Aborto En Colombia
Enviado por sapalugue • 26 de Mayo de 2013 • 3.080 Palabras (13 Páginas) • 510 Visitas
DE LOS DELITOS Y DE LAS PENAS (BECCARIA)
Es un resumen (demasiado resumido) del libro de Cesare Beccaria “De los delitos y de las penas”
CAPITULO I Origen de las penas
Este capítulo afirma que los hombres, cansados de vivir en un continuo estado de guerra, crearonlas leyes, buscando mejorar la convivencia.Pero para que la convivencia mejorara era necesario que TODOS cumplieran las leyesestablecidas; por ese motivo se establecieron penas contra los infractores de las leyes.
CAPITULO IIDerecho de castigar
En este capítulo se explica que la pena sólo debe existir si se deriva de la absoluta necesidad.Mientras sea más sagrada e inviolable la seguridad, y mayor la libertad que el soberano conserve asus súbditos, más justas serán las penas.La pena es el derecho a castigar al que no cumpliere con las leyes.La multiplicación del género humano reunió a los primeros salvajes. Estas uniones produjeron laformación de otras para resistirlas, creando guerras.La necesidad obligó a los hombres a ceder parte de su libertad propia; cada uno trata que esaparte sea lo más pequeña posible. Pero la suma de esas pequeñas partes de libertad forma elDERECHO DE CASTIGAR.
CAPITULO IIIConsecuencias
El autor en este capítulo explica las tres consecuencias de las penas.La primera consecuencia es que las penas de los delitos sólo pueden ser decretadas por las leyes;y esta autoridad debe residir UNICAMENTE en el legislador. Ningún magistrado puede decretar asu voluntad penas contra otro habitante de la Nación; como tampoco puede modificarla si laconsidera injusta.La segunda consecuencia establece que el soberano puede formar leyes generales que seanobligatorias para todos los habitantes; pero cuando alguna persona no cumpla con alguna de esasleyes, el soberano no puede juzgarlo, le correspondería ese deber a un magistrado cuyassentencias sean inapelables.La tercera consecuencia es que si se probase la atrocidad de las penas, sería contraria a la justicia.
CAPITULO IVInterpretación de las leyes
En este capítulo el autor se refiere a la cuarta consecuencia, que explica que los jueces criminalesno pueden interpretar las leyes penales, porque no son legisladores.Los jueces no recibieron las leyes como una tradición, sino como la legítima voluntad de TODOS.Cesare Beccaria opina que en todo delito debe hacerse un silogismo perfecto.Hubo muchos casos en donde los mismos delitos fueron castigados con distintas penas debido a laimparcialidad de los jueces, que son los encargados de interpretar las leyes, y dar justicia (dar acada uno lo suyo).La justicia no es del todo perfecta; ya que sus intérpretes son humanos. Por ese motivo, los juecesno pueden interpretar la ley en forma perfecta, pero deben hacerlo lo mejor y más imparcialmenteposible.
CAPITULO VOscuridad de las leyes
En este capítulo se explica que es grave que las leyes estén escritas en una lengua extraña alpueblo, ya que pueden cometerse delitos por falta de entendimiento de las leyes.Cuando más grande sea el número de los que entienden las leyes, menor será la cantidad dedelitos cometidos.
CAPITULO VIProporción entre los delitos y las penas
Este capítulo explica que debe existir una “proporción entre los delitos y las penas”. Esa proporciónse debe a que no todos los delitos dañan de igual manera a la sociedad; entonces cuanto mayor sea el delito, mayor deberá ser la pena correspondiente.Existe una escala de delitos, cuyo primer grado consiste en aquellos que destruyeninmediatamente la sociedad, y el último en la más pequeña injusticia posible cometida contra losmiembros particulares de ella. Por ese motivo, también debe existir una escala de penas, quedeben ser proporcionales a los delitos cometidos.
CAPITULO VII
Errores en la graduación de las penas
Beccaria, en este capítulo, explica que la verdadera medida de los delitos es el daño hecho a lanación. Es decir, cuanto más grande daño se halla hecho a la nación, mayor será el delito, y por lotanto, la pena.Algunos opinan que la graduación de los delitos debe considerarse según la gravedad del pecado.Eso es un error, ya que la gravedad del pecado depende de la malicia del corazón de cada uno; yningún ser humano puede saber que siente el corazón de otro. El único ser capaz de tener eseconocimiento es DIOS.
CAPITULO VIIIDivisión de los delitos
Según Cesare Beccaria, la verdadera medida de los delitos es el daño hecho a la sociedad.Hay distintos tipos de delitos. Si se los clasificara en tres grupos, según la gravedad, podríamosdecir que los más graves son aquellos que destruyen inmediatamente a la sociedad o a quien larepresenta.En el segundo grupo se encontrarían los delitos que ofenden la privada seguridad de un ciudadanoen la vida, en los bienes o en el honor.Y en el tercer grupo estarían las acciones contrarias a lo que cada uno está obligado a hacer o nohacer.
CAPITULO IXDel honor
En este capítulo se explica que hay una diferencia entre las leyes civiles y las de honor.Las leyes civiles son aquellas que defienden las cosas y bienes de cada ciudadano.En cambio, las leyes de honor, son aquellas que defienden el mismo honor de las personas. Unclaro ejemplo de un delito de honor, es el racismo o discriminación a un individuo por tener otrocolor de piel, religión, nacionalidad, etcétera.
CAPITULO X De los duelos
En este capítulo se explica que de la necesidad de los sufragios de otros nacieron los duelosprivados. Estos tuvieron su origen en la anarquía de las leyes.
CAPITULO XI De la tranquilidad pública
Este capítulo explica que entre los delitos de la tercera especie se encuentran aquellos que turbanla tranquilidad pública de los ciudadanos.La función de los policías es evitar que se turbe la tranquilidad pública; pero los policías no puedenobrar con leyes arbitrarias, ya que si eso sucediera se abriría una puerta a la tiranía.Se deben manejarse con un código que circule entre las manos de todos los ciudadanos, de modo,que los ciudadanos sepan cuando son culpables, y cuando son inocentes.
CAPITULO XII Fin de las penas
En este capítulo, el autor explica que el fin de las penas no es deshacer un delito ya cometido, yaque eso sería imposible de lograr.Las penas son las legítimas consecuencias de los delitos. Nadie puede ser penado sin haber cometido un delito.Entonces, el fin de las penas es lograr que el individuo que cometió un delito, no vuelva acometerlo, y tratar que los ciudadanos no cometiesen delitos.Hay diferentes formas de penar al reo; y se buscará la menos dolorosa para el cuerpo del reo, y laque haga una impresión más eficaz y durable sobre los ánimos de los hombres.
CAPITULO XIII De los testigos
En este capítulo se explica que como dice el
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