Virginidad

“La decadencia de la virginidad en la actualidad”

Alumna: Alejandra Beltrán Gaytán

13 de octubre del 2013

La virginidad se ha convertido en un mito en la actualidad ya que la mayoría de las mujeres no le dan importancia al rompimiento del himen ni viven con la ilusión de llegar “puras y castas” al matrimonio. La publicidad las ha atrapado bajo la premisa del goce del sexo siempre y cuando sea con responsabilidad.

Tomando de referencia la información brindada por un grupo de mujeres en edad casadera (20- 25 años) descubrimos que a las mujeres no les interesa ser vírgenes, pues consideran que están en la era de la modernidad y si los hombres pueden ser promiscuos, ellas también. Ya que tienen el derecho de gozar de su sexualidad con quien mejor les parezca y cumpla con sus expectativas.

Sin embargo hay países que aún consideran a la virginidad como algo sagrado. Tal es el caso de la India en donde la virginidad se asocia a la pureza espiritual y es la base del honor de la familia entera, sus ancestros y su lugar ante la sociedad. La mujer debe conservar el himen intacto para el marido, mismo que ha sido elegido por la familia. Antes de la ceremonia se somete a la novia a una exploración vaginal casera. Las mujeres viven con el miedo de decepcionar a la familia ya que si al momento de la penetración no sangra como consecuencia del rasgamiento del himen, ésta puede ser devuelta a los padres quienes tienen derecho de matarla y es considerado un “crimen de honor”. Tan grande es el tabú que en dicho país salió al mercado una crema llamada: otra vez 18, la cual promete devolver la virginidad, y es usada con la esperanza de no deshonrar a la familia. Los gitanos son también parte de esta tradición ya que si una mujer no tiene himen, sencillamente no pude no siquiera pensar en matrimonio.

Asimismo algunas mujeres de la actualidad de entre 40 y 45 años de edad que tienen hijas en edad casadera, consideran también a la virginidad como algo importante, pero que va más allá del rompimiento de una membrana, sino como una cuestión de dignidad, de mantener la pureza y sobre todo de que las mujeres no se sientan usadas y se pueda formar una mala reputación de ellas. Una de las entrevistadas comenta: “Yo le digo a mis hijas que se den a respetar, que se quieran y se valoren para que no anden hablando mal de ellas y así puedan conseguir un marido que valga la pena y sea de talento”.

Por otro lado la opinión de los jóvenes (hombres) en edad casadera (20-25 años) respecto a si les importa que su pareja sea virgen deja mucho que desear y es bastante controversial ya que mientras algunos buscan que las mujeres sean vírgenes porque consideran que esto les agrega más valor, y es sinónimo de seriedad, compromiso y prestigio.

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