Motivación Alumnos Secundaria

Introducción

A lo largo de este ensayo, me centraré en uno de los principales problemas del sistema educativo español, a mi modo de ver al menos, la motivación del alumnado, o para ser más precisa: la desmotivación.

En primer lugar expondré los motivos de mi elección, cómo la visita a un centro educativo me ha abierto los ojos sobre esta realidad, que creía propia de barrios o de ámbitos de nivel socioeconómico bajo, nada más alejado de la realidad.

En segundo lugar, desarrollaré posibles las causas de este fenómeno cada vez más extendido, y las posibles soluciones que se plantean.

A continuación, se encuentra mi valoración personal sobre el tema, y pequeñas experiencias que sustentan esta opinión.

En último lugar, aparece un pequeño apartado de conclusiones que resume todo lo expuesto anteriormente.

Justificación

Desde que conocí el programa de la asignatura Curriculum de Geografía, Historia y Filosofía, y supe que debía hacer un ensayo reflexionando sobre algunos de los temas tratados, barajé varias opciones como tema principal de este: enseñanza de la historia (por ser mi especialidad), problemas de aprendizaje, cambios que ha supuesto la LOMCE…pero no fue hasta mi primeras visitas al instituto Ben Gabirol (Málaga) donde comencé mis prácticas, cuando decidí el tema: la desmotivación de los alumnos.

Los primeros días en el centro, pude comprobar como la desmotivación es el ambiente que se respira, la tónica general, en especial en los alumnos de secundaria, al tratarse de un nivel obligatorio.

A lo largo del master e incluso con los profesores del instituto, se ha tratado el tema varias veces, pero he de decir, que a mi llegada al instituto comprobé como la realidad supera mis expectativas.

Esta realidad me llevó a plantearme los motivos de este problema, los orígenes y sobre todo, las posibles soluciones.

Es por ello que comencé a leer sobre el tema y a documentarme, decidiendo finalmente elegirlo como argumento principal de este ensayo.

Desarrollo

La desmotivación en el alumnado, se sitúa entre uno de los principales problemas del sistema educativo español.

En la actualidad, la educación es obligatoria hasta los dieciséis años, algo que supone en muchas ocasiones un lastre para los alumnos que no desean continuar su formación, y cuya consecuencia, es una actitud de pasotismo y desinterés, con el único objetivo de cumplir la edad necesaria para abandonar el instituto y dedicarse a actividades que consideran más interesantes y provechosas.

Esta falta de motivación, está unida a un fenómeno cada vez más frecuente y preocupante: el absentismo escolar. El perfil de estos alumnos suele ser el de un varón, de entre 15 y 16 años, perteneciente una familia de nivel socioeconómico medio-bajo, disgustado con su entorno familiar y escolar, con problemas de adaptación a la normas, y problemas de concentración .

Causas de la desmotivación

En cuánto a los motivos de este desinterés hacia su propia educación, encontramos dos posturas diferenciadas:

- La primera de ellas defiende que la desmotivación del alumnado es anterior a su llegada al centro, es decir, en este caso el origen se encontraría en el entorno familiar o en la sociedad.

- La segunda de ellas considera que el origen se encuentra en el entorno escolar, es decir, en los docentes, en los recursos del centro, en la metodología, etc.

En cuánto al entorno familiar, es indudable la gran influencia de este en el nivel de motivación del alumno. A su vez, la situación de crisis económica que vive nuestro país, unido a una perspectiva de futuro nada positiva, condicionan la actitud del alumno, y hacen que asista al centro poco motivado, con una visión pesimista del futuro, y con pocas ganas de llevar a cabo un aprendizaje que considera no le asegura un futuro laboral. El hecho de observar el alto número de personas en situación de desempleo o con trabajo precarios que cuentan con titulaciones universitarias, hace al alumnado mostrar una actitud de falta de interés al no ver ninguna ventaja en el hecho de esforzarse y completar su formación.

Otra de las causas de esta falta de interés hacia la vida escolar, proviene de una actitud de apatía y malestar ante todos los aspectos de la vida en general, algo muy común en edades adolescentes . Este malestar es propio de la adolescencia, se puede ver agravado por una serie de factores sociales pues, en plena época de la comunicación, vivimos en una sociedad caracterizada por la incomunicabilidad, por el individualismo.

Una prueba de la situación de la apatía y el malestar que viven los adolescentes es el dato que nos ofrece la Organización Mundial de la Salud, según la cuál, el suicido es la tercer causa de muerte más común entre los jóvenes con edades entre quince o treinta, más aún, que por conflictos armados.

En cuánto a la segunda postura, la que considera el origen de la desmotivación de los alumnos en las aulas, algunos autores consideran que los alumnos no consideran útiles los conocimientos impartidos en el aula por lo que lo consideran una pérdida de tiempo.

La docencia impartida en las aulas, no satisface las necesidades de los alumnos, por lo que éstos pierden el interés, el entusiasmo, y consideran que desaprovechan su tiempo al asimilar conceptos que no les sirven para resolver problemas de su vida diaria.

En esta segunda postura es importante señalar el hecho de que la escuela no reúne las condiciones necesarias para motivar al alumnado y es necesaria una renovación. Son muchas las corrientes pedagógicas que defienden una metodología más motivadora, con el uso de nuevas tecnologías, a la vez que creen necesario una mayor formación por parte del cuerpo docente en esas materias y una actitud más comprensiva, amena y cercana al alumnado.

Un aspecto a tener en cuenta,, es la estandarización del sistema educativo, que únicamente reúne a los alumnos en función de la edad, y no de unas características específicas. En este ámbito cabe destacar a García Hoz , defensor de la Educación Personalizada, y de tratar a cada alumno como único, con sus propias capacidades y potenciales. Según este autor, la educación debe ser consciente de que cada individuo es único, y por tanto, sus necesidades también lo son. La educación estandarizada, impide ver las virtudes, aptitudes, y capacidades de cada alumno y, por tanto, a la hora de evaluar sus progresos, se hace mediante exámenes estandarizados.

Como conclusión, podríamos decir que la falta de motivación por parte del alumnado no proviene de una única causa, sino que se trata de un fenómeno multifactorial.

Independientemente

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