Los Profes

LA BATALLA POR EL DOMINIO DE LAS CONCIENCIAS: LA EXPERIENCIA DE LA EDUCACIÓN SOCIALISTA EN JALISCO, 1934-1940

Pablo Yankelevich

AMBIENTE MILITAR

La instrucción militar se mostraba renuente a reconocer la existencia de un verdadero conflicto armado. El problema se reducía a la persecución de pequeñas partidas diseminadas de rebeldes armados.

El alto militar modificó su hipótesis original. Ya no se trataba de partidas aisladas, sino de una sublevación cuidadosamente articulada, que tenía como epicentro los Altos de Jalisco. El fantasma de una nueva guerra cristera recorrió los despachos gubernamentales; en consecuencia, el ejército recrudeció su actividad militar. Se libraron violentos combates durante más de un año.

La acción del ejército y la amnistía decretada por Lázaro Cárdenas para quienes depusieran las armas comenzaron a dar resultados.

en agosto de 1928 se creó una escuela de tropa para los elementos del 40°Batallón, quienes tenían a su cargo la defensa de la plaza.

AMBIENTE RELIGIOSO

La iglesia temerosa de las nuevas doctrinas, procedió a movilizar a los vecinos, quienes de manera abierta negaron apoyo a las escuelas y a sus maestros.

El movimiento clerical genero una respuesta rápida por parte de las autoridades educativas. En 1925 el gobernador jalisciense, José Guadalupe Zuno, promulgo una nueva ley de educación para reforzar el laicismo vigente. Por el estallido de la cristiada echo por tierra todo el andamiaje educativo. Las partidas de alzados, la falta de garantías para el magisterio y el escaso número de alumnos que asistían a clases fueron perfilando un panorama de crisis general en el sistema educativo de la entidad.

El fanatismo religioso apareció como el principal obstáculo que debería sortearse. La oposición clerical mostraba su poderío. El enemigo no solo era la escuela, sino cualquier empleado al servicio del estado o la federación.

El grueso del magisterio tapatío, además de impreparado para la tarea alfabetizadora, se hallaba suido en esa maraña de prejuicios religiosos que supuestamente debía combatir.

En los altos, el poder clerical permaneció intacto.

Las escuelas particulares dejarán de ser la válvula de escape de la iglesia siempre dispuesta a evadir a legislación vigente.

Aun antes de que cristalizara la reforma constitucional, las autoridades educativas de Jalisco apuntaron contra los planteles privados.

Se hicieron públicas las disposiciones de la iglesia frente a la educación socialista.

La actividad clerical no se redujo al púlpito. En la cuaresma de 1953 en los municipios de Jalostotitlan, San Juan, Encarnación y Lagos, el clero organizo “ejércitos espirituales”. En ellos reunió por separado los hombres, mujeres, jóvenes y niños para “anatematizar a las madres que mandaran a sus hijos a las escuelas así como los padres, y se amenazo duramente a los jóvenes y niños que se presentaran a la escuela socialista”.

A esta compañía se sumo la propaganda de un buen número de agrupaciones: ligas de padres de familia, madres cristianas, jóvenes religiosos, acción católica.

Con frecuencia circularon en las rancherías y poblados hojas volantes anónimas, por medio de las cuales se incitaban a los campesinos, bajo amenaza de excomunión, a combatir la escuela.

La religiosidad alteña venció al voluntarismo de inspectores y maestros. El temor a la excomunión vacio escuelas y aisló a los maestros.

Clero y hacendados fueron ocupando mejores posiciones hasta que la realidad educativa llego a niveles verdaderamente críticos.

La campaña de la iglesia fue aun más poderosa en el centro de la entidad.

“las diversas artimañas de que se valió el clero mermo grandemente el trabajo escolar”

A pesar de la activa propaganda clerical, la escuela pudo desenvolverse con relativa tranquilidad.

AMBIENTE POLITICO

El gobernador Jalisciense José Guadalupe Zuno, promulgó una nueva ley de educación para reforzar el laicismo vigente. Las autoridades educativas de Jalisco apuntaron contra los planteles privados.

El gobierno de Jalisco no sólo estaba dispuesto a combatir a “una reacción atrincherada en las escuelas particulares”, sino a luchar en el interior de sus propias filas. Una buena cantidad de presidentes municipales enviaban telegramas solidarios al ejecutivo estatal, mientras que en Guadalajara un sector del estudiando universitario, constituyó el Centro Estudiantil Socialista.

En las calles de Guadalajara se escenificaban manifestaciones en pro y en contra de la política educativa. El ejecutivo local giró instrucciones a todos los presidentes municipales con el fin de “obligar a los padres de familia a que colaboren con la revolución” enviando a sus hijos a las escuelas.

Los presidentes municipales señalaban “la huelga escolar ha sido plenamente acatada, quedando los planteles sin asistencia”.

INTERPRETACIONES DE LA EDUCACIÓN SOCIALISTA ELABORADAS POR EL CLERO Y LAS ORGANIZACIONES MAGISTERIALES

• Estaba vigente el programa vasconcelista en Jalisco cuando la recreación clerical comenzó a sabotear aquel primero esfuerzo regenerador de la educación tapatía. Las nuevas propuesta pedagógicas, el trasegar de las misiones culturales y la fundación de un sinnúmero de casas del pueblo encontraron su límite cuando la clerecía comenzó a sentirse amenazada.

• La Iglesia, temerosa de las nuevas doctrinas, procedió a movilizar a los vecinos, a quienes de manera abierta negaron apoyo a las escuelas y sus maestros.

• En 1925 se reforzó el laicismo vigente.

• En la zona de los Altos, la cristiada alcanzó enormes proporciones, la obra educativa desapareció prácticamente. Misiones culturales, maestros e inspectores vieron frustrados sus anhelos.

• El fanatismo religioso apareció como el principal obstáculo que debería sortearse. La oposición clerical mostraba su poderío. El enemigo no solo era la escuela, sino cualquier empleado al servicio del estado o de la federación.

• La modificación del artículo tercero constitucional significaba la puesta en práctica de una nueva política antirreligiosa. Las escuelas particulares dejarían de ser válvula de escape de la Iglesia siempre dispuesta a evadir la legislación vigente.

• En agosto de 1934, la Dirección General de Educación Primaria Normal y Especial del Estado (DGEPNEE) hizo saber que no se permitiría la apertura de ningún plantel particular sin plena autorización oficial.

• La Iglesia reaccionó con rapidez. La Unión Nacional de Padres de Familia salió a la palestra manifestando su oposición

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