Sexualidad, Educación Y Mujeres Adolescentes
Enviado por Davooxx • 3 de Agosto de 2012 • 10.151 Palabras (41 Páginas) • 738 Visitas
Sexualidad, educación y mujeres adolescentes:
El discurso ausente del deseo
Michelle Fine***
Desde finales de 1986, las revistas populares y los periódicos han publicado historias polémicas sobre educación y sexualidad. Ya sea que la controversia trate acerca de educación sexual o clínicas escolares de salud, los discursos públicos sobre sexualidad en las y los adolescentes se encuentran enérgicamente representados por autoridades de gobierno, voceros de la nueva derecha, docentes, "el público", feministas y profesionales de salud pública. Estas historias ofrecen la autoridad de los "hechos", percepciones sobre controversias políticas, y abordan los miedos no admitidos acerca de la sexualidad [Foucault 1980]. A pesar de que los hechos por lo general tratan del cuerpo femenino de la adolescente, poco se escucha de las jóvenes mismas.
Este artículo explora estas diversas perspectivas sobre la sexualidad en las y los adolescentes presentando, además, los puntos de vista de un grupo de muchachas adolescentes. El artículo está formado por un estudio basado en abundantes currículos sobre educación sexual en la actualidad, un afeo de negociaciones para incluir sexualidad lesbiana y gay en el programa de estudios de una ciudad, así como entrevistas y observaciones recolectadas en clases de educación sexual en la ciudad de Nueva York.1 El análisis examina los
* En: Belausteguigoitia, María y Araceli Mingo (editoras). Géneros Prófugos. Capítulo 10. Paidós, México, 1999. pp. 291-321.
** Tomado de: Harvard Educational Review, vol. 58, no. 1. pp. 29-53, 1988. Copyright ® 1988 by the President and Fellows of Harvard College. All rights reserved. Traducción de Argentina Rodríguez.
1 La investigación divulgada en este artículo representa una parte de la investigación etnográfica sobre estudiantes regulares y estudiantes que abandonaron sus estudios, realizada a lo largo de un año en una escuela pública de educación integral de la ciudad de Nueva York. Financiada por la Fundación W T. Grant, la investigación se diseñó para investigar cómo en las escuelas públicas secundarias y preparatorias de las ciudades las tasas de estudiantes que abandonan sus estudios incluyen más del 50%. Los métodos utilizados durante ese año contienen: observaciones en las escuelas cuatro días a la semana durante el otoño, y uno o dos días a la semana durante la primavera; asistencia diaria a una clase de higiene para alumnas del duodécimo año escolar; un análisis de archivo de más de 1 200 estudiantes que integraron el grupo 1978-1979 y que ingresarían al noveno año; entrevistas con aproximadamente 55% de estudiantes que habían abandonado sus estudios en fecha reciente o hacía más tiempo; análisis de escritos de ficción o autobiográficos de estudiantes; una encuesta distribuida a un grupo muestra de la población estudiantil; y visitas a escuelas de educación integral, a los programas Graduate Equivalence Diplomas, a lugares de reclutamiento naval, y a escuelas públicas para adolescentes embarazadas y con hijos o hijas. Los métodos y resultados preliminares de la investigación etnográfica se detallan en M. Fine, "Why Urban Adolescents Drop Into and Out of High School", Teachers College Record, no. 87, 1986, pp. 393-409.
1 www.cholonautas.edu.pe / Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales
deseos, miedos y fantasías que estructuran y dan forma a los silencios y las voces sobre educación sexual y clínicas escolares de salud en la década de los ochenta.
A pesar de la atención que se brinda a la sexualidad, el embarazo y la paternidad o maternidad de los y las adolescentes en este país, y a pesar de la evidencia sobre la eficacia de las intervenciones y el amplio apoyo público que se les brinda [Harris 1985], el cumplimiento sistemático de los programas de educación sexual y las clínicas escolares de salud continúa siendo obstaculizado por las controversias que los rodean [Kantrowitz y otras 1986, Leo 1986]. Aquellos que se oponen a la educación sexual o a las clínicas escolares de salud presentan sus puntos de vista basándolos en la razón y en una preocupación por proteger a las y los jóvenes. Para tales opositores la educación sexual plantea la pregunta de si se estimula la promiscuidad y la inmoralidad, y se minan los valores familiares. Sin embargo, el lenguaje de estos desafíos sugiere un efecto sustancialmente más profundo y primitivo. Por ejemplo, Gary Brauer, subsecretario de Educación del Departamento de Educación de Estados Unidos, construye una imagen de inmoralidad manchada por la sexualidad de las y los adolescentes así como por el abuso de las drogas: "Existe una amplia evidencia impresionista indicadora de que el abuso de las drogas y la promiscuidad no son conductas independientes. Cuando las inhibiciones caen, se derrumban por completo. Cuando las personas de cualquier edad pierden el sentido de lo correcto y lo incorrecto, la pérdida no es selectiva. [...Éstas] son expresiones del mismo vacío ético entre muchas y muchos adolescentes" [Bauer 1986].
Incluso el inspector general de Sanidad, Everett Koop, un fuerte defensor de la educación sexual, explicó recientemente: "[Nosotros] debemos ser tan explícitos como sea necesario. [...] No se puede hablar de los peligros de envenenamiento por mordedura de serpiente sin hablar de las serpientes" [Leo 1986, p. 54]. Tales metáforas empleadas y repetidas tan a menudo asocian a la sexualidad de las y los adolescentes con la victimización y el peligro.
Sin embargo, las escuelas públicas rechazan la misión del diálogo y la crítica sexual, o lo que se ha llegado a llamar "educación acerca de la sexualidad". En los actuales programas modelo de estudio sobre educación sexual encontramos: 1) la autorización de suprimir el discurso del deseo sexual femenino; 2) fomentar un discurso sexual femenino de victimización, y 3) privilegiar explícitamente los matrimonios heterosexuales en favor de otras prácticas de la sexualidad. Una o encuentra una ambivalencia sexual no reconocida sobre la sexualidad femenina que aísla de manera ideológica al agente sexual femenino, o sujeto, de su contraparte: la víctima sexual femenina. La adolescente de los ochenta se
2 www.cholonautas.edu.pe / Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales
construye de esta última forma. Educada fundamentalmente como la víctima potencial de la sexualidad masculina, ella no es un sujeto por derecho propio. A las mujeres jóvenes se las aísla y enseña a temer y defenderse de la búsqueda del deseo, y en este contexto no existen muchas posibilidades de desarrollar una crítica de género o medidas acerca de la sexualidad.
Discursos prevalecientes sobre sexualidad femenina en las escuelas públicas
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