Resumen: El elemento de K. Robinson

EL ELEMENTO

“Encontrar el Elemento en ti mismo es imprescindible para que descubras lo que de verdad puedes hacer y quién eres en realidad” (Robinson, 2009).

El “Elemento” de Ken Robinson, se enfoca en la combinación de nuestras aptitudes naturales con aquello que más nos apasiona hacer, a lo que denominó como El Elemento. A lo largo del libro se hace mención a diversos personajes, alguno de ellos de fama mundial, que alcanzaron el Elemento y como este se manifiesta de formas distintitas, pero con sus componentes universales.

En las primeras páginas, Robinson detalla sobre las limitaciones que tenemos para no estar en el Elemento como, por ejemplo: Nuestra limitada comprensión sobre nuestras aptitudes y su relación integral, y nuestra limitada comprensión del potencial de cambio y crecimiento como seres humanos. Aquí destaca el caso de Gillian Lynne, quien en su infancia sufría lo que ahora se conoce como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), lo que llevó a la pequeña Gillian a tener muchos problemas en la escuela e incluso fue recomendada por sus maestros para que fuera a una “escuela especial”, podemos deducir que sus maestros no profetizaban el mejor futuro para la pequeña, pero esto estaría muy lejos de la realidad y se debería a la visita a un psicólogo en donde se demostraría que la pequeña Gillian no padecería de ninguna enfermedad sino que su Elemento no se hallaba en la Literatura o ciencias naturales, sino en la Danza; años después su nombre seria reconocido como la autora de la coreografía de Cats y El fantasma de la ópera.

La limitada comprensión sobre las aptitudes de las personas se demostraría en los maestros de la pequeña Gillian e incluso en su madre y de no haber personas como el psicólogo que atendió a Gillian y su madre, probablemente el destino de Gillian sería otro.

• Hablando de lleno sobre el tema, sabes que estas en tu Elemento cuando lo que sea que estés haciendo lo haces con pasión, por ejemplo, en el trabajo, acudes al trabajo y te desempeñas correctamente, sin aburrirte y lo haces porque quieres y porque al hacerlo estas en tu Elemento.
• El camino para acercarte a tu Elemento es a través de tu creatividad, porque la creatividad es el resultado del dinamismo que tiene la inteligencia humana, no tiene limitaciones y puede requerir todas las áreas de nuestra mente y de nuestro ser.
• Para adentrarte al corazón de tu Elemento tienes que estar en la zona, un lugar en el que puedas ser tú mismo y hacer lo que más amas. Cuando estas en la zona te alineas de un modo natural a una forma de pensar.
• Formar parte de una tribu te lleva hacia tu Elemento, esto implica a estar con personas que podrían ser colaboradores y/o competidores, además proporciona inspiración y provocación para elevar las expectativas de nuestros propios logros.
• Las barreras que no te dejan alcanzar a tu Elemento son tres: círculos personales, sociales y culturales; mantener tu propia visión y hacerles frente a las adversidades, así como distanciarse de las comodidades en busca de un entorno más apropiado para nuestro crecimiento, son claves para superar estas barreras.
• Tener un mentor te acerca aún más a tu Elemento, pues estos asumen un lugar personal e insustituible en nuestra vida, nos abren puertas y se implican directamente en nuestro viaje.

Robinson destaca el talento natural como una forma independiente de estar en el Elemento pues este excluye al contexto y solo requiere aprovechar al máximo nuestros talentos innatos, el fundamento de esto se halla en los casos de Paul Mccartney, Albert Einstein, Bart Conner, Ewa Laurance ,Terence Tao, Alexis Lamaire y Richard Branson, quienes tenían el talento innato en la música, deporte, matemáticas y los negocios empresariales, hablando de los dos últimos: Lamaire no aprendió matemáticas en la escuela, lo hizo por su cuenta a través de los libros y a sus veintes derrotaría a las calculadoras más avanzadas al resolver la raíz decimotercera de un número de 200 dígitos en sólo 72,4 segundos, rompiendo un récord mundial; Branson a su vez dejaría el colegio desconcertando a sus maestros quienes vieron mucho potencial en él, pero en poco tiempo se convertiría en un magnate empresario millonario dueño de la marca Virgin.

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