NECESIDADES INFANTILES COMO REFERENCIA ORGANIZATIVA DEL ESPACIO LÚDICO

TEMA 3: LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS LÚDICOS:

NECESIDADES INFANTILES COMO REFERENCIA ORGANIZATIVA DEL ESPACIO LÚDICO:

Las necesidades infantiles se pueden diferenciar en:

• Necesidades de supervivencia: alimentación, descanso e higiénicas.
• Necesidad de seguridad y prevención de riesgos.
• Necesidad de seguridad afectiva: es el resultado que promueve un ambiente placentero, en el que las experiencias de comunicación con el educador hacen sentir al niño reconocidos en sus demandas. Esta seguridad implica que el niño reconozca sus necesidades, a través de un proceso en el que:

• Las siente e identifique.
• Solicite su satisfacción.
• La educadora las satisface.

Esta secuencia temporal permite que los niños incorporen la espera como sensación placentera. Cuando la atención de la persona adulta se anticipa al deseo infantil provoca confusión y no aprenden a solicitarlas de forma adecuada y cuando los niños no reciben respuestas se dan las rabietas y los lloros insistentes. El papel de la familia es fundamental, esta necesidad influye en el espacio.

• Necesidad de socialización con el educador y los iguales: destaca la organización del espacio y la distribución de mobiliario entre los miembros del grupo: educador y niños. El espacio de juego debe propiciar contactos y comunicación entre los "jugadores" para favorecer el desarrollo de las capacidades de socialización. También se puede incidir en la capacidad de relación con actividades grupales.
• Necesidad de maduración y desarrollo cognitivo: está asociado a:

• Las posibilidades de movimiento.
• La diversidad de objetos percibidos (vista, mano, boca, oído, olfato) y los estímulos sensoriales inherentes.
• Cierta autonomía, evitando riesgos.

DESARROLLAR EL PLANTEMIENTO EDUCATIVO Y EL ESPACIO:

Características o criterios a tener en cuenta en la organización de los espacios en la Escuela Infantil sería:

• Tener en cuenta la funcionalidad, que sea de fácil acceso y salida y que los materiales y juguetes estén al alcance de los niños.
• Estar diferenciado y protegido de otros usos.
• El espacio debe ser adecuado a la edad y sus características evolutivas, higiénicas, saludables, seguras y prácticas.
• Que sea estético, con colorido pero sencillo, que haya espacios libres y con disponibilidad de materiales, luminosidad y decoración.
• El mobiliario debe ser práctico y adaptado a los usos: estanterías para juguetes, mesas y sillas adaptadas a las edades, perchas a la altura de los niños, armarios, espejos, juguetes varios según las edades...

Los espacios de exclusión: son las zonas de la clase que se utilizan para colocar o enviar a los niños que muestran conductas negativas. Conviene ser precavidos y no utilizarlos excesivamente; un educador tiene que diferenciar entre la utilización de un recurso de eficacia y la utilización de un recurso educativo.

ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS POR RINCONES Y ZONAS DE JUEGO:

El trabajo por rincones se trata de crear un medio estimulante que provoque la actividad de los niños lo que hace posible el aprendizaje a través del juego. Según la intencionalidad didáctica podemos diferenciar en el aula:

• Rincones de juego: aquellos con contenido lúdico donde los niños juegan de forma libre. Tienen un componente social de aprendizaje de normas, resolución de conflictos, fomentan la participación libre, creadora y comunicativa. Están más presentes en el primer Ciclo, con el rincón más significativo es el juego simbólico.
• Rincones de trabajo: relacionados con un trabajo individual y más académico como el lenguaje lógicomatemático, plástica… Posibilitan la actuación libre y responsable de niños.

El juego realizado por los niños en cada uno de los rincones es una experiencia que:

• Permite a los niños aprender a través del juego.
• Incorporan a la clase materiales específicamente no escolares.
• Favorece el proceso de socialización ya que se educa en la colectividad.
• El autocontrol del trabajo de los niños a través del panel de control.
• El aprendizaje activo y significativo.
• La motricidad fina y gruesa.
• La liberación de la ansiedad.
• El desarrollo del lenguaje comunicativo.
• La imitación de modelos.
• La imaginación y la fantasía.
• La autonomía e independencia respecto al educado.
• La localización y organización de los objetos.
• La construcción de la norma asociada a las características de las situaciones.
• La regulación del comportamiento entre iguales en espacios compartidos.

Los rincones durante el primer año de vida:

• Zona de alfombra con cojines (0-6 meses): ocupa todo el espacio de la sala y en ella se pueden colocar: cestos con diferentes objetos, espejos, libros duros con imágenes, juguetes musicales, juguetes que ruedan y se les escapan, juegos de encastre.
• Zona de alfombra para gateo y desplazamientos (6-10 meses): se inicia una diferenciación entre la zona para juegos de movimiento y aquella destinada a mantenerse sentados. Debe ser una superficie cálida y de medidas suficientes para permitir desplazamientos amplios y seguros. Se recomienda crear desniveles y rampas, con colchonetas y cojines. Juegos de encastre, espejos, libros duros con imágenes, balancines, pelotas y objetos rodantes que se persiguen, barra fija para sujetarse y levantarse. Los niños comienzan a fijarse en los detalles.

Los rincones a partir del segundo año de vida:

Dirigidos a desarrollar actividades más autónomas. Se mantiene la zona de alfombra, para actividades en grupo: hablar y jugar todos juntos, contar y mirar cuentos, o desarrollar juegos de construcción. Se incorporan rincones delimitados por temas específicos, aunque siempre estará presente el rincón del juego simbólico ocupado principalmente por la casita, para desarrollar valores sociales, el apego y el respeto.

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