Procedimiento
Enviado por Silviapdes • 5 de Septiembre de 2014 • 609 Palabras (3 Páginas) • 357 Visitas
El 5 de diciembre de 1978, se apagaba la llama de la fecunda
existencia del Hermano JUAN FROMENTAL CAYROCHE, F.S.C.,
fundador de “LAS HERMANAS GUADALUPANAS DE LA SALLE”,
precisamente en la Casa Central de dicha Congregación, ubicada en la
Calle Murcio No. 11 de México, D.F.
El Hno. Juanito pasó entre nosotros sin hacer ruido.
Pertenece a esa generación de sembradores que, arrojando la semilla
en el surco, siguen su camino para dejar que otros disfruten de su
esfuerzo y vivan de la cosecha.
El Hno. Juanito Fromental sembró el ideal religioso en multitud de
almas y se fue al cielo.
Pienso en aquellos versos de Blanco Belmonte:
Aún no sé si era sabio, loco o prudente
Aquel hombre que humilde traje vestía;
Sólo sé que al mirarle toda la gente
Con profundo respeto se descubría.
Pruebas no le faltaron en su existencia, sobre todo, cuando se trató de
realizar la fundación.
Pruebas más dolorosas aún, por venir de las autoridades. De aquellas
personas encargadas de mostrarnos el camino. Estas con las que más
hieren.
Siguió la realización de su obra con una constancia granítica, como el
corazón de las montañas de su querida Lozere.
Con una abnegación sin límites realizó la fundación.
Siembro robles, pinos y sicomoros,
quiero llenar de frondas esta ladera,
quiero que otros disfruten de los tesoros,
que darán estas plantas cuando yo muera.
Más de cinco países disfrutan ya de los beneficios del apostolado de
sus hijas: Las Hermanas Guadalupanas de La Salle; en escuelas,
hospicios, en el servicio doméstico, en las misiones, catequesis pastoral,
etc.… y no han pasado 40 años de su fundación.
La fecundidad es un signo de vida y de esperanza.
No pretendo escribir una biografía plagada de fechas y de personajes.
Tan sólo quiero informar a los lectores, que el Hno. Juanito, respondió a
un llamado específico, en un tiempo determinado; y realizó, luchando
contra viento y marea, la fundación de las HERMANAS GUADALUPANAS
DE LA SALLE, para gloria de Dios y servicio del Pueblo por El elegido. 6
No pretendo entrar en los oscuros dominios del alma y los íntimos
secretos vitales que no caen bajo la observación humana. Eso lo
dejamos a Dios que conoce nuestra fragilidad.
Quiero demostrar su férrea voluntad y al mismo tiempo su docilidad al
soplo del espíritu, para seguir adelante en su obra.
El Hno. Juanito no es el héroe de una novela fantástica.
No es un campeón que se pasea por el escenario de sus victorias.
Su ejemplo, su
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