RELATORIA ACERCA DE LA DOCTRINA DE LA IDEA

 RELATORIA ACERCA DE LA DOCTRINA DE LA IDEA^[1]

La idea, como término o concepto, ha sido usado comúnmente tanto en filosofía como en la vida cotidiana, incluso para indicar algo aparente, contenido en la mera representación. Por su parte, Kant ha reivindicado la acepción de la expresión idea al enmarcarla en el concepto racional. Siendo el concepto racional, el concepto puro que carece de determinaciones empíricas, el cual se debe emplear para entender, determinar, y representar  las percepciones obtenidas del objeto. La idea, en el marco del concepto racional, queda restringida a la pura representación en la que, los pensamientos son solo algo subjetivo y accidental que consagran realidades temporales y abstractas. Es decir, la idea no contiene la totalidad de la realidad.

En negación a la concepción de idea en Kant, Hegel propone que el concepto idea represente lo objetivo, es decir lo verdadero, que se diferencia del concepto mismo y de la mera representación. De esta manera lo racional es la idea, distinguiendo lo racional  del intelecto y del concepto, es decir, en su representación de la totalidad.

Además de lo racional, la idea es la unidad del concepto y la objetividad,  de lo objetivo y subjetivo. Siendo, la congruencia entre lo objetivo y subjetivo lo que garantiza la unidad entre concepto y realidad. Cuando la idea  contiene esta doble unidad, el ser logra el significado de verdad, el ser es lo que es la idea. La idea, tiene su expresión universal, del verdadero ser, en la unidad entre concepto y realidad y su manifestación determinada en lo subjetivo y objetivo.

Cuando hay una incongruencia entre la realidad y la idea, se deduce que en la idea predomina la subjetividad por ende, el contenido de la idea no se corresponde con lo real. De manera semejante, cuando la objetividad de la idea no es congruente con el concepto, esta idea es tan vacía como la nada. En la mencionada incongruencia, entre la realidad y la idea, se configura la finitud de la idea, ya que no tiene en sí misma la realidad de su concepto al ser concebido como una determinación extrínseca. El motivo por el que la idea no logra dar cuenta de la totalidad de la realidad, tal como se refleja en la finitud del concepto, se debe al contenido limitado de la idea siendo su objetivo identificar las determinaciones del objeto en su unidad inmediata, esta limitación de la idea genera la distancia entre concepto y realidad.

Para ejemplificar la incongruencia entre la idea y la realidad se trae a coalición la idea del Estado, en base a la teoría contractualista se sabe que el concepto absoluto de Estado es constituido a partir de la libertad natural de los individuos por ende, debe responder a sus requerimientos. Por ende, el peor de los Estados seria aquel en que la realidad de los individuos no se corresponde con el concepto de Estado y los individuos obedecen a concepto exento de la naturaleza misma de los individuos.

 En el idealismo subjetivo, la formación del conocimiento parte de la afectación del objeto y a partir de esta, el sujeto crea representaciones del mismo y pasa a comprobarlas en la realidad. Al ser el sujeto el ente predominante en la formación de conocimiento y el patrón para determinar la verdad del mismo, resulta que la determinación o la diferencia del concepto es una apariencia y su objetividad está compuesta como totalidad inmediata, como un todo exterior. Se presenta una identidad determinada entre el sujeto y el objeto porque se construye el concepto en lo formal o subjetivo por ende, no contiene al objeto en su totalidad, en la realidad del mismo. Producto de la incongruencia entre la subjetividad y objetividad,  el sujeto no tiene en si  la objetividad del objeto porque de ser así, la totalidad del objeto se perdería en la objetividad, se trata de una objetividad puesta con orientación a un determinado fin, la vigencia de esta objetividad puesta, se garantiza al estar compenetrada en el sujeto como ser puesto. En este tipo de objetividad, la idea es simple e inmaterial, ya que existe como algo exterior que solo está determinada por el concepto.

De lo anteriormente mencionado, se obtienen consideraciones precisas respecto a las determinaciones de la idea en su esencia. La idea, es la identidad del concepto y de la objetividad como un universal, en esta identidad lo particular se determina en su negatividad idéntica consigo misma. Además, comprende la relación entre subjetividad del concepto y de la objetividad distinguida del mismo. La idea, debe recorrer los momentos de la conciencia hasta lograr el absoluto, unidad entre concepto y realidad, por ende, en un primer momento la idea solo es inmediata, es decir solo esta contenida en el concepto. En este estado de inmediatez, la realidad objetiva esta adecuada al concepto pero no se ha liberado hasta alcanzar al concepto, debido a esto la realidad no existe por si como concepto ya que este contiene a la realidad objetiva de manera inmediata. Puesto que la idea es vida, la reflexión del proceso absoluto en si misma permite superar esta individualidad inmediata.

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