Movimientos Y Cambios Sociales
Enviado por paoladcl27 • 23 de Agosto de 2014 • 1.802 Palabras (8 Páginas) • 386 Visitas
3.1. Movimientos y Cambios sociales: Definición y Contexto
Un movimiento busca y practica una identidad colectiva, es decir un movimiento supone que determinada que la gente quiere vivir conjuntamente una distinta forma de ver, estar y actuar en el mundo.
Por movimiento social se entiende una acción colectiva de carácter no momentáneo en la que un grupo, con cierto grado de organización, realiza acciones extra- institucionales dirigidas a la promoción, o bien, la contención de determinados cambios.
Los elementos más importantes que caracterizan a un movimiento social son: el principio de solidaridad, el cual implica que cada actor involucrado en el movimiento se reconoce y es reconocido como miembro del mismo sistema de relaciones sociales; el estado de conflicto, en el que existen dos partes contrapuestas frente a un objeto común dentro de un campo contendido por ambos y la ruptura de los límites de compatibilidad de un sistema, es decir, las acciones sobrepasan el margen de variación que un sistema determinado de relaciones sociales puede soportar, sin introducir transformaciones en su estructura.
De acuerdo con Alberto Melucci, estas dimensiones analíticas confluyen para aislar a un movimiento social como una clase específica dentro de los fenómenos colectivos en general. Sin embargo, dentro del marco teórico propuesto por el autor, es indispensable distinguir entre distintos tipos de movimiento social: movimiento reivindicativo, movimiento político y movimiento antagónico.
3.1.1. Movimiento reivindicativo
El movimiento reivindicativo se dirige a la transformación de la organización social y lucha en contra del poder que determina los estatutos y los roles de un sistema social determinado. Esta lucha ataca las reglas de la organización. En este sentido, sale de las normas institucionalizadas.
3.1.2. Movimiento político
Por su parte, el movimiento político se enfoca a la modificación de los canales de participación política o bien replantea el balance de fuerzas en los procesos de toma de decisiones.
3.1.3. Movimiento antagónico
En tanto, el movimiento antagónico es una acción en contra de un adversario social, dirigida a la apropiación, el control o la orientación de los medios de producción. Este tipo de acción no se presenta aislada, sino que está contenida dentro de movimientos reivindicativos o políticos. Así, la dimensión antagónica de un movimiento está definida por “un ataque directo a la estructura de relaciones dominantes y al modo que éstas se transcriben en los límites institucionalizados del sistema”.
3.1.4. Globalización y el Neoliberalismo
En este contexto dominado por la globalización y el neoliberalismo, los protagonistas de las luchas en contra del deterioro de las sociedades latinoamericanas en los últimos años de la década de los noventa del siglo XX se han ido separando del sistema tradicional de partidos políticos, que se han mostrado incapaces de absorber las contradicciones al interior del sistema, desplazándose hacia espacios no institucionalizados como los movimientos sociales que son causa y efecto del cambio.
El carácter complejo de las sociedades latinoamericanas contemporáneas se refleja en la emergencia de actores sociales que en los últimos años han cobrado gran importancia en el espectro político de la región. Tal es el caso de las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales.
3.2. El cambio social y los movimientos sociales
Podemos comenzar haciendo tres precisiones en torno a la relación que los movimientos sociales tienen con el cambio social:
1. La utopía no ha de entenderse como un modelo cerrado que se propone y al que hay que llegar, sino como el entendimiento de que una sociedad alternativa, emancipada, es posible, marcando puntos de avance hacia los que dirigirse, pero no líneas predeterminadas. Se asumen las críticas hechas al dogmatismo, al diseño social por decreto, al utopismo ingenuo pero se utilizan tales constataciones dentro del proyecto liberador por el que se sigue apostando, a diferencia de las corrientes desmovilizadoras (por aceptar lo que hay como mal menor, por recrearse en la crítica paralizante más o menos posmoderna, etc.). Por otro lado, una humanidad emancipada no se concibe como un mundo angelical, exento de conflictos, sino como el hecho de que éstos se regulan positivamente entre personas iguales en poder y medios materiales.
2. Creemos que los movimientos sociales críticos son coherentes, dentro de su gran diversidad, con una concepción dinámica y dialéctica de la historia, en la que son posibles los avances emancipatorios y los retrocesos, así como las ambivalencias, y donde el conflicto juega un papel central, pero la cooperación es tan posible como la competición. El que predomine la dominación y la explotación o la cooperación y la justicia es fruto de la misma historia, en la cual los movimientos sociales juegan su papel.
3. Los movimientos sociales surgen y se desarrollan en relación con el contexto histórico de un momento dado, pero trascendiéndolo, al plantear su transformación. Podríamos decir, con Marx, que “los seres humanos hacen su propia historia, pero no en circunstancias de su propia elección”. Filosóficamente, lo que deseamos ser, si empapa nuestra vida, ya nos constituye en el proceso de pretenderlo: “como momento de un proceso histórico, la realidad anunciada se encuentra ya presente en el acto de denuncia y anunciación” (Freire, 1990, p. 78).
3.3. Aportaciones relevantes de los movimientos transformadores
Cada movimiento social aporta un conjunto de denuncias y de propuestas específicas y, a la vez, trascendentales tales como:
• Movimiento obrero:
El movimiento obrero es un movimiento social.
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