Presos con discapacidades intelectuales
Enviado por paaolinaa • 22 de Octubre de 2018 • Apuntes • 2.123 Palabras (9 Páginas) • 79 Visitas
Presos con discapacidades intelectuales
La persona a la que le voy a realizar la entrevista es una mujer que trabaja con una asociación que representa en España a las personas con discapacidad intelectual en la que -entre otras funciones- se dedican a tratar con presos con discapacidades intelectuales y a realizar varios proyectos con ellos. El tema abordado es principalmente el hecho de que haya personas cumpliendo condena con este tipo de discapacidades en prisión y no en centros adaptados para ellos.
- Buenos días Mayca, gracias por atenderme, ¿cómo estás?
- Buenos días Paola, pues bien, ¿y tú? Cuéntame un poco sobre de qué estás interesada que hablemos.
- Muy bien, gracias. Verás, tengo que realizar un trabajo para la universidad acerca del sistema penal, esto conlleva tener que realizarle una entrevista a alguien que esté directamente relacionado con éste y he pensado en ti, ya que hablar de los presos con discapacidades intelectuales es un tema que normalmente no es muy tratado y no se tiene muy presente. Así que cuando quieras empezamos con las preguntas.
- Pues empecemos entonces.
- ¿Cuál es tu formación profesional?
- Yo soy psicopedagoga.
- ¿Cómo conociste el lugar dónde trabajas actualmente que está relacionado con el sistema penal? Y, ¿en qué consiste dicho lugar?
- Verás, yo conocí esta federación de asociaciones a través de una persona que trabaja ahí, pero en otra Comunidad Autónoma ya que estamos presentes a nivel nacional.
Yo concretamente trabajo en una en una federación de asociaciones que hasta hace un año se llamaba “FEAPS”, y ahora hemos cambiado de nombre y se llama “Plena Inclusión” en Asturias. A través de alguno de nuestros programas que nuestra organización utiliza en las cárceles, tenemos contacto directo con el sistema penal, y de hecho intervenimos a veces en algunos procedimientos judiciales para lograr eximentes, reducciones o incluso para que se concedan medidas alternativas para evitar el ingreso en prisión.
- ¿Cuéntame un poco sobre cómo funciona ésta asociación?
- Esta organización nació en los años 60, una vez que se aprueba la ley de Asociaciones que fue en el año 63, sale publicado en el BOE del 64 y permite que la gente forme asociaciones -estamos en plena época franquista- en aquella época los padres y madres que tenían hijos o familiares con discapacidades mentales, esto es; retraso mental, autismo… no tenían a nadie que luchara por sus hijos, nadie que les atendiera, que les diera escuelas, una oportunidad de vida; entonces éstas familias decidieron unirse y formar esas primeras asociaciones. Con el paso del tiempo, esas primeras asociaciones fueron profesionalizándose, fueron haciéndose cada vez más grandes y constituyéndose en federaciones, una por cada Comunidad Autónoma. Existe una federación de “Plena Inclusión” en cada Comunidad Autónoma. En Madrid está nuestra confederación, digamos que es dónde se coordinan todas las acciones.
- En ésta asociación, ¿qué función realizas?
- Yo soy coordinadora, coordino diferentes programas de intervención; los diseño, los implemento, los evalúo… En concreto llevo toda el área de calidad, el área de ética, empleo, todos los programas que tienen que ver con salud mental y discapacidad intelectual y coordino también los programas de exclusión social; entre ellos está el programa de cárceles.
- Vale. Ahora si te parece bien vamos a empezar a centrarnos un poco más en el programa de cárceles, ¿cómo se desenvuelve, es decir; en qué consiste?
- Estupendo, pues a ver, el programa de cárceles tiene diferentes diseños, cada año diseñamos un nuevo programa que vamos a realizar con estas personas y lo presentamos al Ministerio; una serie de actividades, de acciones, de objetivos, de indicadores, de costes que entendemos que va a suponer la aplicación de ese programa, y se envía al Ministerio desde la confederación; es decir desde Madrid, allí lo valoran y nos envían una respuesta.
El programa de cárceles comenzó a partir del año 95, cuando a través de varias investigaciones se dieron cuenta de que había personas con discapacidad intelectual cumpliendo condena en las cárceles; a partir de ahí trabajamos en diferentes líneas:
-Por un lado, en el centro penitenciario. La manera de intervenir allí es detectando a la población con discapacidad, esto se hace en colaboración estrecha con personal penitenciario como son funcionarios, educadores, trabajadores sociales, psicólogos y con el área de tratamiento.
-Una vez confirmado que la persona tiene una discapacidad además de facilitarle el certificado oficial –que mucha gente llega sin él- diseñamos un programa de individualización según las necesidades detectadas en diferentes áreas con el desarrollo humano; puede ser el área creativa, el área emocional, el área manipulativa. En estas áreas diseñamos una serie de actividades consensuadas con la persona, no les imponemos los programas, sino que, a través de ciertas entrevistas, pactando con él hablamos lo que le gusta y lo que puede ser beneficioso para su futuro.
-Después incorporamos a la persona en el programa, tenemos un espacio en casi todas las prisiones habilitado para llevar a cabo talleres de intervención que son de todo tipo. Trabajamos la prevención del hábito de consumo, la salud, el deporte, las habilidades sociales; cualquier tipo de aspecto que tenga que ver con el contacto humano intentamos trabajarlo con ellos.
- ¿Desde dicha federación, tenéis también algún tipo de contacto con los familiares de los presos?
- Si, también trabajamos con las familias, a nivel de ayudarlas si necesitan cambiar de domicilio, acompañándolas a los servicios sociales o a hacer un seguimiento, tenemos coordinación con el banco de alimentos para hacerles llegar artículos de primera necesidad porque suelen ser de un perfil cultural bajo, nivel socio-económico bajo también, y suelen ser familias con problemas estructurales graves. Hay alguna familia normalizada, pero la mayoría de los chicos que están en prisión pertenecen a este tipo de familias.
- En cuanto al área judicial como anteriormente comentabas, ¿cómo intervenís? ¿Podrías hablarme un poco sobre cómo interactúas con ellos y sobre cómo los intentas ayudar desde tu posición profesional?
- A la hora de la concesión de los permisos, ayudamos a los presos en base a realizar informes en cómo es su comportamiento y su evolución.
También realizamos salidas terapéuticas programadas, cada dos meses organizamos salidas de duración de unas 6 u 8 horas que tienen que tener un componente cultural claramente como podría ser la visita a un museo o bien a un área natural que pueda ayudar a la persona a relajarse, a avivar un poco los sentidos y a alzar la vista. Procuramos que en esas salidas haya también un componente urbano, por ejemplo; nos gusta ir a última hora de la tarde un centro comercial y que ellos vayan a una cafetería, que pidan un café y que den las gracias… Buscamos la manera de que interaccionen con las personas que tienen al lado, o que se compren unos calcetines en “Primark” y paguen con monedas, ya que los centros penitenciarios no funcionan con monedas, entonces a veces pierden el contacto con la realidad y es bueno que no lo pierdan del todo.
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