post-guerra. Su paradigma sociológico es polifacético y complejo.

       ESCUELA SUPERIOR DE PSICOLOGÍA SOCIAL

                POSTGRADO DE REVALIDACIÓN

                            2DO TRABAJO PRÁCTICO

ASIGNATURA: EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES      

DOCENTE Y COORDINADORA: LILIANA VIATER

ALUMNA: MARIANA CARABAJAL

                                                                                                Mayo 2014

                         PIERRE BOURDIEU (1930)

La obra sociológica de Pierre Bourdieu se destaca  como una de las más imaginativas y originales de la post-guerra. Su paradigma sociológico es polifacético y complejo.

El mismo caracterizó su paradigma como “constructivismo estructuralista”

En su Teoría de los Campos sociales, hay un punto de coincidencia  con la Teoría de la estructuración de Guiddens y la Teoría de la acción comunicativa de Habermas, en cuanto al intento de despegarse de la dicotomía  entre objetivismo y subjetivismo. Se trata de superar las parejas de conceptos dicotómicos: idealismo-materialismo, sujeto-objeto, individual-colectivo.

Por estructuralismo entiende que en el mundo social existen estructuras objetivas independientes de la voluntad de los agentes, con la capacidad de orientar o restringir sus prácticas.

El constructivismo plantea ver las realidades sociales como  construcciones históricas y cotidianas de actores individuales y colectivos.

Desde esta postura  reflexiona sobre el sentido de las prácticas sociales. Los fenómenos sociales son procesos de producción de sentido (E. Verón. La teoría de los discursos sociales)

Para explicar la producción de sentidos y la interpretación de discursos, Bourdieu utiliza un esquema que privilegia el poder de condiciones sociales instituidas.

Parte desde el principio epistemológico  de la “no-conciencia”. Bourdieu dirá que las acciones más personales y transparentes no pertenecen al sujeto que las ejecuta, sino al sistema total de relaciones en las cuáles y por las cuáles se realizan.

En “El sentido práctico” 1980, introduce la noción de “realidad intrínsecamente doble” para la ciencia social, que debe tener en cuenta estas dos propiedades: las propiedades materiales (mundo físico) y las propiedades simbólicas, que son las propiedades materiales cuando son percibidas y apreciadas en sus relaciones mutuas, como propiedades distintivas.

Lo simbólico es en Bourdieu una dimensión constitutiva del funcionamiento social. Es un “efecto de creencia (illusio)”

Bourdieu explica claramente que la superación del pensamiento antinómico supone la construcción de un pensamiento relacional que implica necesariamente, conceptos teóricos que den cuenta de ambas dimensiones de la realidad social, de la objetiva y de la subjetiva.

Por ello, siendo congruente con este principio de la construcción del conocimiento sistemático, decidió recurrir a los conceptos de campo y habitus: “Un campo está integrado por un conjunto de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas de poder (o de capital), mientras que el habitus alude a un conjunto de relaciones históricas ‘depositadas’ en los cuerpos individuales bajo la forma de esquemas mentales y corporales de percepción, apreciación y acción.”(P. Bourdieu. Respuestas por una antropología reflexiva).

El Habitus lo define como un sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la búsqueda consciente de fines y el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlos, objetivamente ‘reguladas’ y ‘regulares’ sin ser el producto de la obediencia a reglas y, a la vez que todo esto, colectivamente orquestadas sin ser el producto de la acción organizadora de un director de orquesta(P. Bourdieu. El sentido práctico)

Mediante este proceso se interioriza lo social en el individuo y concuerdan así las estructuras objetivas y las subjetivas.

El habitus constituye la respuesta esencial  a una serie de cuestiones:

¿Cuál es el principio que rige la lógica de las prácticas sociales?

¿Cómo se reproducen las formas de la existencia colectiva en las diversas formaciones sociales?

“El habitus como sistema de disposiciones en vista de la práctica , constituye el fundamento objetivo de conductas regulares y por lo mismo de la regularidad de las conductas…”(P. Bourdieu. 1987)

En su génesis, el habitus surge del proceso de inculcación de un arbitrario cultural y como incorporación de determinadas condiciones de existencia. La inculcación supone una acción pedagógica efectuada dentro de una institución (familia, escuela) por agentes especializados que imponen normas arbitrarias. La incorporación, en cambio, tiene que ver con las regularidades que interiorizan los sujetos según sus condiciones de existencia.

Son esquemas interiorizados que permiten engendrar los pensamientos, percepciones y acciones. ..” es un sistema abierto de disposiciones que se confronta permanentemente con experiencias nuevas y, por lo mismo, es afectado permanentemente por ellas. Es duradera, pero no inmutable” (P. Bourdieu. 1992)

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