Ensayo 1 Y 2 Fase. El Hombre En Busca Del Sentido

El libro es la autobiografía de un psicólogo en un campo de concentración, como él dice al principio del libro no es un relato de los hechos, sino el análisis de las reacciones de los presos en los campos y la respuesta a algunas preguntas sobre el sentido de la vida. Es el relato de un psicólogo superviviente al holocausto.

El autor divide el libro en dos partes, la primera es el relato y análisis de la vida en el campo de concentración y la segunda es la explicación de la “logoterapia” que desarrolló a partir de estas vivencias.

La vida en el campo de concentración es dividida en tres fases: internamiento, vida y liberación. Señala los diferentes sentimientos al estar en el campo, que van desde ira y frustración hasta la frialdad y la ausencia de cualquier sentimiento. También de los métodos usados para sobrevivir, de cómo cada quien trataba de buscar un sentido a su vida y quien no lo encontraba moría.

En la primera fase (internamiento) menciona el shock, la incredulidad, la ira, y muchos sentimientos que con el paso de los días en el campo de concentración se van anulando hasta llegar a un estado de que nada le importa, cualquier cosa que no sea para sobrevivir no sirve,

En la segunda fase (vida en el campo) habla de la necesidad de sobrevivir, de la importancia de encontrarle un sentido a la vida para poder seguir viviéndola, de cómo el futuro y el pasado pueden ser un consuelo para el presente.

En la tercera fase (liberación) habla de las consecuencias que sufren los presos, la desilusión, otra vez la incredulidad de que la libertad fuera verdad y no un sueño.

En la segunda parte del libro habla de la logoterapia, que consiste en una terapia, que ve mas hacia el futuro que hacia el pasado, que consiste en encontrarle un sentido a todo lo que se hace, el sentido de la vida, del amor y del sufrimiento. Habla de la libertad de ser tu mismo y tomar las decisiones que creas convenientes.

Primera fase: Internamiento en el campo

El Dr. Frankl psiquiatra y escritor pregunta a sus pacientes sobre los padecimientos múltiples que son importantes para su orientación, los doctores Freud y Frankl aplicaron el estudiar la cura de neurosis, para Freud la raíz de todo es la angustia de la enfermedad que fundamenta los motivos, pero para Frankl diferencia la neurosis y descubre el verdadero origen de la incapacidad del paciente encuentra su significado y sentido de su existencia.

El psicólogo Frankl quien fue al campo de concentración donde los ponían en un proceso de selección era la señal para una abierta lucha entre compañeros, aunque lo único que importaba era el nombre que de uno de los dos fuera tachado de la lista de victimas, todos sabían que por cada hombre que se salvaba de esa lista se condenada otro, cada prisionero tenia una oportunidad de adoptar un nombre o una profesión falsa aunque lo hacían por varias razones.

Las autoridades solo les importaba el número de los prisioneros, les daban la oportunidad de tatuárselo o llevarlos cosidos en los pantalones, chaquetas, etc.

Esto era un terror para los prisioneros que se encontraban allí, pero un pensamiento animaba a los presos que era: “mantenerse con vida para volver con la familia que los esperaba en casa y salvar a sus amigos” no dudaban ni un momento en arreglar las cosas para que otro prisionero mas bien otro “numero” ocupara su puesto.

Dispuestos a recurrir cualquier medio, fuera honrado o de cualquier otro tipo, incluidos la fuerza bruta, el robo, la traición, etc. Con tal de salvarse, aunque los mejores de entre ellos jamás regresaron.

El prisionero o mas bien el numero “119.104” cuenta que en una ocasión su trabajo era cavar túneles, sin ayuda, para colocar una cañería bajo la carretera.

Pero esto no quedaría sin recompensa, fue antes de la navidad de 1944 menciono, encontró un regalo llamado “cupones de premio”, donde la empresa constructora los vendía a los esclavos, así la empresa pagaba a las autoridades el precio según el día y prisionero.

Aunque solo fueran cupones se sentía orgulloso de ser el propietario de los valiosos cupones, estos cupones tenían un valor de 12 cigarrillos, pero también se podían canjear por comida.

En excepciones aquellas que habían perdido la voluntad de vivir y querían “disfrutar” de sus últimos días, solo compraban cigarrillos, como nos menciono el prisionero que vio a compañeros fumar cigarrillos envés de cambiarlos por alimento renunciando a confiar en su fuerza ya que habían perdido la voluntad de vivir, rara vez se recobrara.

Se consideraban significativos en cuento formen parte de la experiencia humana, lo que esto quiere decir es que intenta describir es la naturaleza exacta de dichas experiencias de los antiguos prisioneros y lo que viven en los campos de concentración.

El prisionero que era psicólogo les pregunta de su vida en los campos de concentración, donde ellos dicen: “no nos gusta hablar de nuestras experiencias. Los que estuvieron dentro no necesitan de estas explicaciones y los demás no entenderían ni como nos sentimos entonces ni como nos sentimos ahora” exclamaron.

Esto fue una aportación a la psicología o psicopatología de la vida de cautiverio investigada después de la primera guerra mundial, quien nos hizo conocer el síndrome de la enfermedad cuyo nombre es “enfermedad de la alambrada de púas”, también debemos a la segunda guerra mundial el haber enriquecido los conocimientos sobre la “psicopatología de las masas”.

El síntoma se caracteriza que la primera fase es el “shock” bajo ciertas condiciones el shock puede preceder a la admisión formal del prisionero en el campo. Unas 1500 personas estuvieron viajando en tren varios días con sus correspondientes noches, donde en cada vagón eran 80 personas.

El tren avanzaba muy despacio, como si quisiera evitar a sus pasajeros cuanto fuera posible pero la atroz constatación “Auschwitz” a medida que iba amaneciendo se hacía visibles los perfiles del inmenso campo que allí se encontraba.

Ya que se bajaron del tren, entraron a la estación donde el silencio inicial fue interrumpido por voces de mando, iban a escuchar muchas voces ásperas, chillonas en todos los campos de concentración.

Auschwitz aunque a sido un extraño lugar en aquella Europa de los últimos años de la guerra, fue un lugar repleto de tesoros llenos de oro, plata, platino y diamantes, depositados en sus enormes almacenes sin contar los que ya estaban en las manos de la SS.

En espera de trasladarlos a otros campos mas pequeños metieron a 1100 prisioneros en una barraca construida para albergar donde se encontraban allí 200 personas como máximo.

Los prisioneros donde se encontraban en los alberges tenían hambre

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