Las políticas públicas con enfoque de género

Las políticas públicas con enfoque de género

Carla Ruiz

En el Perú, el 1% de los gobiernos regionales y el 3% de municipios a nivel nacional son liderados por una mujer; un profesional hombre gana en promedio 16% más que una profesional mujer en un puesto del Estado con características similares; la mujer dedica el 52% de su tiempo de trabajo a labores domésticas no remuneradas; y el 60% de mujeres han sido agredidas física y/o sexualmente por su pareja o expareja (MIMP, 2017, p.6).

Las mujeres representan solo el 33% del personal ocupado en las empresas peruanas. Además, la participación de mujeres en puestos de liderazgo como ejecutivas es de 26.3% y propietarias es del 30.8%. Asimismo, solo el 28.2% de las empresas peruanas son conducidas por mujeres, es decir, 3 de cada 10 líderes de empresa en el país son mujeres.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, considera que el índice de desigualdad de género se interpreta como una pérdida combinada en los logros de salud reproductiva, empoderamiento y participación en la fuerza laboral debido a las desigualdades de género. La puntuación media global en el índice de desigualdad de género en el Perú para el año 2017 se ubicó en 0.3857, es decir, 11% menos con respecto al año 2013 (INEI, 2018).

La responsabilidad de las entidades públicas es generar planes de acción que promuevan y garanticen la equidad entre hombres y mujeres, la protección de derechos, la no discriminación y el desarrollo de potencialidades.

Las políticas públicas son acciones que realiza el Estado para lograr el desarrollo y bienestar del pueblo o ciudadanía; por otro lado, las políticas públicas con enfoque de género son decisiones y acciones del aparato estatal para la reducción de las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en el ejercicio de sus derechos y oportunidades de desarrollo (MIMP, 2017, p.7).

El género es lo que la sociedad le asigna a cada persona en función del sexo, son prácticas formas de actuar y expectativas que se le exigen a mujeres y varones, solo por el sexo con el que han nacido; es cultural, variable y puede modificarse.

En el Perú, desde el 2012, se han creado unidades responsables para la implementación de las políticas para la igualdad de género, normas para la promoción y el uso del lenguaje inclusivo y políticas normativas para la transversalización del enfoque de género en los gobiernos regionales.

Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables señala que la desigualdad de género es un problema que afecta principalmente a las mujeres e influye negativamente en el desarrollo regional y local. No podemos decir que en el Perú existe un verdadero desarrollo humano y un Estado moderno y eficiente, si se presentan cifras ya mencionadas (MIMP, 2017, p.6).

La desigualdad de género es un problema de coyuntura social, cultural y política. Se entiende como la brecha que existe entre hombres y mujeres, que pone en evidencia la distinción de derechos, responsabilidades y oportunidades.

El enfoque de género es una herramienta necesaria a la hora de diseñar políticas públicas si el objetivo es la igualdad de género. La implementación de sistemas más igualitarios es una propuesta de carácter ética y crítica, la cual debe ser proyectada a los poderes políticos y, desde ahí, a la sociedad. (Martín Bardera, 2016, p.12).

Las políticas públicas tienen como objetivo eliminar las discriminaciones por razón de sexo que limitan las oportunidades de varones y mujeres para tener acceso y desarrollarse en igualdad de condiciones en diversos ámbitos: político, social, económico, cultural, entre otros (Camberos, 2011, p.41).

La incorporación  de una perspectiva de género a las políticas públicas significa reconocer que la desigualdad entre hombres y mujeres existe, en diferentes niveles y en distintas áreas, como la enseñanza y el trabajo. Por consecuencia, se debe adoptar una posición proactiva y funcionalista del género (Bardera, 2016, p.298).

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