N°1 Sociología “Estigma. La identidad deteriorada

Trabajo Práctico

N°1 Sociología

“Estigma. La identidad deteriorada”

              [pic 1]

Alumna: Rocío Ailén Corbalán

Cátedra: Psicopedagogía

• Realice una breve contextualización y ubicación temporal del autor del texto.

[pic 2]

Erving Goffman                                                                                 

 (1922-1982), fue sociólogo y escritor canadiense que fue considerado el “Padre de la micro sociología”, se profundizó  en una sociología más interesada en los procesos micro-sociales de interacción entre las personas, centrándose en  la influencia de los significados y los símbolos sobre la acción y la interacción humana.

Es autor de varios artículos y reseñas bibliográficas, entre ellas su obra “Estigmas”, publicada en el año 1963.

Primero hay que comenzar definiendo lo que es un estigma, es una “marca o señal en el cuerpo“, según el diccionario de la Real Academia Española. Para Goffman estigma es un término para referirse a signos corporales con los cuales se intenta exhibir algo malo y poco habitual en el status moral de quien lo presenta, debemos decir que esta definición la crearon los griegos. Este estigma produce en los demás a modo-efecto un desacredito amplio, a veces recibe el nombre de defecto, falla o desventaja.

Para el autor, es el medio social el que establece las categorías de personas que en el se encuentran. De esta manera, la sola presencia de un extraño ante los ojos de otro individuo, moviliza las primeras apariencias que permiten “prever en qué categoría se halla y cuáles son sus atributos”. Estos atributos, que pueden demostrarse como pertenecientes a este individuo observado, son su “identidad social real”.

Las enfermedades mentales, las discapacidades físicas, la obesidad, el ser hijo ilegítimo, la orientación sexual, la identidad de género, el color y tono de piel, la nacionalidad, el proclamarse de una cierta cultura o el vivir en un entorno con índices de criminalidad elevados, son objeto de estigma social en una gran variedad de contextos sociopolíticos en muchas partes del mundo. En esa época, cuando el autor publicó “Estigmas” (1963) estaban ocurriendo hechos muy significativos con respecto a la sociedad en el mundo como:

• La discriminación que en ese entonces estaba presentando el  gobernador de Alabama George Wallace al  impedir la inscripción de los primeros estudiantes afronorteamericanos, Vivian Malone y James Hood, en la Universidad en Alabama.
• En general en  esa época estaba muy presente la lucha contra discriminación racial.

• ¿Qué aportes le hace la lectura del texto para “mirar” e “interpretar” la realidad educativa?

El aporte que me brinda este texto para analizar la “realidad educativa” es que, en la actualidad  todas estas situaciones que plantea el autor que tienen que atravesar las personas “estigmatizadas”, (señaladas), ya sea por alguna diferencia  física, intelectual, hábitos, lugar de residencia, religión o posición socioeconómica respecto a los otros son atravesadas por los niños u adolecentes dentro del ámbito escolar ya sea por sus compañeros como también por los mismos docentes y directivos de la institución escolar.

Mi primera inquietud surge en pensar en una escuela inclusiva, acerca de cómo se mira por ejemplo la pobreza, la condición física o intelectual que condiciona fuertemente a los niños y adolescentes que habitan la escuela.

Para pensar en una escuela inclusiva es fundamental reconocer que los procesos de exclusión social (externos a la escuela), tienen consecuencias en la subjetividad de los alumnos y en la producción de trayectorias educativas.

Creo que el primer paso para afrontar este estigmatismo en la escuela comienza por el maestro/profesor, la institución en general, ya que no todas las instituciones, ni todos los docentes se posicionan del mismo modo frente a los condicionamientos diversos del alumno. Mientras que para algunos docentes por ejemplo la pobreza del alumno puede transformarse en un atributo estigmatizante, es decir, negativo o vergonzante, para otros docentes la pobreza material de los alumnos les va a representar un desafío propio o una oportunidad de poder darle una buena enseñanza a ese niño, brindarle  la confianza, el acompañamiento y el afecto que necesita para poder desempeñarse al máximo.

El docente es el que va a cargar, especialmente, esta  responsabilidad,  de acompañar el sufrimiento social de los alumnos. Muchos docentes transforman esas condiciones en oportunidades de democratización, la instancia de reflexión sobre la práctica puede permitirles aprender a conocer a sus alumnos en sus identidades, condiciones materiales y culturales sin pre-juzgar, sin condenarlos de antemano y estar así en mejores condiciones pedagógicas para interiorizar con ellos.

En este momento cabe poner en ejemplo una situación muy interesante, narrada por mi madre Silvana Higuera (docente): ella expresaba que de chica era una alumna muy tímida e introvertida y le costaba desenvolverse y participar en clase, a comparación de sus compañeros que le costaba desenvolverse, participar en clase y mantener un ritmo de trabajo respecto al de sus compañeros. Ante esta situación siempre se sintió segregada y poco valorada por parte de su maestra. En este sentido en un, cierto nivel, la  “estigmatizaba”.

El día que mi  madre se recibió y empezó a ejercer su profesión, como docente, quiso hacer lo contrario que su maestra hizo con ella y con otros compañeros. Se enfocó en tratar de ayudar a esos niños “estigmatizados”, con dificultades, como por ejemplo: niños con problemas de aprendizaje, vergonzosos, de pocos recursos, sordos, etc. Ella siempre planteaba lo importante que es poder abrirles un camino, darles una oportunidad a esos sujetos señalados y que fuerte y poderosa es: la mirada, la palabra, la acción, el vínculo positivo para favorecer y propiciar trayectorias escolares significativas.

...