Alacranes
Enviado por MaaryXD • 9 de Diciembre de 2014 • 4.424 Palabras (18 Páginas) • 218 Visitas
Son animales de hábitos nocturnos, que permanecen escondidos durante el día, y salen a cazar sus presas durante la noche. Tienen gran resistencia para soportar el calor, la falta de agua y largos periodos de ayuno, gracias a que pueden almacenar parte del alimento ingerido, cuando éste ha sido abundante. Se alimentan fundamentalmente de insectos, miriápodos, otros arácnidos y algunos crustáceos terrestres, que atrapan con sus pedipalpos tan pronto como hacen contacto con ellos. La mala visión de los ojos no les ayuda para nada en este acto; en cambio, el sentido del tacto es esencial para su sobrevivencia. Los principales órganos de los sentidos de los alacranes son unos pelos largos, llamados tricobotrias, que se localizan en los pedipalpos y que son capaces de percibir cualquier vibración que se produzca en el medio, originada por un ser vivo o por algún fenómeno físico.
Cuando una posible presa toca alguna parte del cuerpo o de los apéndices de un alacrán, la reacción de éste será inmediata, y abrirá y cerrará las pinzas o quelas de sus poderosos pedipalpos hacia el lugar del contacto, tratando de capturar al animal. Si lo logra, la presa luchará vigorosamente para librarse de su aprehensor; el alacrán, entonces, le inyectará una pequeña porción de su veneno, introduciendo su aguijón en alguna parte blanda de la víctima. A continuación empezará a despedazarla con sus quelíceros, mientras los pedipalpos siguen sosteniendo la presa. Los pequeños trozos serán depositados en la cavidad preoral, formada por los bordes de las coxas de los pedipalpos y las proyecciones de las coxas de los dos primeros pares de patas. Esta cavidad pronto quedará cubierta con una sustancia enzimática, que efectuará la digestión parcial del alimento, el cual, una vez licuado, será succionado por la parte anterior del intestino, a través de la boca, que está situada en el fondo de la cavidad preoral. La digestión se completará intracelularmente en los ciegos del intestino medio. Todos los restos sólidos, junto con el exoesqueleto del artrópodo devorado serán desechados y su paso hacia el interior será obstaculizado por grupos de sedas que se encuentran en la cavidad preoral.
Entre los escorpiones es frecuente el canibalismo y no necesariamente porque estén hambrientos y no tengan otra cosa que comer. En el curso de su larga existencia sobre el planeta, seguramente su instinto les ha enseñado que, o comen o serán comidos.
Los alacranes tienen los sexos separados, pero es difícil distinguir el macho de la hembra, al menos que se recurra al estudio de ciertas estructuras ligadas al sexo, que realizan los especialistas. En algunas especies los machos son más esbeltos y tienen la cola más larga y delgada que la hembra. La fecundación se lleva a cabo por medio de ermatóforos, es decir, pequeños saquitos llenos de esperma que el macho deposita y pega firmemente en el suelo y cuyo contenido es succionado, más tarde, por la abertura genital de la hembra. Para que esto suceda, se establece una especie de cortejo prenupcial, que durante mucho tiempo tuvo intrigados a los investigadores y que tiene sus variantes en las diferentes especies.
En el reconocimiento de los sexos de una misma especie intervienen sustancias especiales, llamadas feromonas, que son percibidas por el olfato. Pero las parejas suelen también reconocerse por medio de estridulaciones, o sea, ligerísimos ruidos que hacen al frotar entre sí algunas partes de su cuerpo.
Llegado el momento de la reproducción, el macho busca a la hembra, agarra con sus pedipalpos o sus quelíceros a las partes respectivas de ella, y empieza a empujarla y a jalarla para adelante y para atrás. La explicación de este comportamiento no se entendió durante mucho tiempo; lo que sucede es que el macho, no pudiendo soltar a la hembra, bajo riesgo de ser devorado, trata de encontrar una superficie favorable para depositar su espermatóforo; esto lo realiza con ayuda de unas estructuras sensoriales, llamadas peines, que posee en la parte ventral de su cuerpo, cerca de su abertura genital. Si no encuentra el sitio adecuado, esta aparente danza puede prolongarse por horas. Durante este proceso, los machos de algunas especies procuran excitar a la hembra, picándole ligeramente las articulaciones de los pedipalpos o tocándole el área genital y los peines, con el primer par de patas. Antes de depositar el espermatóforo, el macho suele rascar la tierra con sus patas posteriores. El saquito repleto de esperma estará provisto de un cemento especial, gracias al cual queda pegado firmemente al sustrato, en determinado ángulo; posee además una especie de palanca, que funcionará en el momento indicado. Una vez depositado el saquito, el macho jalará a la hembra hacia el sitio donde se encuentra el espermatóforo, y la colocará sobre él. Al sentir la hembra, por medio de sus peines, la presencia del espermatóforo, bajará el cuerpo, abriendo su opérculo genital; con esta presión se soltará la palanca del saquito y el esperma saldrá disparado hacia la abertura genital de la hembra. A partir de ese momento, todo se sucederá con gran rapidez; la hembra retrocederá y el macho la soltará, huyendo de prisa para no ser atrapado y comido por su pareja. En caso de no lograr escapar, la hembra se dará un festín con él; también será ella la que se coma lo que quedó del espermatóforo.
Algunas especies de alacranes son vivíparas, es decir, dan nacimiento a pequeños escorpiones completamente formados; en este caso, los embriones han sido alimentados por la madre a través de una especie de cordón umbilical. Otros alacranes son ovovivíparos, o sea, que los embriones se han alimentado dentro del huevo, con el vitelo de éste; cuando los huevos son puestos, llevan dentro a seres casi completamente formados, que eclosionan poco después de la oviposición.
Cuando nacen, los pequeños alacranes tienen ya, en general, el mismo aspecto de los adultos y no sufren una metamorfosis durante su desarrollo; por eso, a todos los estados juveniles se les designa como ninfas, que todavía no tendrán diferenciado su aparato reproductor.
La cría recién nacida se sube al dorso de la madre y, dependiendo de la especie, permanecerá allí hasta después de la primera, segunda o tercera mudas; durante todo este tiempo, la madre comparte el alimento con ellos. Pasada esta etapa, los jóvenes alacranes abandonan a la madre para buscarse su propio alimento, que consiste de pequeños artrópodos o larvas y ninfas de insectos. Tendrán que pasar todavía por diversas mudas, o sea que, periódicamente, tendrán que desprenderse de su exoesqueleto para poder crecer, hasta llegar a su madurez sexual o estado adulto; llegado el momento, buscarán a su pareja para llevar a cabo el acto de la reproducción, perpetuando en esta forma a la especie.
Hay la creencia,
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