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Capitulo 2


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2015  •  Ensayo  •  2.435 Palabras (10 Páginas)  •  130 Visitas

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CAPÍTULO 3

TUS LOGROS SON LOS MÍOS

En este capítulo menciono los logros que obtuve con los niños que presentaban la problemática y respecto de los cuales busqué mejorar su conducta, en otras palabras, mencionando el interés y reacciones de los niños durante las actividades, retomando la forma en la que se benefició a los niños en sus conductas presentadas, así mismo menciono mis logros obtenidos como docente.

3.1 Niños caso.

3.1.1 Katerene  Álvarez Soto

Inicial: Es una niña de 4 años de edad; físicamente una de las niñas más altas del salón, de esto me percaté por su estatura y su complexión; al principio del ciclo escolar 2009- 2010, como la mayoría de los niños, ella extrañaba a su mamá, todos los días a la hora de la entrada lloraba y no se quería quedar en la escuela, cuando su mamá la quería ingresar, la niña pateaba a todos los que tuviera al frente y gritaba como si le estuvieran agrediendo. Por su complexión, no podíamos cargarla para pasarla al salón debido a que pesaba demasiado, así que llegamos a la conclusión con las demás docentes, en dejar pasar a su mamá para que ella entrara tranquila, la mamá se quedaba aproximadamente como diez minutos y en un descuido de la niña se retiraba; cuando ella notaba que su mamá ya no estaba presente se salía del salón, no quería trabajar ni sentarse con nadie, quería estar sola, caminar en el patio y lloraba de nuevo por la ausencia de su mamá.

Conforme pasaban los días se fue haciendo a la idea que debía asistir al preescolar, para integrarse a las actividades que se realizaban en el aula, dejaba de llorar, esto se logró porque observé una ocasión que mientras contaba un cuento Katerene se tranquilizó, al igual que cuando cantábamos canciones; así que, decidí que cuando llegáramos lo primero era saludarnos, con la ayuda de los niños contar cuántos asistimos a la escuela y, al final de contar, le brindábamos un fuerte aplauso al participante; a Katerene le agradaba que le aplaudieran y cada mañana que llegaba ella quería contar a sus compañeros y cuando terminaba de contar mencionaba ¡ya no lloro maestra me gusta estar con usted! Esto lo mencionaba a cada momento y a las maestras que fueran al salón. Para mí fue un gran avance que Katerene dejara de llorar, debido a que eso no era todo lo que ella hacía, cuando logré integrarla al salón no se familiarizaba con alguno de sus compañeros, su comportamiento en el salón variaba, había días en los que no entablaba relación de amistad con persona alguna, se excluía de las niñas, le agradaba sentarse en una mesa donde se encontraban niños, en una ocasión  que la senté en una mesa con niñas ocasionó que reaccionara de forma agresiva, por ejemplo: las golpeó,  les rompía su trabajo o  las agredía con su mirada; cuando lograba hacer amigas acordaba con ellas molestar a alguna otra compañera.

Continua: Cuando repartíamos los materiales en el salón, ella los recogía y quería repartirlos con preferencias; cuando un niño trataba de tomar un material, lo detenía y lo regañaba diciéndole ¡qué no ves que yo te estoy dando el material! ¡No lo agarres, te tienes que esperar! Viéndolo con enojo, en ocasiones durante las actividades, siempre levanta la voz para llamar la atención, era egoísta, no le agradaba compartir el desayuno con sus compañeros.

En cierta ocasión Katerene comenzó a golpear el bote de leche con el puño hasta que logró romperlo, esto lo repetía constantemente, pero ella sí era capaz de quitarle a sus compañeros su desayuno; cuando me daba cuenta de esto le preguntaba ¿por qué le quitas el desayuno a tus compañeros?, en ese momento, ella agachaba la cabeza mostrando cara de vergüenza, ante diversas situaciones demostraba lo impulsiva que es, pues nunca avisaba de lo que hacía resolviendo los problemas sola y a su estilo que se basaba en golpear; le agrada tomar lo ajeno como por ejemplo: los colores, algún juguete, material o monedas, mencionando: ¡me lo dio mi mamá maestra! y cuando le decía le voy a preguntar Katerene y, si no te lo dio tu mama, tendrá que dar dinero a tu compañero. De esto me percataba debido a que sus compañeros la acusaban y ella logó a reconocer objetos que no eran suyo.

Las actividades que más ayudaron a mejorar su conducta fueron: “un momento especial; pues comenzó a buscar a una compañera para elegirla como su amiga, entendiendo la importancia de la amistad, así como comprender el valor de la confianza y la honestidad, además la ayudó a separarse de su mamá pues en ese momento solo contaba con la presencia de su amiga así sería en la escuela tal y como para sus demás compañeras. En otras actividades me percaté que le molestaba que le dijeran la mayoría de los niños, pues era grosera y peleaba y así no la aceptarían para establecer una relación de amistad.

Final: Me di a la tarea de hacerme su amiga para que así me dijera lo que pensaba, una vez terminada la actividad mencionaba que los demás tenían la culpa de que ella fuera así porque la molestaban, pero conforme pasaba el tiempo fue cambiando su opinión y conductas, de esto me percaté como consecuencia del seguimiento que le di a los niños caso en un cuadro de registro que menciona la autora Rovira, ya citado en el capítulo 2, en que, claramente, se observan los cambios su conducta.

Katerene mostraba un gran interés en las actividades poniendo atención de lo que se trataba, ya no se distraía; cuando realizamos la actividad de “Yo soy”, noté agrado en ella, a la hora de que descubrí mis cualidades y a la hora de que ella pasó esperaba que todos le aplaudiéramos y le dijéramos que lo hizo bien, esperaba que la elogiaran, una vez que nos escuchó no se le quitaba el rostro de felicidad y los días siguientes esperaba que sus compañeros la apapacháramos.

Con Katerene observé un gran cambio en su conducta y en su participación en el trabajo, es importante mencionar que esto se logró gracias a la gran disposición que mostró principalmente la niña y los padres de familia, es muy gratifícate para mí haber ayudado a disminuir su agresividad y así mismo, brindarle un espacio de felicidad durante el tiempo compartido, sintiéndome satisfecha por haber logrado mi meta como docente en cuanto a su problemática.

3.1.2 Julio César Vargas Flores.

Inicial: Es un niño de tres años de edad. Los primeros días se aislaba de los demás, todos los días que llegaba al salón mencionaba ¡estoy enojado no me hablen!, Julio acostumbraba golpear, empujar, arañar, rayar las hojas de sus compañeros cuando estaban trabajando o tirarles su comida a quien estuviera cerca; Julio lo hacía de manera oculta y cuando se le preguntaba ¿por qué agredes a tus compañeros? decía: “yo no lo hice maestra,  yo estaba trabajando”. En casa era un niño muy bueno, obedecía las  reglas y tareas que debía cumplir, sus papás lo quieren mucho  e intentaban complacerlo en todo lo que podían.

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