Profetas De Israel
Enviado por likud • 1 de Diciembre de 2012 • 1.814 Palabras (8 Páginas) • 482 Visitas
Isaías
1 1Era de Jerusalén. Murió en tiempos de Manasés aserrado en dos. Fue colocado bajo la encina de Rogel, cerca de donde pasan las aguas que echó a perder Ezequías cegándolas. 2Dios hizo el signo de Siloam por medio del profeta, puesto que antes de morir y estando a punto de desfallecer, pidió agua de beber y al momento se le envió. Por eso se llamó Siloam, que quiere decir «enviado». 3Y en tiempos de Ezequías, antes de construir las cisternas y las piscinas, por la oración de Isaías brotó un poco de agua ―puesto que la población estaba asediada por los gentiles―, para que no pereciera la ciudad por falta de agua. 4Los enemigos andaban buscando de dónde beber y al ocupar la ciudad acamparon junto a Siloam. Cuando se acercaban los judíos, salía agua; pero si se acercaban los gentiles, no salía. Por eso brota de forma imprevista hasta el día de hoy, para que se manifieste el misterio. 5Por haber ocurrido esto gracias a Isaías lo enterró el pueblo, como recordatorio, cerca de allí, con todo cuidado y honor, para que por medio de sus súplicas disfrutasen igualmente del agua incluso después de su muerte, ya que habían recibido un oráculo sobre ella.
6Su tumba está cerca de la tumba de los reyes, detrás de la tumba de los sacerdotes en dirección al sur. 7Pues Salomón construyó las tumbas después de que David lo había decretado, hacia el oriente de Sión que tiene el acceso por Gabaón y distan veinte estadios de la ciudad. Se hizo una construcción desconcertante, de forma que no se sospecha que existe. Hasta el día de hoy la desconoce la mayoría de los sacerdotes y todo el pueblo. 8Allí conservaba el rey el oro procedente de Etiopía y los aromas.
9Por haber manifestado Ezequías a los gentiles el secreto de David y Salomón, y haber mancillado los huesos de sus antepasados, Dios le impuso la maldición de que sus enemigos harían esclavos a sus descendientes. A partir de aquel día Dios lo dejó sin descendencia.
Jeremías
2 1Era de Anatot y murió en Tafne de Egipto, apedreado por el pueblo. 2Está enterrado en el lugar que habitó el faraón. Los egipcios le honraron porque les había hecho mucho bien. 3Por su súplica, las serpientes, que los egipcios llaman efot, los abandonaron. 4Y todos los fieles de Dios, hasta el día de hoy, van a orar a dicho lugar y curan las mordeduras de serpiente con polvo del lugar. 5Mas nosotros sabemos por los hijos de Antígono y Tolomeo, que ya eran ancianos, que Alejandro de Macedonia, cuando estuvo en el sepulcro del profeta y conoció sus obras maravillosas, trasladó sus restos a Alejandría y los colocó alrededor en círculo. 6Hizo desaparecer de la tierra la estirpe de las serpientes y, de igual forma, introdujo las serpientes llamadas argolas, es decir, combate-serpientes.
7Este Jeremías dio un signo a los sacerdotes egipcios: «Que sus ídolos iban a conmoverse y todas sus figuras iban a derribarse cuando llegara a Egipto una virgen recién parida con un niño de apariencia divina». 8Por eso veneran hasta ahora a una virgen y adoran a un niño colocándolo en un pesebre. Y al rey Tolomeo, que quería saber los motivos, le dijeron que era un secreto recibido de los antepasados por medio del santo profeta. Les fue confiado a nuestros padres, y nosotros, dicen, estamos esperando el cumplimiento de su secreto.
9Este profeta, antes de la conquista del templo, arrebató el arca de la ley con todo lo que contenía y consiguió empotrarla en piedra, mientras decía a los que estaban presentes: 10«El Señor se ha marchado del Sinaí al cielo y vendrá de nuevo con poder y os servirá como señal de su venida cuando todos los pueblos adoren a un árbol». 11Y añadió: «Nadie es capaz de extraer esta arca fuera de Aarón, y ya ninguno de los sacerdotes o profetas puede extender sus tablas fuera de Moisés, el elegido de Dios».
12En la resurrección resucitará el arca la primera, saldrá fuera de la piedra y será colocada en el monte Sinaí. Todos los santos se congregarán allí junto a ella para recibir al Señor y huyendo del enemigo que quiere acabar con ellos. 13Hizo con el dedo el sello del nombre de Dios en la roca, y el cuño se convirtió en un grabado de hierro. Una nube cubrió el nombre, y nadie sabe el lugar ni es capaz de leerlo hasta el día de hoy e incluso hasta la consumación.
14La roca se halla en el desierto, donde por primera vez estuvo el arca, en medio de las dos montañas en las que están enterrados Moisés y Aarón. Por la noche, una nube se vuelve como fuego conforme a la primitiva prescripción de que no faltaría de su ley la Gloria de Dios. 15Dios concedió a Jeremías el favor de que él, en persona, diera cumplimiento a su secreto con el fin de que pudiera asociarse a Moisés. Y juntos están hasta el día de hoy.
Ezequiel
3 1Procede de la tierra de Sarira, del grupo sacerdotal, y murió en el país de los caldeos durante el destierro, después de haber profetizado muchas cosas a los de Judea. 2Allí mismo lo asesinó el jefe de los israelitas por echarle en cara la veneración de los ídolos. 3Lo enterraron en el campo de Najor, en la tumba de Sem y Arfasad, antepasados de Abrahán. 4La tumba consiste en una doble cueva, porque Abrahán
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