Resolución de disputas

Vías alternativas para la resolución de disputas

Existen diferente tipos de vías alternativas para resolver disputas a las cuales podemos recurrir según la situación que lo amerite y el objetivo que sea de nuestro interés alcanzar. Así por ejemplo, a continuación presentaremos las más comunes y utilizadas, entre ellas la mediación.

La primera es la evitación, por deducción podemos decir que recurren a ella personas que temen enfrentar la controversia que se presenta y toman una actitud pasiva ante el problema, ignorándolo, no aportando un punto de vista claro y firme que favorezca a su pretensión, prefieren guardar silencio y resignarse a aceptar el resultado impredecible. No es una vía muy recomendable para la resolución de disputas.

La siguiente es la negociación, este es un tipo más acertado al que podemos recurrir. Generalmente son ambas partes interesadas, quienes por voluntad propia, se reúnen, o delegan a un representante a través del cual manifestarán su voluntad. Esta se caracteriza por la demostración de la predisposición y buena voluntad de ambas partes para llegar a un acuerdo, ambos expresan su punto de vista de forma clara y precisa; claro que siempre buscarán defender sus propios intereses pero lo ideal es hacerlo teniendo en cuenta la situación de la otra parte y así poder tener el resultado deseado.

La tercera alternativa es la mediación, la cual posee algunas de las características de la negociación tales como: la buena voluntad y predisposición de las partes para llegar a un acuerdo, la expresión de ambos puntos de vista, etc. Sin embargo la diferencia es que aquí existe un tercero auxiliar. Este tercero involucrado tiene la misión de ser el apoyo o guía que orientará a las partes para llegar a un resultado satisfactorio, debe ser respetuoso, conciliador y facilitador; alguien proponga soluciones y no genere conflictos; además, esta guía tendrá que ser imparcial, libre de prejuicios y no favorecer a una parte sobre la otra, manipulando a los involucrados y al proceso.

Como cuarta alternativa tenemos al arbitraje, cuando las partes no pueden ponerse de acuerdo sobre una controversia y aceptan acudir a un tercero imparcial, al igual que en la negociación, sin embargo en este caso es el tercero quien dará solución al conflicto de intereses más no las partes. Este tercero imparcial por lo general es un juez de arbitraje o abogado que se rige bajo la Ley 26572 Ley General de Arbitraje y por lo tanto tiene que actuar conforme a esta lo que dure el proceso de arbitraje y dar una solución objetiva.

La quinta y última vía es la dominación, esta se relaciona mucho con la primera vía que describimos, ya que mientras una parte puede optar por la dominación, la otra opta por la evitación. La parte dominante generalmente carece de empatía, buena voluntad y predisposición para solucionar el conflicto, se empeña en doblegar a otra parte para imponer su voluntad y por consiguiente sus intereses, utiliza medios como la amenaza (coerción o coacción) e insultos, y adopta una actitud grosera y prepotente; con lo mencionado anteriormente, los resultados que se generan son totalmente desfavorables para la otra parte.

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