Conceptualizando La Pedagogía

Consigna de trabajo: Luego del primer recorrido por las secciones del aula virtual vamos a abordar el concepto de Pedagogía desde la bibliografía seleccionada en la unidad 1. Los pasos serán los siguientes:

1) Leer el módulo "Herramientas para el aprendizaje autónomo" subido al aula virtual. El propósito de este momento de la actividad es ayudar a generar en los alumnos un aprendizaje autónomo, propio del nivel superior.

2) Leer comprensivamente el texto de Lorenzo Luzuriaga, sobre el concepto de Pedagogía, que encontrarán en el apunte de cátedra, profundizar en las partes de la definición y en el proceso de su construcción.

3) Describir el contexto del texto.

4) Construir un resumen de las distintas interpretaciones que aborda el autor y un cuadro comparativo de las mismas.

5) Aplicar las Normas APA para la presentación formal de la actividad y enviarla a través del aula virtual.

Fecha tope de presentación de la actividad: Última clase del mes de abril del corriente año.

IMPORTANTE: La no presentación de la actividad virtual en el término establecido se corresponderá con tantas inasistencias como clases virtuales implique la actividad.

Criterios de evaluación:

-Lectura y apropiación del material de estudio para la resolución de la presente actividad.

- Aplicación de las estrategias de aprendizaje autónomo.

- Interpretación de la consigna y comprensión del texto de Luzuriaga.

- Redacción y ortografía del material presentado.

- Presentación en tiempo y forma de la actividad.

Material de estudio:

- Módulo "Herramientas para el aprendizaje autónomo"

- Pedagogía. Lorenzo Luzuriaga. Unidad 1.

Respuestas:

3)

Narciso Eladio Lorenzo Luzuriaga Medina nació en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de Octubre de 1889. En una nota autobiográfica él mismo rememora sus orígenes y habla de su padre como director de una escuela en Valdepeñas y de su madre, hermana de un maestro de la misma escuela. Y añade: "Tanto mi padre como mi madre se casaron en segundas nupcias, teniendo mi padre un hijo, Fermín, y mi madre otro, Recaredo, que ya eran maestros. Así pues, he tenido padre maestro, dos tíos maestros y dos hermanos maestros; no se puede pedir más pedagogía".

Al morir su padre se traslada con su madre a Aravaca (Madrid) al amparo de uno de sus hermanos mayores, y con la ayuda económica de éste estudia Magisterio en la Escuela Normal Central de Madrid. El período escolar primario lo había pasado en Valdepeñas y Aravaca. Sus estudios normalistas los realiza entre 1904 y 1908.

El año 1909 ingresa en la Escuela Superior del Magisterio donde tuvo por profesor a José Ortega y Gasset. Allí conoció también a Manuel Bartolomé Cossío, quien le presentó a Francisco Giner de los Ríos. El mismo Luzuriaga llegaría a decir: “Este fue el encuentro decisivo de mi vida”. Estos años suponen para Luzuriaga el primer contacto con las Instituciones y personas que van a determinar la trayectoria y el perfil intelectual, la ideología política, la formación científica y el talante humano de toda su vida. No elige en principio lo “oficial” o lo “práctico”; elige la renovación y la vanguardia. Elige el ambiente reformador, regeneracionista, contestatario. Todo un síntoma. Y encuentra allí esa atmósfera intelectual que buscaba, lejos del conformismo y de la rutina. Austeridad muy a tono con los más íntimos deseos de renovación moral, social y política. Descubre una nueva concepción de la educación y de la pedagogía, y descubre también el papel de los grandes educadores en la formación de cuadros. Aprende la tolerancia y la concordia como método de convivencia para fomentar el espíritu creativo.

El joven Luzuriaga debía ir todos los días a clase, desde Aravaca a Madrid, a pie. Lo hacía en zapatillas, para no gastar los zapatos. Sabemos así de su pobreza de medios. Junto a la vocación por la enseñanza, vivió muy de cerca la estrechez económica y la precariedad que eran comunes al magisterio de entonces. Por eso, más tarde, cuando en sus artículos de El Sol hable de los desposeídos, no dudará en incluir entre ellos a los maestros, los "rebeldes del magisterio", como él les llamaba. De ahí deben provenir buena parte de sus inclinaciones socialistas y el radicalismo de su juventud. Vocación de maestro, estirpe castellana, hombre de ciudad: he aquí las primeras características humanas que se pueden observar en nuestro autor. De ellas derivarán, entre otras, sus preocupaciones permanentes por todo lo relacionado con la educación y la enseñanza; su estilo austero, sobrio; su sequedad en el trato, su cosmopolitismo y el deseo de hallarse siempre cerca de los centros de decisión y de poder.

Las clases de Ortega y Gasset en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio son las que descubren a Luzuriaga el mundo de la filosofía. A partir de ese momento, la influencia de este en el pedagogo será constante y ejercería una atracción de brillo intelectual, de prestigio y de cultura sofisticada.

Se licenciará en 1912 y se casará con María Luisa Navarro, a quien había conocido en la Escuela. Este matrimonio fortalecerá la línea intelectual e ideológica futura de Luzuriaga, cambiará su destino y le dará otro "tono" social a su vida.

En 1913 como resultado de su primera, aunque corta estancia en Alemania, publicará Direcciones actuales de la Pedagogía en Alemania, su primer libro. Finalizado su cursado en el país germano, regresa a España y comienza su etapa de funcionario, profesor y publicista, que sólo interrumpirá esporádicamente con sus visitas al extranjero para dar conferencias, asistir a congresos o realizar esa puesta al día cultural y científica que será una característica común a todos los hombres de la que él mismo bautizó como la generación del 14.

Su relación mutua con Ortega y Gasset, ya en un plano de mayor igualdad, se va a intensificar a partir de 1914. Es entonces cuando va a aparecer el Ortega teórico de la educación y especialmente preocupado por los problemas pedagógicos y el Luzuriaga más comprometido y radical.

En estos años se inicia una renovación política y se abre también una época de renovación pedagógica. Entramos en una nueva etapa de lucha por el cambio social. Luzuriaga sabía muy bien que la educación está siempre en función de un determinado proyecto político. Se planteará este problema, reiterada y contradictoriamente,

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