CASO HIGGINS

CASO JOHN HIGGINS

El vicepresidente y director general de Weaver-Yamazaki Pharmaceutical de Japón Leonard Prescott,. Consideró que John Higgins, su asistente ejecutivo, estaba perdiendo eficiencia para representar a la empresa matriz estadounidense debido a su extraordinaria identificación con la cultura japonesa.

La empresa matriz, Weaver Pharmaceutical su posición competitiva dependía principalmente de la investigación y desarrollo. Su actividad de ventas en Japón inició a principios de la década de los treinta, cuando Yamazaki Pharmaceutical, un productor importante de medicamentos y químicos, comenzó a distribuir los productos de Weaver. La Segunda Guerra Mundial interrumpió las ventas, pero Weaver reanudo la exportación a Japón en 1948 y posteriormente logro una importante participación en el mercado. Weaver y Yamazaki establecieron en 1954 una subsidiaria de manufactura de propiedad y operaciones conjuntas para producir parte de la línea de productos de Weaver. La subsidiaria creo muchos productos, algunos comercializados con éxito en Estados Unidos y en otras partes del mundo. La gerencia de Weaver consideraba que la operación japonesa era una de sus empresas internacionales más exitosas y sentía que las perspectivas de la empresa eran prometedoras, sobre todo gracias al mejoramiento constante del nivel de vida de Japón.

Pharmaceutical tenía la política de cambiar al personal estadounidense de un puesto a otro en el extranjero, con trabajos ocasionales en la división internacional de las oficinas generales. Cada asignación duraba generalmente de tres a cinco años. Había un numero limitado de empleados asignados al extranjero, así que la política de personal de la empresa era los suficientemente flexible para permitir que un empleado permaneciera en un país durante un tiempo indefinido si así lo deseaba (algunos habían permanecido en un puesto en el extranjero durante mas de 10 años). Prescott reemplazo al antiguo gerente general, quien había estado en Japón durante seis años. Prescott, un experimentado hombre de negocios internacionales que había pasado la mayor parte de sus 25 años de carrera en Weaver en el extranjero, trabajo en India, Filipinas y México, además de varios años en la división internacional de las oficinas generales. Estaba fascinado con el desafío de expandir las operaciones japonesas y, después de dos años, tenía la sensación de haber desarrollado una organización que marchaba sobre ruedas. Higgins, originario de un pequeño pueblo del Medio Oriente de Estados Unidos, ingreso a su universidad estatal después de la preparatoria. Sin embargo, ingreso al ejército a mitad de su carrera. Como había mostrado interese en los idiomas mientras estaba en la universidad, pudo asistir a la Escuela de Idiomas en la Armada para recibir una enseñanza intensiva del japonés. Quince meses después, fue asignado como intérprete y traductor en Tokio y tomo mas cursos de la lengua, la literatura y la historia japonesa. Después de cinco años en el ejército, Higgins regreso a la universidad, termino sus estudios universitarios en administración, graduándose con honores y después ingresó a Weaver. Después de estar un año en el programa de capacitación de la empresa, Weaver fue asignado a Japón, un año antes de la llega de Prescott.

Las responsabilidades

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