Época Moderna ¿Tenemos que discriminar para ser iguales

Época Moderna:

¿Tenemos que discriminar para ser iguales?

A lo largo de la historia hemos visto como varios grupos minoritarios han sido víctimas de discriminación. Tanto por raza, sexo, ideología, religión, etc. son muchos y variados los ejemplos. Recientemente en la historia, como un medio de equilibrar estos históricos problemas sociales, se ha hablado de la discriminación positiva o discriminación inversa, término ocupado por primera vez en 1965, donde se intenta promover las oportunidades para grupos minoritarios que antes eran discriminados. (Merriam–Webster Inc., s.f.). ¿Pero eso arregla las cosas? ¿Nos acerca a la igualdad ideal que debería existir? Si hacemos leyes o reglas o políticas que promuevan la participación de cierto grupo. ¿No estamos dejando a otros afuera? Queremos que todos sean tratados de la misma manera. No diferenciar de forma negativa o positiva. Para bien o mal. Las mujeres por ejemplo, a lo largo de la historia se han visto afectadas y quedando en un segundo lugar. Pero actualmente has tomado una mayor posición que la que tenían anteriormente y claras muestra de discriminación positiva se han visto tanto en Chile como el mundo.

Un claro ejemplo de esta práctica es la que está empleando una Facultad de la Universidad de chile. Donde desde el 2014 se implementó el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG) “Hace pocos días, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, aprobó la medida de instaurar, por primera vez en la historia de la universidad, 40 cupos de ingreso exclusivo para mujeres Esta noticia fue recibida con gran alegría por las académicas de nuestra Facultad, quienes hemos impulsado esta iniciativa desde sus inicios y la consideramos como un importante primer paso para la equiparación de oportunidades para las mujeres.”. (Poblete & Hitschfeld, 2013). Tanto la carrera de Ingeniería en Plan Común y todas las demás carreras de Beauchef se ha caracterizado a lo largo de los años por tener en su mayoría alumnos de género masculino. Mientras que existe una escasa cantidad de mujeres estudiando alguna de las carreras impartida por esta facultad. Existen diversos factores que afectan esta situación. La condición histórica donde siempre han sido mayormente hombres los que estudian estas carreras en probablemente la mayor de todas. Por lo que no podemos ver esta discriminación positiva de las mujeres  como algo bueno o malo. Además, de que hay que considerar que los otros alumnos no se ven afectados con esta acción, ya que los cupos que estas alumnas ocuparían serian externos a los cupos ocupados por los alumnos de forma regular.

Para las académicas que promovían el inicio de esta práctica encontraban que la mejor manera que las mujeres pudiesen ingresar también a estas carreras de dominio masculino era los ingresos extra. Pero, y si la respuesta fuese distinta. Y si lo que se necesita promover son las mujeres que ingresen a este tipo de carreras. Si hubiese más interesadas para esta carrera de aquellas que obtienen los mejores puntajes a nivel nacional, las cosas serían muy distintas.

En este caso, no hay grandes afectados. Si no al contrario. Hay beneficiados con estas medidas. Aunque no respetamos el principio de igualdad de los humanos (Singer, 1993). No es posible que para que la igualdad se cumpla que haya quienes se estén beneficiando y otros no. Todos los intereses de las personas deben valer lo mismo.

Pero sin duda hay casos donde hay quienes se ven más afectados que otros. El caso Kalanke es una clara muestra, donde podemos observar que este tipo de discriminación no es la manera correcta de hacer las cosas. Lo que ocurrió en este caso fue que el 17 de Octubre de 1995 en un Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, donde un hombre y una mujer, ambos ingenieros, competían por la jefatura de sección del Servicio de Parques y Jardines de la ciudad de Bremen en el cual el Ingeniero tenía una mayor trayectoria laboral y ser el candidato más apropiado para tomar la posición no fue el escogido para asumir el cargo, en cambio fue elegida la Ingeniera, ya que por una norma de 1990 donde según se exponía que si la cantidad de mujeres que se encontraban en ese cargo es menor que la cantidad de hombres, entonces se escogería a la mujer que estaba postulando al cargo (Miguel, 1996). Sin importar la trayectoria de ambos profesionales o de sus capacidades individuales necesarias para poder efectuar de forma correcta el cargo. ¿Cómo es posible que lo único que se considerase para tomar esa decisión era el género que tenían? Una de las personas en esto se vio terriblemente perjudicada cuando en realidad no tenía ningún tipo de relación con la decisión tomada. No era culpa suya que a lo largo de la historia más hombres hayan tenido ese trabajo que mujeres y que sin importar lo calificado o no calificado que estaba no hubiese sido tomado los otros aspectos en consideración.

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