REFORMA EDUCACIONAL EN CHILE.

Reforma Educacional en Chile

Viernes 26 de Junio, 2015.

La realidad de la educación chilena y citando al premio nacional de Historia del 2006 Gabriel Salazar en la entrevista La mala educación, un problema nacional: “no posee un proyecto nacional, ¿para qué estamos educando a nuestros niños? Aparentemente solo para que aprendan a competir en el mercado.” Esta no posee un fin para la sociedad más bien genera una competencia dentro de la sala de clases para conseguir mejores resultados, o un mejor puntaje. El país se está manifestando frente a esto y propone cambiar esta visión, Chile necesita una educación más justa y de calidad, que genere oportunidades auténticas a todos y por igual.

La Reforma propuesta por el gobierno de Michelle Bachellet plantea para poder llegar a esto, poner fin al copago (colegios con subvención del Estado), al lucro y a la selección como gran solución al problema educacional, esto sin tener en cuenta que una buena educación va más allá de algo económico, sino más bien un problema social que está afectando gravemente a la nación.

Los colegios particulares subvencionados son el claro ejemplo del lucro en la educación, esto debido a que, a pesar de recibir financiamiento del gobierno también cobran una mensualidad y en casos, considerable, a sus estudiantes. Este tipo de colegios han sido una opción para las familia de clase media para optar por una educación de “calidad” y que sea del alcance de su presupuesto mensual ya que por un lado la educación gratuita del país tiene posee una especie de mala fama, ya sea por su baja calidad o malos resultados o por conflictos generados por los estudiantes, (generalmente culpabilizando al ambiente social donde esté viva), y la privada que simplemente no es vista como una opción realista para las familias.

Así entonces podemos decir que estos colegios no son más que un servicio transformado en empresa que saca del bolsillo de los chilenos dinero a través de algo considerado, constitucionalmente, un derecho. ¿Entonces por qué pagar por él?

Lo que las familias verdaderamente se preguntan es que si poniendo fin a este tipo de escolaridad sus hijos podrán tener una enseñanza igual o mejor que la que ya estuvieron recibiendo, porque si que hallaron dispuestas a generar recursos para contribuir al negocio educativo, lo hicieron por el hecho de que tuvieron miedo de poner a sus hijos en colegios públicos y que ellos recibieran una educación insuficiente y que no los ayudara a “surgir”, la reforma educativa no específica que los cambios que desean implementar  aseguran un éxito a lo propuesto, entonces que hacer finalmente, ¿Arriesgarse a recibir una mala calidad educativa o seguir con el endeudamiento para un mejor futuro? Como si esta pregunta se hiciera, o existiera alguna opción, para las familias chilenas.

Un punto que destaco de esta reforma es el fin a la selección, puesto que es el único que puede generar un cambio real en la sociedad hablando de la discriminación que ha creado esta y así como ha dicho repetitivamente en gobierno “que las familias puedan elegir el establecimiento, no éste a las familias” y es apropiado, ya que no se puede permitir que un establecimiento cree un “elite” dentro de su comunidad, que solo acepten a familias conformadas por lo que ellos consideren como correcto, que pertenezca a una religión en particular o, que no conste el perfil específico para ingresar al establecimiento.

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