Reforma Ley 30

LA EDUCACIÓN COMO UN SERVICIO DEL MERCADO Y NO COMO UN DERECHO DE LOS COLOMBIANOS

En Colombia, la educación es un derecho que tenemos todas las personas y un servicio público que tiene una función social, así está establecido en la Constitución Nacional de 1991, en la cual también se establece que la educación debe ser gratuita en las instituciones del estado. Ahora como todos sabemos son muy pocas las personas que de verdad disfrutan de este derecho en nuestro país, algunas porque no están en la capacidad de cubrir los gastos que los estudios generan u otras personas sencillamente porque ven en el trabajo una mejor forma de salir adelante que el estudio.

En estos días el Presidente Juan Manuel Santos, presento una propuesta de reforma a la Ley 30 de 1992 de la educación superior en Colombia, que está compuesta de 164 artículos y 50 páginas, en realidad es una reforma totalmente nueva en la cual se abordan muchos temas, sin embargo entre todos esos hay uno muy importante que es el financiamiento estructural de las universidades públicas del país por parte del gobierno.

En nuestra nación la oportunidad de acceder a la educación superior y de buena calidad a un bajo costo, es un logro del que gozan muy pocas personas, las universidades públicas del Estado son unas de las principales fuentes de conocimiento para nuestra sociedad, porque aparte de brindarnos una excelente educación, nos la ofrece a muy bajo costo, mirando esto desde el punto vista de la calidad de sus docentes a comparación del valor de la matricula.

Colombia es un país en el que los ricos son cada vez más ricos y los pobres los somos aun muchos más y tener la oportunidad de acceder a la educación es un tema del que no todos pueden hablar.

La propuesta de la reforma de la Ley 30 de 1992, presentada por el presidente Juan Manuel Santos, con la que se busca ampliar la cifra de quienes pueden acceder a la educación permitiendo que el mercado participe en la creación y financiación de universidades con ánimo de lucro, aún si esto supone un detrimento en la calidad de la educación superior. Si bien la reforma tiene puntos positivos como la internacionalización y los subsidios para saldar los créditos educativos, ésta tiene ciertas falencias, entre la cual destaco el considerar la educación como un servicio del mercado y no como un derecho de los colombianos, la implementación de dinero privado en las universidades públicas lo cual induce a la privatización de la investigación en dichas universidades, además ¿cómo y con que fin ingresa ese dinero por parte de las instituciones privadas?. De nada nos sirve cobertura sin calidad, porque si uno de los propósitos de la reforma es la internacionalización y la competitividad de los profesionales colombianos, éstos deben ser profesionales con una educación de calidad, que estén al nivel de los egresados de universidades de otras partes del mundo,

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