Los Campesinos, Distribución Y Utilización De La Tierra En Colombia, Violencia Y Desplazamiento Forzado
Enviado por oacapacho • 2 de Abril de 2014 • 2.885 Palabras (12 Páginas) • 492 Visitas
Los campesinos colombianos son los más afectados por la violencia política. La guerra de guerrillas y su contrapartida la guerra contrainsurgente del Ejército y los paramilitares se adelanta principalmente en el campo. Son también campesinos humildes los que tradicionalmente han sufrido el reclutamiento forzado para prestar el servicio militar en las Fuerzas Armadas.
De otra parte los campesinos son las principales víctimas de la exclusión y la violencia social. El índice de desnutrición de la población campesina adulta ascendió en un 119% entre 1978 y 1988, la mortalidad infantil es del 80 por mil, el 84% de la población rural no dispone de acueducto y el 31% de las mujeres entre 15 y 49 años de edad no han asistido nunca a la escuela(1).
El 64% de la población campesina vive en estado de pobreza, y un 37% de ellos sobrevive en condiciones de miseria.
Por otro lado hay más de un millón de familias campesinas sin tierra. La tendencia ha sido la del despojo y la concentración de la propiedad en pocas manos: en 1960, el 67% de los campesinos poseían en parcelas de menos de cinco hectáreas el 6% de la tierra y los grandes latifundistas controlaban el 46% en haciendas de más de 200 hectáreas. Para 1992 el 55% de los campesinos propietarios no tenían más que el 2.8% de la tierra, mientras que menos del 0.5% poseía el 35% de la tierra ; en el mismo año el 7% de los propietarios controlaban las tres cuartas partes de las tierras.
Las estadísticas refieren una violencia más que secular en el campo, la contrarreforma agraria sigue incrementándose con el trinomio ganaderos, gamonales y narcotraficantes(2).
Esto ha originado que en las últimas tres décacadas se haya invertido la tasa de población en Colombia : en los años sesenta el 70% de la población vivía en las áreas rurales, y el 30% en pueblos y ciudades, hoy ese porcentaje no solamente se ha invertido sino que tiende a agravarse.
En el último lustro cerca de un millón de personas han sido obligadas a dejar sus tierras producto de la violencia política, concentrándose la mayoría de ellas en los tugurios periféricos de las grandes urbes(3).
Sólo durante 1996 fueron desplazadas por la violencia un total de 36.202 familias según el Fondo de las Naciones Unidas y el Sistema de Información sobre Desplazamiento y Derechos Humanos : De acuerdo con esas estadísticas, cada hora, dentro del territorio nacional, se desplazan por causa de la violencia cuatro hogares (4)
Uno de cada 36 colombianos ha sido víctima del desplazamiento forzado, la mayoría mujeres viudas y niños huérfanos provenientes de zonas rurales del país.
El Estado colombiano ha estado ausente tradicionalmente de las necesidades de la población campesina, representando sobre todo los intereses de la clase terrateniente. Los esfuerzos progresistas de algunos gobiernos liberales no han llegado a fructificar aunque se hayan traducido en leyes. Tal es el caso del gobierno de Alfonso López Pumarejo, llamado de la Revolución en Marcha, quien en 1936 hizo aprobar en el Congreso la llamada Ley 200 o de Tierras, al tiempo que se reformó la Constitución estableciendo que la propiedad debía cumplir una función social.
La Ley de Tierras fue un intento para neutralizar las protestas rurales que se iniciaron en los años veinte en las que se desarrollaron: ...conflictos de una intensidad y una organización sin precedentes en los que la unión de colonos y aparceros adoptó un sesgo ofensivo a partir de 1926... Se constituyen ligas campesinas y sindicatos agrarios y se generalizan los movimientos sociales para obligar al Gobierno a intervenir para dividir algunas de las grandes propiedades cafetaleras"(5).
Con dicha ley se pretendía : ... dar un impulso sustancial a la utilización económica del suelo, clarificar los derechos de propiedad y posesión sobre baldíos, y encuadrar los conflictos agrarios a un nuevo orden jurídico, a través del arbitraje del Estado (6).
Los intentos reformistas y de modernización del Estado de la Revolución en Marcha quedaron sólo en eso, en intenciones, por la oposición de la élite a la que López Pumarejo pertenecía : La herencia colonial, los comportamientos de casta, la conformación elitista del poder político, las jerarquías del prestigio y del abolengo habían contribuído a reforzar un sentido de pertenencia adscriptiva al círculo de los poderosos, una suerte de 'manejo en familia' de los asuntos nacionales, que bloqueaba la emergencia de sectores de la burguesía capaces de encarnar un programa de modernización capitalista con contenidos antioligárquicos (7).
Las iniciativas reformistas de López fueron asumidas en un lenguaje más radical de naturaleza populista en la persona de Jorge Eliécer Gaitán quien se avizoraba como presidente indiscutible como principal figura del Partido Liberal, discurso que incomodaba a las élites tradicionales de su partido y del Partido Conservador. Gaitán fue asesinado el 9 de abril de 1948 en un momento en que las clases dominantes : ...se daban a la tarea de reforzar la confrontación interpartidista como modalidad de bloqueo a la autonomía popular, y como forma de captación de los sentimientos y lealtades políticas habituales. La lucha interpartidista se constituía así, paradójicamente, en un complemento eficaz de la acrecentada cohesión de las clases dominantes, de la disolución de las fronteras ideológicas entre ambos partidos y del creciente peso de los gremios empresariales en las estructuras de poder (8).
La lucha interpartidista se trasladó a las masas campesinas movilizándolas hacia la agresión y destrucción del 'adversario' en torno al sectarismo y el odio. Con el asesinato de Gaitán se desató la más cruenta guerra civil del siglo, que de 1946 a 1954 costó la vida de 300 mil colombianos, la mayoría campesinos ; a esta confrontación se le ha denomindado como La Violencia (9).
La Violencia conllevó a una inmensa desorganización social cuyos aspectos más notorios fueron las migraciones, el terror, el bandolerismo y, por otra parte en la consolidación de redes de influencia política...dejó también focos de tensión extremadamente agudos. El objetivo prioritario del programa de reforma agraria iniciado en 1961 con la fundación del INCORA (Instituto Colombiano de Reforma Agraria) fue atenuar dichos focos, aunque era difícil olvidar el traumatismo. En los años 60 había muchas regiones donde la situación agraria continuaba siendo explosiva(10).
En 1967 fue creada la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -ANUC- por el Gobierno de Carlos Lleras
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