Biologia Integradora
Enviado por Ame Weasley • 11 de Noviembre de 2015 • Documentos de Investigación • 3.749 Palabras (15 Páginas) • 68 Visitas
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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON
PREPARATORIA No.9
LITERATURA
ACTIVIDAD: Integradora
(Cuento)
MAESTRA: Ana Isabel Gonzalez Gonzalez
NOMBRE: America Esther García Martínez
Matrícula: 1735119
GRUPO: 307
Monterrey, N. L. 25 de Agosto de 2015
El oso de la montaña en su cueva
A Jorge le encantaba salir al campo con sus amigos. Siempre iban a una zona de la sierra muy cercana a una extraña cueva excavada en la roca de una montaña. A él le gustaba mucho esa cueva porque se imaginaba cavernícolas y le entraba una risa tremenda. Sus amigos le seguían el juego y decía: -“Tendremos que hacernos con una lanza para cazar al oso de la montaña. Auuuggrrrrr” Y se ponían a buscar palos muy largos para usarlos de lanza. Pero un día, Jorge entró en la cueva y descubrió unas huellas en la tierra. Tal que así: con un circulito más grande y tres más pequeños alrededor. ¡Eran las huellas de un oso!. Jorge corrió a decírselo a sus amigos. Pero sus amigos le aseguraron que allí no había nada. ¿Nada? Si estaba clarísimo. ¡Eran huellas de oso! De un oso grande, muy grande. ¡Seguro!. Desde entonces, siempre que iban al campo, Jorge veía las huellas misteriosas. Pero ya no decía nada, porque sus amigos eran incapaces de verlas. “Estarán un poco cegados”- pensaba él. Jorge decidió convertirse en explorador y buscar al oso. Metió una lupa y un cuaderno de notas en su mochila y se adentró en la cueva. Al principio estaba muy oscuro, pero poco a poco fue viendo con más claridad. Ya que tenía su linterna y los sonidos de sus pisadas se oían con eco. “Espero que no haya murciélagos”- pensó. Y al cabo de unos minutos... ¡El oso! Allí estaba, mirándole con los ojos muy abiertos. Tenía las orejas rosas y el hocico muy oscuro. Se parecía mucho a su osito Pedrito, su muñeco favorito. Así que no le dio nada de miedo. – Hola- le dijo al oso. – Hola- contestó él. “Andaaa..¡si habla!”, pensó extrañado Jorge. – ¿Cómo te llamas? – Oso. -Oso no es un nombre. -Sí lo es. – Jaja. Okay, Oso. ¿Y qué haces escondido?. – No quiero que me vean. Tus amigos se asustan de mi. – Mis amigos no se asustarán. – No lo sé. Hace mucho que no salgo. – Ven conmigo. Jorge y Oso salieron de la cueva. Y ahí estaban sus amigos: debajo de la sombra de un pino cortando una rajita de melón. Le miraron y ni se inmutaron. – ¿Ves?- le dijo Jorge a Oso - Te lo dije: no se asustan. Entonces se acercaron más. – Oigan amigos – dijo Jorge muy serio- Les presento a mi amigo Oso. Sus amigos se miraron sorprendidos: allí no veían a nadie. Sólo a Sergio. – Si no hay ningún Oso- le dijeron. Vaya..Jorge empezó a entenderlo todo. ¡Él era el único que podía ver a Oso!. Abrió su cuaderno de notas y apuntó: “El explorador Jorge acaba de hacer el hallazgo más asombroso de la Historia: Acaba de descubrir al Oso de la montaña en su cueva, una especie en peligro de extinción. Su principal característica es que los estuviera en la cueva no pueden ver al oso. Firmado: Jorge el explorador”.
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