Menores Infractores

Principales delitos en Querétaro, menores infractores

Introducción

I - El Problema

II - Las Causas

III – La prevención y el apoyo institucional

IV – La Evaluación

V - Conclusión

Bibliografía

Introducción

El comportamiento problemático de los menores es motivo de preocupación para las instituciones dedicadas a la educación y a la impartición de justicia, en cualquier Estado.; en estas instancias se han desarrollado estrategias con el propósito de reducir tales comportamientos o al menos para promover conductas alternativas adecuadas.

Las estrategias varían ampliamente y es un enfoque científico el que puede contribuir para evaluar qué métodos resultan de ayuda para los menores infractores.

El problema

Los menores infractores es un problema con diferentes facetas, es un problema social, en cuanto a la educación, además de constituir un riesgo que atenta contra lo legal, las reglas para la convivencia pacífica y la seguridad de los ciudadanos. Es un problema que atentan contra el patrimonio y la propiedad privada. Es también un problema y un reto para las autoridades, quienes tienen que desarrollar estrategias para prevenirlo y para tratarlo, que deben presupuestar los gastos, capacitar personal y mantener instituciones judiciales y de custodia.

Un problema científico, cuando se aborda la necesidad de explicar las causas de estos actos, de diseñar y poner en operación medidas preventivas, correctiva y de evaluar los resultados de dichas intervenciones. De enero de 2008 a la fecha, la incidencia delictiva de menores de edad en Querétaro se ha incrementado 21.8%, destacándose la participación de jóvenes entre los 16 y 17 años de edad, quienes forman el 76% de los hasta ahora procesados; de todos los menores infractores, el 50% delinque bajo alguna influencia de droga, principalmente de mariguana. El municipio de Querétaro es el de mayores índices delictivos y la delegación de Santa Rosa Jáuregui sobresale en conductas delictivas.

Las estadísticas refieren que el principal delito que se atiende es el robo a casa habitación, de vehículos, lesiones, delitos contra la salud, y en último lugar el homicidio y la violación, cada 10 menores que delinquen, 2 son mujeres, y destacó que en 2011, van 93 personas procesadas, de las cuales, el 76.6% son jóvenes de 16 y 17 años.

Por lo que respecta al vínculo entre consumo de drogas y delincuencia, un estudio realizado entre la población queretana descubrió que el 51% de los hombres y el 69% de las mujeres afirmaban haber estado bajo la influencia de drogas cuando cometieron el delito por el que fueron encarcelados.

Otro estudio (Millar entre presuntos delincuentes juveniles en Querétaro estimaba que un 42% de los casos estaban relacionados con el consumo de alcohol, un 17% con el consumo de drogas y un 4% con ambos, y que el alcohol tiene más probabilidad de estar relacionado con delitos contra el orden público, en tanto que las drogas están relacionadas con mayor frecuencia con robos.

Las causas

Estos comportamientos normalmente provienen de hogares desintegrados o donde uno o ambos padres manifiestan también conductas antisociales. Muchas veces provienen de barrios característicos, donde proliferan las pandillas Marginalidad, pobreza, ignorancia, falta de acción policial.

Una de las causas sobre las que existe y no porque yo lo considero, si no porque así lo demuestran las estadísticas, es el aumento de la marginalidad social, debido a la falta de trabajo o a su precariedad, el empobrecimiento y la perdida de expectativas de progreso obligan a la disolución del esquema de valores que forman el grupo social; sumando a esto cuestiones de orden institucional, como el deterioro de la educación y la capacidad de la escuela para interesar y encauzar las energías de los menores. También son relevantes el mal desempeño y hasta las conductas delictivas de algunos policías y el mal funcionamiento del sistema judicial, que pone en duda la efectividad de la Justicia, el deterioro de la imagen de instituciones representativas de la autoridad, la ley y el orden influyen en la pérdida de valores sociales, la inclinación al delito o el sentimiento de impunidad de muchas personas. Existe también la opinión de que la violencia transmitida

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