Participación De Los Niños Y Adolescentes En La Cadena Del Narcotrafico

Participación de los niños y adolescentes en la cadena del narcotráfico: cultivo, procesamiento y comercialización de drogas

Los niños que trabajan en los sembríos de hoja de coca lo hacen en condiciones deplorables. Son la mano de obra más barata existente y la que se utiliza más intensamente en tiempos de cultivo y cosecha de hoja de coca. Ganan menos de US$ 1,5 al día por jornadas laborales muy extensas y extenuantes. Este ingreso decae a la mitad en época de vacaciones o cuando hay sobre oferta de mano de obra. Muchas veces trabajan sólo a cambio de comida.

Muchos de ellos trabajan en los cocales de sus familias, sin embargo, la mano de obra restante la venden a peones que mayormente los explotan. Esta situación de explotación se agrava cuando se trata de las niñas y las mujeres, a ellas les pagan menos que a los varones o simplemente las engañan, no les pagan, las maltratan más severamente y a veces hasta las violan.

Existe también una buena proporción de niños que se trasladan a las zonas cocaleras para dedicarse al estacional cultivo de la hoja de coca. En el proceso del cultivo de coca, los niños hacen zanjas, trasplantan almácigos, fumigan y desyerban. Cuando trabajan en las chacras de coca, los niños sufren continuamente accidentes y dolencias como consecuencia de su trabajo.

Haciendo zanjas se cortan porque manipulan objetos punzo-cortantes, cuando deshierban y pisan la hoja de coca se dañan los dedos de las manos y los pies pues trabajan descalzos para que la hoja no se dañe y esté apta para comercializarla.

Les aparecen erupciones que les producen picazón, estas ronchas luego se convierten en heridas que les infectan la piel. Estas dolencias son consecuencia de la constante exposición a agroquímicos altamente tóxicos, plaguicidas utilizados para eliminar el chapo, un gusano verde y peludo que afecta los cultivos de coca contra el cual los niños deben luchar a costa del detrimento de su salud.

OPINION:

Un paso importante en el largo camino hacia una sociedad donde los derechos de los niños, niñas y adolescentes no sean fácilmente vulnerados, donde nuestra infancia no trabaje en la economía de la coca, es la existencia de marcos normativos internacionales y nacionales donde:

-Se requieren políticas públicas que creen un entorno de desarrollo que haga innecesario el uso de la mano de obra infantil.

- Esto tiene que ver con políticas de redistribución del ingreso; con políticas que promuevan la mejora de los ingresos de las familias más necesitadas; con la mejora de la calidad de la mano de obra adulta.

-Se debe considerar a la educación y a la salud una prioridad en las políticas del Estado.

-Asimismo se debe promover el desarrollo económico de las zonas cocaleras.

-Desarrollar programas de conservación de suelos y reforestación.

-Involucrar a los lugareños

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