Labor, trabajo y acción. Una conferencia (1957) Hanna Arendt

Labor, trabajo y acción. Una conferencia (1957) Hanna Arendt

Introducción

El presente trabajo aborda una breve exposición de la conferencia de Hanna Arendt Labor, trabajo y acción (probablemente pronunciada en 1957, un año antes de la publicación de The Human Condition, en el que expone de cómo las actividades humanas deben ser y han sido entendidas a lo largo de la historia occidental).

El texto comienza diferenciando la vida activa de la vida contemplativa; mientras la primera es algo esencialmente dado al hombre y es diferente a la verdad resultado de una actividad mental como el conocimiento que se adquiere por medio de la fabricación, la segunda se encuentra también en la condición humana, y de ésta dependen todos los tipos de actividades. Asimismo, asevera que la vida activa toma su significado de la vida contemplativa.

Posteriormente, se abordan tres conceptos: labor como todo aquello que realizamos para la supervivencia física; el trabajo, como aquella actividad no natural que corresponde a satisfacer las necesidades propias del hombre; y la acción que corresponde a la condición humana de la pluralidad.

Labor

Comenta que la reproducción de la vida individual, según Marx, es una actividad que corresponde a los procesos biológicos del cuerpo. La propia actividad de la labor debe seguir el ciclo de la vida, el movimiento circular de nuestras funciones corporales.

Lo anterior, significa que la labor no conduce nunca a un fin mientras dure la vida misma; es indefinidamente repetitiva. La labor se mueve siempre en el mismo ciclo prescrito por el organismo vivo y produce bienes de consumo. Esto es, laborar y consumir no son más que dos etapas del ciclo de la vida biológica recurrente.

La labor se halla siempre bajo el signo de la necesidad, pues responde justamente a la necesidad de subsistir.

El reino de la libertad empieza solamente donde la labor determinada por la carencia y la inmediatez de las necesidades físicas acaba.

Los bienes de consumo, que son el resultado inmediato del proceso de la labor, son las menos durables de las cosas tangibles. Quien logra producir más bienes de los que consume puede someter a otros (poder de la labor) y liberarse así de la carga de la vida.

Trabajo

A diferencia de la labor, el fin del trabajo llega cuando el objeto está acabado, listo para ser añadido al mundo común de las cosas y los objetos de uso durables (su uso no causa su destrucción, a diferencia de los bienes de consumo, que se degradan y retornan a su proceso natural).

Con ello, dan estabilidad al mundo en el sentido de la permanencia. La destrucción inevitable de los objetos de uso es accidental al uso y, por lo tanto, no es su finalidad. El que los objetos de uso posean grados de durabilidad desentendidos del uso, les otorga cierta independencia objetiva.

Los objetos forman parte de un mundo artificial construido a partir de la naturaleza. Sin un mundo entre los hombres y la naturaleza externa habría movimiento eterno, pero no objetividad.

El trabajo aparece bajo la forma de la destrucción del mundo (naturaleza), ya que el hombre mata para producir, es un destructor.

La fabricación y el uso, que en la labor están auto implicadas, se disocian en el trabajo. En efecto, la fabricación tiene un comienzo definido y un fin determinado predecible, mientras que el uso aparece como repetición en el sentido de la multiplicación. Se rompe, de esta manera, la circularidad de la labor; a diferencia de la acción, que a pesar de que puede tener un comienzo definido, nunca tiene un fin predecible.

Esta gran fiabilidad del trabajo se refleja en el hecho de que el proceso de fabricación, a diferencia de la acción, no es irreversible. Lo producido por las manos humanas siempre

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